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5:30 AM...
(...)

- es un jodida broma cierto?...- hablo el albino quien se encontraba nuevamente en el cuarto de investigación, atado a la silla de acero.
- No..- contesto el mayor quien está vez se encontraba sentado frente al albino con una libreta de apuntes, después de lo sucedido era mejor tomar distancia.
-Pues no se de qué mierda te va a servir tenerme aquí!, Crees que con simplemente "charlar" vas a curarme?!, Además de quien coño fue la puta idea de traerme a este jodido lugar a las malditas 5 de la mañana!?- hablo con notoria molestia en su voz.
-Dicen que nunca es malo un poco de compañía.- contesto kakuzu., Y es que estuvo pensando lo que la pelimorada le había dicho.."todos necesitamos a alguien"..,el moreno pensó que tal vez Hidan actuaba de ese modo por querer llamar la atención y que tal vez se sentía solo, ya más de una vez había tenido pacientes con ese tipo de problemas.

-y desde cuándo una persona quiere pasar tiempo de "calidad" con un maldito "loco"?!.- reclamo el ojivioleta.
-No creo que seas un loco, solo eres un idiota queriendo llamar la atención.- respondió kakuzu de manera seca.
-No,no,no,no... momento..quien carajo dice que quiero llamar la atención?!,No soy un jodido adolescente con problemas para socializar!,- grito alterado el albino.
-Tienes razón...No eres un adolescente pero te comportas como tal.- contesto de manera burlona haciendo que Hidan se molestara, pero de cierta manera lo pensó un poco..
Y sin decir nada más salió de aquella habitación ignorando completamente los gritos y reclamos de su paciente por dejarlo nuevamente en ese lugar.


- Konan necesito que llames al psicoanalista.- hablo el moreno una vez que salio de aquella habitación.
- Eh?...a itachi-san?.- pregunto la pelimorada quien había esperado al moreno fuera de la habitación, debido a lo ocurrido anteriormente prefirió tomar su distancia con el peliplata.
-Necesito su opinión respecto a este paciente.-contesto mientras comenzaba a caminar en dirección a su oficina.
-Lo llamaré enseguida.- hablo la pelimorada quien iba a paso veloz tras el mayor mientras lo anotaba en su agenda
-bien.., también necesito que llames al doctor Deidara y le pidas una cita, necesito preguntarle algunas cosas.- finalizó.

12:45 PM..
(...)

-Vaya!! Me es una gran sorpresa que alguien como usted haya solicitado mi ayuda hum!- hablo de forma alegre el rubio.
-Ah qué se refiere con eso de "alguien como usted"?- siendo sincero, Kakuzu creyó que el ojiazul se burlaba.
-Oh!, No malinterprete, me refiero a que me es casi como un privilegio el que usted pida mi ayuda, se que es uno de los mejores psiquiatras reconocidos a nivel nacional!, Sin olvidar sus demás profesiones por supuesto.- halago Deidara haciendo que Kakuzu se sintiera un poco sofocado así que decidió ir directo al grano.

-Bueno en realidad quería charlar con usted sobre uno de mis pacientes que hasta hace poco fue uno de los suyos, me refiero ah Hidan Yhugaku.- en cuanto Kakuzu pronunció el nombre del peliplata, el rostro de Deidara cambio a uno serio y completamente distinto.
-En realidad no tengo mucho que contra sobre el.- hablo soltando un pesado suspiro.
-Aunque sea poco no importa-. Insistió.

-Si le soy sincero, nunca supe cuál era realmente su problema, al principio pensé, tal vez esquizofrenia?,No.. normalmente las personas que sufren este problema son impulsivas, tienden a hablar solos y todo eso... Hidan era diferente, lo mantenía vigilado las 24 horas del día pero nunca mostraba signos de esquizofrenia o de ser un psicópata!, Simplemente se la pasaba todo el tiempo sentado en el piso de su habitación, como si esperara pacientemente algo o ah alguien, cuando lo visitaba para su tratamiento se la pasaba hablando de su dios ficticio.- hablo de manera calmada mientras se removía un poco en su silla, Kakuzu no pronunciaba palabra alguna, simplemente escuchaba con atención al rubio.

LA LOCURA DE AMAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora