IKIKAERU | EREN JAEGER

06| ᴅɪsᴛᴀɴᴄɪᴀ

╭━──━─≪✠≫─━──━╮

ᴇᴘɪꜱᴏᴅᴇ 06
ᴅɪꜱᴛᴀɴᴄᴇ

╰━──━─≪✠≫─━──━╯

,

ᴅᴏꜱ ᴊᴏᴠᴇɴᴇꜱ ᴠɪᴀᴊᴀɴᴅᴏ ᴇɴ ᴜɴ ᴄᴀʙᴀʟʟᴏ. ᴜɴᴀ ᴇxɪꜱᴛᴇɴᴄɪᴀ Qᴜᴇ ᴘᴜᴇᴅᴇ ʙʀɪɴᴅᴀʀ ᴇꜱᴘᴇʀᴀɴᴢᴀ ᴏ ᴘᴇʀᴅɪᴄɪᴏɴ ᴀ ʟᴀ ʜᴜᴍᴀɴɪᴅᴀᴅ

,

—LA BRISA CHOCABA contra sus mejillas, revoloteando parcialmente mechones alargados de su melena gualda deslumbrante, la cual entre pequeños periodos se movía de manera suave con el viento, pero sólo parcialmente puesto la frasada que mantenía sobre su cabeza le impedía el movilizar apresurados de aquellos hilos dorados que se escapaban sin desenfreno de aquella tela cubierta, a la par que al cabalgar su cuerpo se entremecia ante el miedo sentido. Solo una vez había montado a caballo, y además fue justamente cuando apenas era una niña, tomando en cuenta su temor por aquel entonces casi fue expulsada de la yegua por el capitán Levi en el pasado.

Pero, lo que más le incomodaba aparte del inoportuno viaje en caballo era sin duda la presencia masculina de aquel varón de melena azabache y orbes esmeraldas, el cual estaba posado justo detrás de ella mientras estiraba los brazos a los costados con total serenidad, tomando por las riendas al purasangre mientras seguía el paso del equipo de investigación.

Freya podía sentir como el pecho del muchacho se pegaba sin remedio sobre su femenina espalda, apreciando el palpitar constante del corazón del joven detrás, además de como su respiración subía y bajaba tan detalladamente. La Sjöberg también podía sentir el aliento caliente que expulsaba el muchacho entre exhalos sin pudor sobre la misma, gracias al ajetreo de aquel cabalgar tan duradero, por el extenso viaje, el aura caliente del respirar pausado del Jaeger rosaba sin remedio ni impedimento sobre su oreja, sonrojando tanto la misma como sus ahora colorados mofletes bermejos intensos gracias a la vergüenza e incomodidad que todo su ser podía expresar.

Aquel viaje a caballo era altamente incómodo, en todo el sentido de la palabra.

— ¿Puedes dejar de temblar?... — la voz masculina provocó un pequeño sobresalto sobre su femenino cuerpo, causando que Freya diera un saltito sobre su lugar ante el imprevisto hablar del contrario. — Lo digo en serio, se me hace incómodo llevar así al caballo — formuló en un susurro el muchacho, no podían hablar entre sí puesto serían aprendidos por el capitán Levi.

Eren estaba consiente del nerviosismo que la muchacha desprendía. Podía sentir claramente como la fémina temblaba de nervios sobre el caballo que avanzaba junto al escuadrón. Al saber que la chica no tenía experiencia alguna montando a caballo decidió que él mismo iría detrás, desde luego así la muchacha tendría más seguridad al momento del trote apresurado de los cascos del corcel, ya que, si la muchacha iba detrás podría caerse por no sujetarse bien, contando que aquellos caballos medían aproximadamente más de lo normal podía ocurrir un accidente. Pero, para su buena o mala suerte era una decisión que sin dudas no volvería a tomar, puesto que la incomodidad que la chica desprendía le dificultaba manejar al caballo.