Episodio 9.

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Día Domingo

Me encontraba en el sofá viendo televisión en realidad estaba aburrida, de repente mi celular comenzó a sonar dando aviso de una llamada, lo saqué de mi bolsillo y me di cuenta de que era Atsumu, me pareció raro pero respondí igual por si las dudas.

Llamada

Elena: ¿Diga?

Atsumu: ¡¡Lena-chan!! — se escuchó el grito, alejé rápido el celular de mi oreja para después volverlo acercar.

Elena: Atsumu me dejará sorda... 

Atsumu: L-Lo siento... — se escuchaba desesperado.

Elena: ¿Qué sucede?

Atsumu: ¡Es 'Samu! Se ha enfermado, tiene fiebre, no se que hacer, tampoco puedo arriesgarme a quemar la cocina.

Elena: Oh... Bien iré en seguida. 

Atsumu: ¡Gracias!

Fin de la llamada

Que uno de los gemelos se enferme era nuevo, pues según Kita casi nunca lo hacían, era extraño seguro un descuido inconsciente había sido aquello, me preparé para poder salir justo en ese momento mi celular sonó, era otra llamada, esta vez es de Mayu.

Llamada

Elena: Dime Mayu.

Mayu: ¡Vamos a Miyagi!

Elena: No iré, estoy ocupada.

Mayu: ¿Se puede saber en qué?

Elena: Osamu se ha enfermado iré a cuidarlo... Atsumu no estará en casa... — mentí, en verdad no podía decirle que Atsumu era malo en la cocina eso sería como arruinar su reputación. 

Mayu: ¡Uy! Aprovecha a conquistarlo.

Elena: Deberías llamar a Kenji.

Mayu: Lo tendré en cuenta aunque posiblemente vaya sola. Bueno adiós.

Elena: ¡Adiós!

Fin de la llamada

Ahora si, sin más interrupciones, salí de casa tomando el camino que me llevaría hacía la residencia Miya.

Ahora si, sin más interrupciones, salí de casa tomando el camino que me llevaría hacía la residencia Miya

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Atsumu: ¡Lena-chan! — apareció en la puerta y tomó de mi mano jalandome dentro de la casa.

Elena: Te ves muy mal Atsumu. — le miré mientras me dejaba guiar por él hasta la sala. 

Atsumu: Me preocupa la seguridad de 'Samu. — soltó mi mano y rascó su nuca.

Elena: Bien, haré lo posible para que esté bien.

De mi mochila saqué una libreta y un lápiz, esto se lo di a Atsumu para que él escribiese. Le dicté lo que tenía que comprar este asentía y escribía.

Elena: Bien, si consigues eso podemos salvar la vida de Osamu. — creo que exageraba pero era divertido de cierto modo.

Atsumu: ¡Lo conseguiré lo más rápido posible! — exclamó, tomó algunas cosas y se fue rápido dando un portazo al salir.

Elena: Vaya chico... — suspiré.

Antes que nada, observé el lugar, estaba un poco descuidado ahora podía ver que Osamu era el chico ordenado y Atsumu el chico rebelde que dejaba todo tirado a su paso. Sonreí. Subí finalmente las escaleras, ya me sabía el camino hacía la habitación, al llegar primero toqué esperando alguna respuesta.

Osamu: 'Tsumu ya te dije que estoy bien, déjame en paz. — se escuchaba molesto.

Poco a poco fui abriendo la puerta, Osamu estaba en la cama rojo, jadeando y con los ojos cerrados.

Elena: Osamu, te ves mal. — dije acercándome a él, este se sorprendió al verme.

Osamu: ¿Q-Qué haces aquí? — preguntó.

Elena: Eh venido a cuidarte, Atsumu está muy preocupado por ti. 

Osamu: No le hagas caso... Solo exagera. 

Elena: Te ves muy mal, él no exagera. 

Coloqué la diestra sobre su frente, estaba ardiendo, Osamu desvió la mirada ante mi tacto, salí de la habitación, fui a la cocina para buscar una fuente con agua y un paño, volví al cuarto, humedecí el paño con agua fría y la dejé sobre la frente de Osamu para así refrescarlo.

Elena: Te prepararé una sopa para ese resfriado que tienes, trata de descansar.

Me levanté para así salir pero la mano de Osamu me detuvo, lo miré cruzando miradas con él, se veía muy mal. 

Osamu: Q-Quédate un poco más... 

Elena: ... 

Me senté en el borde de la cama y le sonreí, solté mi mano de su agarre y acaricié su mejilla suavemente para que se durmiese. Luego de unos minutos él logró conciliar el sueño, antes de irme a la cocina le humedecí el paño y se lo puse sobre la frente.

Todo estaba listo y Atsumu no aparecía, ¿qué tan descuidado puede ser?, había cocinado, limpiado, ordenado y él no hacía señales de vida, aparecí en la habitación con una bandeja, Osamu estaba despierto, este al verme con la bandeja se acomodó en ...

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Todo estaba listo y Atsumu no aparecía, ¿qué tan descuidado puede ser?, había cocinado, limpiado, ordenado y él no hacía señales de vida, aparecí en la habitación con una bandeja, Osamu estaba despierto, este al verme con la bandeja se acomodó en la cama y así pude dejarle sobre sus pierna lo que le había traído. 

Elena: ¿Te doy de comer o puedes hacerlo solo? — pregunté en tono burlón.

Osamu: Puedo solo. — respondió tranquilo.

Elena: Te ves mejor, espero te guste lo que eh cocinado.

Osamu no dijo nada, tan solo comenzó a comer, al probar noté un brillo en sus ojos, me había quedado bien.

Osamu: ¿Qué le has puesto? Está delicioso.

Elena: Secretos de mi país, querido Osamu. — sonreí de lado.

Osamu: Me da curiosidad.

Elena: Tendrás que aguantarte.

Comencé a reír suavemente, el peligris siguió comiendo tranquilo hasta acabar todo, tomé la bandeja y la dejé en un espacio que había en el escritorio. Volví donde Osamu y toqué su frente para verificar su temperatura, había bajado bastante.

Elena: La fiebre ha bajado.

Osamu: Gracias por venir... Con Atsumu no se que hubiera pasado...

Elena: Me dijo que no quería arriesgarse a quemar la cocina por ello me llamó.

Ambos empezamos a reír ante ello imaginándonos a Atsumu.

𝐌𝐈 𝐉𝐔𝐆𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑𝐈𝐓𝐎 ┊ Osamu Miya. ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora