Capítulo 9: Decisiones.

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Ya habían pasado unos días desde la decisión de Lincoln. Ninguno trataba de mirarse o incluso dirigirse la palabra ya que a todos les daba un poco de incomodidad.

El albino estaba en la escuela, como de costumbre, y no podía evitar pensar en su "plan maestro" para determinar con cual de las tres se quedaría. Lo único que le faltaba era ese "plan maestro".

Mientras la clase seguía, él trataba de concentrarse, pero nada parecía ayudarle. Su profesora notó esto y decidió sacarlo del salón junto a ella para preguntarle acerca de su estado.

Lincoln al escuchar esto decidió guardarse todo lo que sucedía a su alrededor. Él no quería generar algún otro problema.

—Oh, no es nada. Han pasado algunas cosas en casa y estoy preocupado. Nada más que eso.

Ella lo entendió y decidió darle el tiempo que necesitara para volver a entrar. Un gesto que alegró al albino. Cuando su profesora volvió a entrar a la clase, Lincoln aprovechó para ir al baño a lavarse su cara ya que quería quitarse un poco del cansancio acumulado.

Una vez en el baño, él recibió una llamada de Luna, por lo que no tuvo más remedio que responder. Al hacerlo pudo notar a una Luna preocupada por él.

—¡Hola bro!, ¿qué tal estás?. Sólo quería asegurarme de que todo estuviera bien, ya sabes, con el lío que tienes entre manos eso.

—S-Sí... Todo bien por aquí. Sólo estoy un poco cansado, eso es todo—. Podía notarse en el tono del albino como parecía ser más que eso.

Luna dudó, pero decidió no molestar a su hermano ya que consideraba que él ya tenía demasiados problemas para salirle con algo más.

—Está bien, bro. Quiero que te cuides, prometo que resolveremos esto. Confía en tu hermana—. Respondió Luna para luego despedirse y cortar.

Lincoln no podía evitar sentirse presionado por la situación, pero no podría hacer nada más. El tiempo se le comenzaba a agotar, algo que lo ponía cada vez más y más nervioso.

La puerta del baño se abrió y éste pudo ver como Clyde entraba. Su amigo parecía estar muy preocupado por él, por lo que pidió una explicación a todo esto.

—Lo que pasa es lo que comenzó hace mucho tiempo. Mis tres hermanas se han enamorado de mí y yo no sé qué hacer. Estoy cansado de todo esto, sólo quiero poder relajarme por unos minutos sin tener que preocuparme por eso.

Estas palabras confundieron un poco a Clyde, quien se acercó a su mejor amigo y trató de consolarlo.

—Oye Lincoln, estoy seguro que ellas entenderán el modo en que te sientes. No puedes enamorarte de tus hermanas. Es sentido común.

Lincoln al escuchar esto no pudo contenerse.

—No se trata de sentido común ni nada de eso. Estamos hablando de mis sentimientos. ¡Yo, Lincoln Loud me he enamorado de mis tres hermanas y no sé como decidir entre ellas!.

—Creo que no puedo ayudarte con eso—. Respondió Clyde, quien estaba sorprendido y decepcionado al mismo tiempo por la declaración de su amigo.

Lincoln caminó hacia la puerta, la abrió y antes de irse se dirigió hacia su amigo.

—Claro que no puedes ayudarme Clyde, nadie puede—. Dijo Lincoln para luego salir del baño y dirigirse hacia su clase.

El día pasó relativamente lento, pero Lincoln no dejó que esto lo siguiera afectando. Él estaba cansado de no saber qué hacer, por lo que decidió reunir a sus tres hermanas y sincerarse.

Una vez en la casa, el albino aprovechó este momento en el que todos descansaban para dirigirse hacia su habitación, no sin antes avisarle a sus hermanas. Ellos subieron las escaleras y entraron sin que nadie lo notara.

Las tres parecían confundidas. ¿Por qué nos traería aquí?, pensaban. Lincoln, quien parecía nervioso, decidió comenzar a hablar.

—Bueno... Como saben, estoy enamorado de ustedes tres. El problema es que tengo que elegir solo una, y... Es difícil.

—Oh, por favor. ¿Por qué no te quedas con las tres?. Sería una buena comedia para contar—. Dijo Luan, quien parecía estar tranquila ante todo esto.

—Oh, claro que no. Esta es su decisión y debemos respetarle—. Le respondió Lynn. Ella parecía estar todavía molesta con su hermana ya que se esperaba lo peor de esta.

Lucy no dijo una sola palabra ya que no quería iniciar una disputa con las demás. Ella parecía ser la única que ya no buscaba problemas o competición con sus hermanas. De hecho, ella lo veía como algo que la más digna podría merecer.

Lincoln al ver como la tensión crecía y crecía entre sus dos hermanas, decidió interponerse entre ellas dos, separándolas.

—Ok, ok. Vamos a calmarnos—. Dijo el albino, mirando a sus dos hermanas por igual—. No hace falta ponerse tan tensos ya que tengo un plan.

—Oh claro, confiemos en Lincoln—. Respondió Luan entre risas para luego tomar el hombro de su hermano—. Ya en serio, Lincoln... Tus planes caen más que la bolsa de valores en 1929. Jajaja, ¿entiendes?.

El silencio inundó la habitación, podía notarse en las caras de todos como estaban incómodos con ese chiste.

—Oh vamos, es muy gracioso—. Dijo Luan, quien parecía estar molesta con sus hermanos.

Lincoln se sentó en su cama. Él parecía estar un poco cansado. Lucy al ver esto se sentó a su lado. Ella tomó la cabeza de Lincoln y la bajó hasta colocarla en sus piernas.

—¿Lucy, qué estás haciendo?—. Preguntó el albino, quien comenzó a ponerse cada vez más nervioso.

—Tranquilo, Lincoln—. Respondió Lucy para luego comenzar a acariciar la cabeza de su hermano—. Te entendemos y seguiremos tu plan porque confiamos en ti.

Ambas hermanas al ver esto dejaron de discutir y se sentaron una al lado de la otra. Todas intentaron calmar a su hermano, quien parecía cada vez estar más y más tranquilo.

—Muchas gracias chicas, las amo—. Respondió Lincoln mientras miraba a sus hermanas. Una sonrisa apareció en su rostro—. Les contaré mi plan entonces. Mi idea es tener una cita con cada una. Sin trampas, sin trucos y sin problemas. Luego de eso podré decidir con quien quiero estar. ¿Qué me dicen?.

Lynn y Luan parecían confundidas, pero Lucy sonrío colocó su mano en la mejilla de su hermano y comenzar a acariciarla.

—Es un plan esplendido. No podríamos haber salido con algo mejor—. Dijo Lucy, quien parecía estar de muy buen humor y positiva—. Sólo quiero que sepan que, aunque no me elijan a mí, yo siempre estaré muy feliz por la elegida. Les deseo suerte.

Lincoln se levantó de la cama para luego abrazar a sus tres hermanas. Él estaba seguro que todo mejoraría de ahora en adelante.

—Chicas... Muchas gracias por entenderme. Prometo dar mi mayor esfuerzo con todas. Dejaré que se preparen, y cuando todas estén lista, estaré más que dispuesto a comenzar—. Dijo Lincoln para luego abrir la puerta.

Las tres salieron de la habitación de la habitación mientras que Lincoln no podía más. El sueño no lo dejaba pensar bien, por lo que decidió acostarse en su cama y dormir un poco. Mañana sería un nuevo día.

Antes de dormir, Lincoln comenzó a recordar cada momento que había pasado con sus hermanas. Antes y después de todo esto. Todos pasaron por mucho, pero finalmente esto iba a llegar a su final, pensó el albino para luego quedarse dormido al fin.


¡Hola, espero hayan disfrutado este capítulo!. Sé que es un poco corto, pero prefería escribir eso a nada. He estado un poco ocupado con la escuela y demás cosas, ya que no solo estudio en la escuela. Espero sepan entenderme ya que quizás los siguientes capítulos tengan el mismo retraso. Intentaré dar lo mejor de mí para terminar esta historia, ¡un saludo, y espero terminen bien el domingo!

El dilema de las hermanas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora