Capítulo 20.

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Día número 4, mes número 2.

 -Él quiere verte a ti, no a mí. –Kendall me dijo serio, yo asentí-

-Si eso quiere él, aquí estoy. –Dije haciéndolo a un lado. Kendall solo me miró alejarme-

Entré al club. A ese maldito club donde me había convertido en un apostador. Está el billar, el cual me trajo más de 5000 dólares en una sola noche los cuales gasté a lado de Carlos Peña en pura cerveza en menos de 5 horas. Está la mesa de póker, están todas las malditas máquinas de monedas. Todo está como lo recuerdo.

-¡James Maslow! –Gritan mi nombre frente a mí. Alzo la mirada y una sonrisa aparece en su rostro- Bienvenido de nuevo, amigo. –Dijo con sarcasmo, yo tragué saliva-

-¿Por qué has vuelto? –Dije sin siquiera saludarlo. Carlos soltó una risa burlona. Yo aprieto los labios y pestañeo. Su puño se clava en mi mandíbula, Dios no lo vi venir-

-No pienses que te voy a dejar comportarte como un imbécil en mi club. –Dijo molesto. Yo limpié mi boca-

-¿Por qué volviste? –Repito lo que realmente quiero saber, él clava su mirada en mí-

-Volví por ti. –Dijo serio, reí un poco sarcástico-

-¿Y eso? –Dije viéndolo fijo a los ojos. Todos en el club comienzan a mirarnos-

-Me gusta tu novia, está buena. –Dijo haciendo que mi sangre hirviera-

-Deja a __________________ fuera de esto. –Dije molesto. Carlos soltó una risa fuerte, una risa que retumbó en mis oídos-

-¿Te enamoraste de tu apuesta? –Dijo burlándose. Tragué saliva-

-Eso a ti no debe importarte. –Dije molesto mirando hacia la nada, Carlos volteó mi cara con su mano-

-Sé que no debe importarme, James. –Dijo molesto, empujé su mano de mi cara-

-¿Entonces? –Dije molesto-

-Quiero hacerla mía, una y otra vez. –Dijo haciendo que perdiera el control. Mi puño golpeó su cara directamente, Carlos cayó al suelo-

-¡Te he dicho que dejes a ______________________ fuera de esto! –Grité molesto, dos tipos me tomaron de los brazos y Carlos se puso de pie- 

Golpe tras golpe. En la cara, en el estómago, en las piernas. Patadas en mi pecho. Caí hincado al suelo.

-Hey, ¡déjenlo! –Gritó Kendall fuertemente-

-¡Cállate maldito imbécil! –Gritó Carlos haciendo que también tomaran a Kendall por la fuerza. Lo golpearon tres veces en el rostro-

-Déjalo fuera de esto… -Dije apenas pudiendo hablar, Carlos hizo la seña de que sacaran a Kendall de ahí-

-Mira James, no solo yo sé de tu apuesta. –Dijo agachándose a mi altura. Yo no podía ponerme de pie- Kate, ¿la recuerdas? –Dijo riendo- ¿La chica que amabas mientras yo la follaba en mi cama? –Dijo dándome una bofetada, yo estaba indefenso. Mi cuerpo dolía por completo- Ella también lo sabe, James. –Dijo sonriente-

-No es cierto, si lo supiera ya lo hubiese dicho… -Dije limpiando la sangre de mi rostro-

-No lo ha hecho porque se lo he prohibido. –Dijo serio- Pero tiene al hermano de __________________ cada vez que quiere entre sus piernas. –Dijo haciendo que mi mirada cambiara por completo-

-¿Qué estás diciendo? –Dije sorprendido-

-Tú decides, se lo dice a Logan entre gemidos, se lo digo a __________________ con un vídeo verídico… -Mi mente estaba perdida, estoy jodido- O me dejas follarla. –Dijo serio, clavé mi mirada en él-

-Eso nunca. –Dije molesto, logré ponerme en pie nuevamente-

-Entonces despídete de _________________. –Dijo enfadado, tragué saliva-

-Volveré a las andadas y será bajo tú mandato. –Dije serio, Carlos me miró fijamente a los ojos-

-No eres capaz. –Dijo retándome. Bajé la mirada, pensé las cosas claramente en menos de cinco segundos y regresé mi mirada a la de él-

-Lo haré, pero deja a ___________________ fuera de esto. –Dije serio. Carlos asintió lentamente-

-¿Estás consciente que deberás engañar a ________________ cada vez que yo lo desee? –Tragué saliva mientras Carlos sonreía-

-Estoy dispuesto a hacerlo todo mientras _________________ no se entere de la apuesta. –Dije serio. Carlos sonrió y estiró su mano-

-Palabra de apostador. –Dijo riendo, estiré mi mano y la estreché con la suya-

-Palabra de apostador. –Cruzamos la mirada por un segundo. Me di la media vuelta y salí del club a como pude. Divisé a Kendall en su coche y caminé hasta él. Tenía el labio inferior hinchado y unas cuantas gotas de sangre alrededor de su nariz, su ojo izquierdo estaba morado-

-¿Estás bien? –Preguntó preocupado, traté de sonreír. Mi cuerpo dolía demasiado, no podía siquiera mantenerme en pie. Kendall lo notó y colocó mi brazo alrededor de su cuello. Tomé un sorbo de aire y escupí las palabras al instante-

-Soy El Apostador de nuevo. –Dije serio, Kendall giró su cabeza y me miró fijamente a los ojos completamente incrédulo. Yo tragué saliva-

Los dos sabemos lo que significa. Todo va a cambiar, todo será igual que antes. Todo se convertirá en mierda nuevamente.

El Apostador - @GabrielaMaslowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora