The Lord & The Lunar Son [PAUSADA]

CAPÍTULO 1

El sonido de mi respiración agitada y el fuerte palpitar de mi corazón retumban en mis oidos, junto con el sonido de mis desesperados pequeños pasos mientras corro en el mórbido y frío bosque oscuro.

Puedo sentirlo detrás de mi.
Sus pesados pasos que hacen tronar las ramas y hijas secas en el suelo, siendo aplastadas por sus gigantesca patas negras que amenazaban con atraparme en cualquier momento.

No puedo seguir más, mis piernas comienzan a sentirse adormecida por el esfuerzo físico que estoy realizando.

Mi visión se nubla por las lágrimas que corren como una cascada a lo largo de mi rostro iniciando su camino por mis ojos.

¿Cómo llegue a este punto?

Recuerdo que estaba persiguiendo a ese lindo zorro rojo mientras pensaba en atraparlo para mi madre, cuando de pronto, este gran monstruo emergía de la oscuridad entre los matorrales.

No me di cuenta de la oscuridad que envolvía el bosque al estar demasiado ensimismado siguiendo al pequeño zorro.

Ni siquiera me di cuenta de cuándo cayó la noche sobre el el lugar, hasta que el grito de guerra de ese monstruo salió de su hocico amenazando mi vida.

¿Cuánto tiempo llevo huyendo?

Mis piernas, no aguantan más, la prueba de ellos es que ahora mismo estoy tirado en el suelo, arrastrando me mientras pido a Dios que me salve.

Tengo miedo.

No quiero morir.

Por favor, que alguien me ayude.

Por favor, que alguien me salve.

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¿Quién dice que los sueños y las pesadillas no son tan reales como el aquí y ahora?

-Jhon Lenon

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Tengo recuerdos de cuando era inocente.

Recuerdos, donde estoy riendo y brincando por el bosque sin preocuparme de nada más que adivinar lo que el chef prepararía para la cena.

Recuerdo que ese día estaba tan emocionado porque sería la primera vez que "participaría" en el evento anual de cacería del Reino.
No podía dejar de agitar mi pequeña pistola de bolsillo mientras alegremente cantaba sobre el zorro que planeaba cazar.

También recuerdo que no se suponía que estuviera en ese lugar. Mi edad no era la adecuada para ello, sin embargo me logré colocar en unas de las camionetas destinadas a llevar las provisiones para los cazadores.
Fue una inocente escapada que terminó como un gran punto de inflexión en mi vida.

Mi inocencia se perdió al ser espectador del mundo cruel que me rodeaba.

Ahora mismo me encuentro en mi cama, mi cuerpo sudoroso y tembloroso aún recuerda ese sueño, ya han pasado 17 años desde aquel día, sin embargo, el terror que sentí entonces sigue apoderandose de mi cuerpo ahora adulto.