Atrapado en la corriente
del tiempo,
yendo y viniendo a su antojo.
Con luz en los ojos,
con bondad en el corazón,
con palabras idiotas o sabias,
con veloces zancadas.
Así transcurre la corriente,
fría y rápida
como la muerte.
Los misterios no se hablan,
se desvelan
mientras la mente duerme
y la conciencia miente.
Si cierras los ojos
quizá puedas ver,
o no, lo que acontece.
El rumor lejano,
el murmullo insistente
de la vida que prevalece.
Tarde o temprano
Arderas, consumiendote al final.
Repentino viento imaginado, y
Devolver lo prestado tendrás.
Inconsciente no seas
Si sobrevivir quieras.
