11 ➳ Visita

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Su corazoncito se siente bien. Inflado, lleno. No sentía aquello desde que le informaron que había sido aceptado en la universidad, hace ya tres años. Aquel día había sentido emoción y felicidad, y sus padres lo habían llevado a comer a un restaurante temático para celebrar.

¿Es normal sentir tanta felicidad solo por escuchar que la chica que te gusta, le gustas de vuelta?

No lo sabe, pero la noche anterior, cuando terminaron de comer sus fideos y fueron a dormir, se sentía tan feliz que tuvo que abrazar a la chica antes de quedarse dormido. Y no en un modo sexual, como hace unas semanas le acomplejaba demasiado; era pura inocencia y ganas de estar con ella.

Así que, cuando escucha a Eunbin moverse para que le dé permiso y pueda ir a hacerse desayuno, Jeongin dice que no. Medio dormido y con sus ojos cerrados aún, entierra su rostro en el cabello de la chica, sin ganas de dejarla ir.

Y es extraño, porque él no es de los que suelen ser cariñosos, o por lo menos nunca le gustó aquello. Cuando tuvo su primera y única novia, Juna, ella fue la que se confesó primero. Eran algo así como amigos, ella se confesó, poco después él le pidió que fuera su novia, y comenzaron una relación que no duraría mucho por los celos de la chica. En esos dos meses juntos, a Jeongin no le nacía el ser muy cariñoso, y era ella la que buscaba que le diera besos y abrazos por doquier.

Pero ahora, quiere llenar de besos y abrazos a la chica acostada al lado suyo. Siente que podría explotar de felicidad.

Y sí, está bien... Cuando estuvo con Juna tenía apenas dieciséis. Era inmaduro y no sabía lo que era una relación, así que puso algunos límites al sentirse incómodo. Y ahora, con veintidós años, ya sabía que no tenía nada de malo demostrar amor a través de acciones, así que no debía poner barreras al hacerlo.

Aún así, de cierto modo, es extraño. Pero se siente bien.

"Debemos desayunar..." Escucha a Eunbin, al notar que él no se ha movido ni dado paso a que ella pueda salir de la cama "Acuérdate que hoy los dos trabajamos..."

"Pero es en la tarde" Murmura, como un niño pequeño.

Se quedan en silencio por unos minutos. Cuando Jeongin siente que el sueño vuelve a caer sobre ellos, la chica lo interrumpe, haciendo que dé un salto aún estando acostado.

"No sabía que eras así de cariñoso"

Bueno, él tampoco lo sabía.

"¿Te molesta?" Pregunta, con un poco de inseguridad. Quizás está poniendo a la chica incómoda.

"No. Está bien"

No puede verle el rostro, pero espera que la respuesta haya sido sincera. Se escuchó así.

Nuevamente silencio. Jeongin ya está pensando que probablemente no volverá a dormir.

"También noté que te gusta tocarme"

Al decir aquello, la chica pone su mano encima de la de él, que se encuentra en su cintura, debajo del pijama. Inmediatamente Jeongin se aleja, con las mejillas sonrojadas.

"Lo siento..."

Eunbin suelta una risa, y aprovecha que ha dejado ir su cuerpo para sentarse en la cama y mirarlo. Jeongin se oculta detrás de las sábanas.

"Está bien. No me incomoda"

Y no lo hace. Eunbin pensaba que rechazaría el que un hombre la tocara por bastante tiempo luego de lo de Jungwon, pero con Jeongin es diferente.

Se levanta de la cama. El chico sale de su escondite, mirándola estirarse y bostezar. Si Jeongin no supiera que ella duerme con shorts debajo de su camiseta, probablemente pensaría que está sin nada debajo, a juzgar por lo larga que le queda. Ella se gira hacia él, y este intenta aparentar normalidad, como si no se hubiese quedado mirando sus piernas segundos atrás.

Compañero de piso [Y. JEONGIN, AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora