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-Por qué carajo tiene que pasarme esto a mi..- se quejó en voz baja mientras se frotaba el rostro con ambas manos de manera desesperada.
No podía sacarse de su mente el rostro lujurioso del albino, sus labios rojizos entre abiertos soltado pequeños gemidos mientas la piel aperlada de su pecho subía y bajaba cubierta por una pequeña capa de sudor olviendolo aún más excitante, sus intensos ojos violeta que le dedicaban una mirada llena de deso.

Toda aquel absurdo sueño haba sido tan real...
Más de lo que le hubiera gustado a decir verdad, en un vano intento por olvidar todo aquello se repetía incontables veces que sólo había sido un sueño,.Un simple sueño.
Pero en cuanto menos lo esperaba aquellas imágenes del albino volvían a golpear su mente provocándole un escalofrío que recorría toda su espina dorsal hasta llegar a la punta de sus pies,  sin mencionar las inmensas ansias que le hinundaban al pensar en el echo de que en unas horas tendría su sesión con hidan

Pero tenía que ser maduro y profesional,  aquel sueño no tenía que afectarle y no tenía algún "significado". Inconscientemente llegó a su memoria una vaga conversación con  konan, no había presentado mucha atención pero recordaba haber escuchado algo referente al los mensajes de los sueños.

Se dice que los sueños son simplemente ideas locas de nuestra mente,  por eso aveces son un poco desquiciados y no siguen una línea de tiempo...
Pero cuando tienen esta línea se dice que tienen un gran significado, deseos que nos negamos a aceptar o que simplemente es nuestro destino y alguien importante así lo quiere.

Al recordar las palabras de la pelimorada, kakuzu no pudo evitar sacudir su cabeza de un lado a otro, esas ideas le resultaban absurdas,  aunque no negaba que había ciertas cosas que coincidan En sus últimos sueños.
Nunca en su vida había tenido esa clase de sueños,  menos con alguien de su misión sexo, hasta ahora y algo curioso que recordaba era que en todos esos sueños hidan vestía las mismas prendas al igual que una extraña cinta solía estar atada al cuello del albino,  era una tela grisácea con una plaqueta de metal adherida a esta,  también recuerda vagamente que está tenía un extraño símbolo grabado.

-Si no mal recuerdo era así..- habló en un susurro mientras tomaba una hoja para después dibujar en esta.
Observó por un par de segundos aquel garabato hasta que una idea cruzó por su mente, sacó su móvil de entre sus bolsillos para hacer una llamada
- Necesito que busques información sobre este símbolo,  ya te mando una foto.- habló de manera rápida sin dar tiempo a que el otro respondiera, kakuzu ya había colgado.
- Esto es absurdo... -

(…)

- Dime Hidan... En verdad no piensas bajar tu guardia con el? .. - Aquella voz tan conocida volvió a atormentar al albino quien se encontraba sentado en pose de loto.
- Ni mi guardia ni mi culo pienso bajarle a ese estúpido . - Habló con una notoria molestia y un rojo intenso en sus mejillas. 
Hidan era consiente de los supuestos "sueños" del moreno, sabía que su amado dios era el responsable de eso  pero no podía y tampoco quería volver a discutir con su superior.
tal vez sea hora de decir la verdad no lo cres?.- habló de manera calmada mientras que de entre las sombras se comenzaba a ver una figura humana.

Hidan abrió los ojos de sobremanera quedando atónito ante la imponente figura frente a él, en todos esos años conviviendo con el mayor solo le había visto alrededor de algunas tres veces en persona, ya que este siempre solía permanecer en las sombras, aconsejando y guiando al albino desde la infinita y abismal oscuridad. Su sola presencia le  ponía la piel de gallina a cualquier qué lo viese,  su mirada intensa y penetrante como si de las más afiladas dagas se tratarán, las cuales perforaban cada parte de tu ser sin descaro alguno.

Su alta y gran figura solo aterraba aún más,  probablemente le sacaba una o dos cabezas  mas de alto a un caballo pura sangre,  sin mencionar aquella aura tan imponente que poseía,  aquel que se atreviera a pararse frente a él  tendría una muerte segura.

LA LOCURA DE AMAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora