Recuerdo cuando salió esa película, yo no había visto ninguna de las anteriores; pero tú me propusiste ir a ver la tercera parte recién estrenada. Por supuesto, acepté en el momento en el qué me dijiste que toda la historia giraba en torno a un perro -y bueno, claro está, porque suponía pasar un rato contigo-. Fue un miércoles de junio.
Hacía dos o tres días yo había ido con una amiga a una juguetería con la intención de comprar un regalo de cumpleaños, y, puede que por efectos secundarios de cierta sustancia, o puede que por ser simplemente genial, me enamoré de un peluche de búho, totalmente adorable.
Aproveché que había acordado contigo en vernos en el mismo centro comercial dónde estaba el cine y la juguetería. Antes de encontrarnos fui a comprar el peluche.
Recuerdo que en un principio no me entusiasmaba la idea de salir de casa, pero me lo pasé genial al final.
Cuando nos vimos, también tú te enamoraste del peluche -normal, por otra parte-; de modo que te lo quedaste durante toda la película y te resistías a devolverlo.
Finalmente la película me gustó mucho, probablemente me gustó más de lo normal por el hecho de verla contigo.
Al salir de la película, me llevaste en coche hasta mi casa, aunque estuviese a 100m del centro comercial.
Le tengo cariño a ese día~ Gracias por proponer el plan.
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Cómo nos descubrimos.
RomanceYo que sé si nadie va a leer esto de todos modos, por favor, si encuentras esto, no lo leas. Es una historia poco común llena de clichés.
