A la temprana edad de los 4 años, los Quirks suelen manifestarse en infinidad de posibilidades. Izuku Midoriya acababa de cumplirlos y se encontraba celebrando muy felizmente con su madre en su departamento. El infante estaba bastante contento, ya que ese era el día en que finalmente recibiría su Quirk, esperando que sea uno bastante vistoso y poderoso para ser como el mejor héroe de todos: All Might.
"¡Vamos mamá, tenemos que ir al doctor para saber cuál es mi Quirk!"
Izuku casi gritaba y saltaba de la emoción en la puerta de la entrada con tal solo el hecho de pensar que tipo de Quirk tendrá. Su madre le sonrío dulcemente mientras se colocaba su abrigo y ayudaba a vestir el de su hijo. Una vez listos, salieron de su apartamento y se dirigieron al hospital en el cual tenían una cita reservada.
Al llegar, Inko sintió el pesar y la perdida en el aire, una sensación que siempre odiaba de los hospitales. Aunque en esta ocasión, era todo lo contrario, era el día en el que su hijo tendría el Quirk que tanto anhela y ser como su héroe preferido, simplemente estaba feliz de que su hijo estuviera radiando tanta vida. Sonrío ante el pensamiento cuando estuvieron frente a la recepción, Inko mencionó que tenía una cita ese día. La recepcionista verificó los datos que le entregó y amablemente le pidió que esperara unos minutos antes que la llamaran. Inko agradeció cortésmente para después sentarse en una de las salas de espera.
"¡Mami!" El pequeño rayo de sol de Inko llamó su atención jalando enérgicamente parte de su abrigo.
"Dime, Izuku" Respondió suavemente la mayor mientras acariciaba el pelo de su hijo.
"¿Qué tipo de Quirk crees que tendré? ¿Uno de mutación? ¿De emisión? Ohhh. ¿Podré transformarme?"
Curiosidad y alegría desbordaba de cada palabra del niño. Inko por otra parte admiraba el hecho de que su hijo supiera siquiera los tipos de Quirks para su corta edad.(Debido a su casi obsesión por las particularidades.) A decir verdad, aveces consideraba si era sano darle tantos libros sobre las dichosas habilidades únicas. Francamente, no le importaba mientras su hijo aprendiera.
"No lo sé, Izuku. ¿Qué tipo de Quirk te gustaría tener?"
"¡Quisiera tener uno como el de All Might! ¡Para salvar a las personas con una sonrisa como el siempre hace!" Respondió enérgicamente alzando su pequeño puño en el aire y con una gran sonrisa. Inko río ante tal energía que demostraba su hijo cuando se había algo relacionado con Quirks.
"Izuku Midoriya, consultorio 3, por favor."
La voz de la recepcionista resonó por los pasillos cuando habló a través del micrófono.
"Vamos, Izuku" Inko tomó la mano de su hijo, guiándolo por los pasillos hasta la habitación mencionada. Giró el picaporte y abrió la puerta con su mano libre, revelando el consultorio blanquecino y a un doctor de tercera edad sentado en su escritorio, firmando algunos papeles. Detuvo lo que estaba haciendo cuando noto a la pequeña familia parada en la puerta.
"Supongo que es usted la señora Midoriya y el es el pequeño Izuku, ¿no?"
El doctor dijo con una pequeña sonrisa y con un gesto de su mano les indico que pasaran. Inko asintió ligeramente antes de cerrar la puerta tras de ellos. Se sentaron al frente de él con Izuku en el regazo de su madre, meciéndose a ambos lados de la emoción.
"Bueno, supongo que vienen por el análisis de Quirk, ¿verdad?" Dijo el doctor más afirmando que preguntando.
"Así es. Izuku cumplió justo ayer los 4 años y estaba muy emocionado por saber que tipo de Quirk tendrá, no ha parado de pensar en ello." Mencionó Inko en una pequeña risa al final de su oración. Era verdad, su hijo desde que empezó a tener un poco de conciencia, tomó un interés particular en el porque todas las personas eran tan distintas entre sí. Y ahí fue cuando finalmente supo que era los Quirks.
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Emociones de Fuego (Izuku x Kyoka)
FanficIzuku Midoriya se hace el análisis de Quirk y resulta tener uno con gran poder. La emoción y alegría no duraría mucho y su vida cambiaría en solo un par de minutos, sumiéndola en un abismo. Todo hasta que encuentra a alguien que lo saca de ese inf...