Capítulo 2

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Capítulo 2.

Palacio de Buckingham, Inglaterra.

Amelia

Amelia se levanto hoy con un aire diferente.

Se levanto mas temprano que decostumbre, tomo su baño y se empezo a vestir. Se puso el mejor vestido que tenia mientras se peinaba su larga cabellera negra sin ayuda, luego bajó las escaleras casi corriendo.

Hoy amelia habia decidio que iba a pedir un momento a solas con su compañero.

Hoy queria estar con el, aunque solo sea ella quien hablara, no importa si el solo se sentaba en silencio sin decir una palabra o si participaba en la conversion. No importaba, ella solo queria estar cerca de el, poder oler su ensecia y tal  vez, solo tal vez, acercarse tanto a el como para tocarlo, solo un pequeño roze, la diosa sabia que eso seria suficiente.

Se dirigio al pasillo donde sabia que estaba su estudio. Amelia conocia el palacio como la palma de su mano, y no faltaba más, si se habido criado practicamente en el. No habia un solo lugar en el palacio que ella no habia entrado, incluso, una vez entro a su dormitorio. Se sonroja con el solo recuerdo.

Cuando llego a su estudio habia un guardia afuera, este le hizo un pequeña reverencia cuando la vio.

''Su alteza, como puedo ayudarla''

''Quisiera–'' comento amelia rapidamente, —despacio—se dijo así misma "quisiera tener un momento a solas con su majesta por favor''

El guardia asintio y le dijo que le diera un momento y lo vio desaparecer por la puerta mientras ella se quedaba mirando la puerta fijamente. Junto sus manos y trato de tranquilarse, pero era imposible, su esencia estaba por todo el lugar. Despues de unos minutos el gurdia salio y le dijo que el rey  no podia atenderla ahora mismo porque estaba ocupado, pero si quería podia dejar el mensaje con el.

Amelia sintio como su corazon se estrujia. ¿Que clase de compañero no podia hacer tiempo para su compañera?

Amelia se sintio un poco molesta.

El no le habla, de hecho, la ignoraba completamnente. No lo veia la mayor parte del tiempo y cuando lo hacia el se mostraba indiferente y ni siquiera le dedicaba una mirada, como si su sola precencia lo repugnaba.

Amelia miro el gurdia nuevamente y dijo con una voz mas firme. ''digale que es importante''

El guardia hizo una reverencia con la cabeza y se volvió a desaparecer por aquella gran puerta. Amelia espero un par de minutos mas mientras sus manos sundaba y se las limpia continuamente en su vestido.

El guardia volvio y ella lo miro esperazada mientras su corazon latia fuertemente en su pecho.

''Su alteza no puede recibarla en este momento. Si quiere le puede escribir lo que desea decirle y yo se lo  hare llegar...''

Amelia dejo de escuchar al gurdia mientras sentia que las lagrimas se acumulaban en sus ojos. Un fuerte sentimiento que no habia sentido un mucho tiempo fluyó por sus venas. Furia.

La furia se mezclo con la vergüenza que sentía, esta la envolvia completamente, se imagino entrado a su estudio y ver que eso que lo mantenia tan ocupado. Gritarle que se ha comportado como un batan con ella, quería, queria decirle que para que quiere casarse con ella si solo la  ignoraba. Se imagino entrando alli y decirle todo lo que ha querido decirle desde el dia que se reconocieron.

Pero no lo hizo.

No ella nunca le reclamaría, nunca se quejaría, no con el.

Le dio la espalda a la puerta  y al guardia que se encontraba hablando todavía y se dirijo a su dormitorio sin importar que se viera de mala educación. Llego a su cuarto y se encerro en el durante lo que restaba de dia. Lloro hasta el amanecer. Se levanto al dia siguiente con los ojos un poco hinchados y con la mirada perdia. Las semanas pasaron rapidamente mientras seguia tomando sus clases de protocolo, no tuvo que procuparse por encontraselo, ya que no lo volvio a ver en los ensayos de la boda, porque nunca volvio a asistir. No lo vio durante dos meses completos, hasta el dia de hoy.

La habia llamado a su estudio en la tarde para hablar sobre la boda que ya quedaba solo una semana para que se llevara acabo.

Ella fue caminado despacio sin ganas de verlo, porque aun se sentia muy herida y mas después que no tuvo la decencia de presentarse a los ensayos de nuestra boda. Ni siquiera una disculpa, ni una carta.

Amelia respiro profundo y trato de controlarse.

El guardia de aquella vez la miro y hizo una reverencia.

''Buenas tardes su alteza, por aqui por favor, su majesta la esta esperando''

Que la diosa la ayudase.




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Nota de autora: Ok, aquí el segundo capítulo. Tengo que decir que no daré fecha de actualización (lo siento chic@s) trataré de no tarde tanto, no quiero que pase lo mismo con mi primera historia. Pero les aseguro con haré lo mejor

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⏰ Última actualización: Jun 11 ⏰

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