6

117 13 4
                                    

Zeus no me daba miedo, para nada. Pero se estaba comportando demasiado maduro para un Dios como el y eso era lo que me asustaba.
En la Sala del trono había un ambiente demasiado diverso lo que me confundía, me extrañaba que no estuvieran gritando.
Mis madres me miraban feliz principalmente Afrodita, lo que me alertó. Mi padre no se encontraba como imaginaba ya que me había hecho una visita cuando estaba nadando en la playa y me había informado de algunas cosas.
Apolo estaba expectante apretando con fuerza los reposabrazos de su trono como si se estuviera obligando mantener la calma, pero a veces fallaba ya que hacia como que quería levantarse pero con una mirada de su padre volvía a su sitio.
Estoy perdido.
Artemisa miraba a su hermano confundida, creo que ni siquiera a notado mi presencia lo que me alivia lo que me hace pensar que no han descubierto nada.
Atenea no ha apartado sus ojos de mi analizando cada uno de mis movimientos cuando salude a mis madres y me coloque en el medio de la Sala esperando a que Zeus hablara.
Ares tampoco se encontraba lo que fue un gran alivio ya que no tenía ganas de soportarlo.
Hermes estaba tan concentrado escribiendo algo en unos papeles que no se había dado cuenta que Hefesto había tomado su caduceo y lo empezaba a tocar con un martillo como si estuviera pensando en hacerle algunas mejoras. Desde aquí escuchaba a las serpientes de este, más bien a George quien pedía ayuda a gritos siendo ignorado completamente por todos.
No había más nadie así que conside,re que estoy de suerte, no todos los días se encontraba el Olimpo tan vacío.

— no quiero ser grosero pero no tengo todo el día — murmuré viendo como Zeus empezaba a mirar su rayo con parsimonia

Casi suelto una carcajada al ver como un enorme pavo real aparecía en el regazo del Dios provocando que este soltara su precioso rayo por el susto.
El ave era colorida como para ser un ejemplar macho pero al parecer me equivocaba...

— niño insolente — me chilló el pavo real erizando las plumas al ver como miraba hacia otro lado sin poder aguantar la risa

Era gracioso ver como el pavo decía insultos hacia mi persona mientras era acariciado por el rey de los dioses al cual no se le veía la cara ya que era tapado por la enorme cola del ave.

— que le pasó? — pregunté a Apolo quien era el que más cerca se encontraba

— Hera tuvo un pequeño incidente — me respondió con la voz entrecortada haciendo esfuerzos para no reírse

— una crisis de nervios? — pregunté pero me arrepentí cuando la diosa empezó a batir sus alas en mi dirección dando chillidos

— cariño contrólate por favor — suplicó Zeus quien aguantaba a una histérica Hera pájaro

— me están faltando el respetooo — gritó y ni Atenea pudo mantener su cara de póker ante el chillido que le salió

— ¡Atenea! — regañó Zeus a su hija al ver como esta se llevaba una mano a la boca tratando de disimular, en vano

— lo siento — se disculpó esta y desapareció en una luz dorada

— padre no ha podido descansar mucho por eso está tan.... callado — me susurró Apolo , ahora entendía muchas cosas

— Ah ya y emm.... para que me hicieron venir?

— las reglas no se pueden romper Jackson

— eh? — estaba confundido y creo que lo noto ya que aclaró

— Apolo es un Dios por si no te has dado cuenta, no puede interactuar con mortales

Oh vaya que alivio, era eso. Tanto lío para esto, es verdad que son dramáticos.

— por si no te has dado cuenta ninguno de los que van a la Misión son mortales — le corregí relajando mi postura — no es una misión cualquiera y descuida que lo tendré controlado

My life 2 : DistrustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora