Capitulo 7.

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Luego de aquel beso una gran ambición se apodero de la mente de la bruja. Con cada beso que la humana le daba, con cada caricia y con aquel fuego creciendo en su interior  se pregunto si sentía aquello tan grande con una  acción tan insulsa como besarla, ¿que pasaría cuando arrojara a la mortal al caldero?, acaso que tan espectacular seria aquella sensación que le provocaría aquel gran acto. No podía negar sentir cierto afecto por la humana pero se pregunto si aquello que creía sentía no era  mas que nada por lo que la humana le estaba entregado. Valentina no dejaba ser una bruja, su plan no dejaría de continuar. 

-¿Te gustaría acompañarme a un lugar?.- pregunto la bruja a la mortal. 

La pobre Juliana quien a este punto estaba mas que perdida por Valentina no dudo en afirmar.

Una gran sonrisa se apodero del rostro de la bruja, podía sentir como el alma de Juliana ya era suya, podía sentir el poder.

Caminaron de la mano, pero no era igual, Valentina se apresuraba por llegar  como un león hambriento en busca de su presa. Mientras que Juliana solo era arrastrada hacia aquel misterioso lugar.  

Los pasos a seguir eran los mismos que hace millones de años, la llevaría hasta lo que parece ser su departamento, donde hay un portal por el cual entro Valentina a este mundo y saldrá. Allí solo le preguntaría si deseara con todo su corazón entrar y si la humana afirmaría aquel hecho al cruzar el portal no tendría escapatoria.

Cuando iban subiendo por el ascensor Valentina no quería ver a los ojos de Juliana por alguna extraña razón solo tenia su mirada fija en el suelo intentando converse una y otra vez que aquello no era nada malo, nunca había sentido lastima por una alma presa, pues esta era su naturaleza, no le preguntas a un león porque come un antílope de la misma forma en que jamas le preguntarías a una bruja sobre su sacrificio simplemente pasa. 

-¿Todo esta bien?.- pregunto Juliana con vocecita inocente logrando que la bruja sintiera algo extraño en su interior, ¿acaso era culpa?, no podía ser culpa se dijo a si misma.

-Todo esta perfecto.- respondió intentando poner una sonrisa en su rostro pero fallo. 

Juliana comenzó a ponerse insegura, el hecho de que Valentina no le sostuviera la mano como hace horas lo venia haciendo llamo su atención, se pregunto si había hecho algo mal. 

Faltaban dos pisos para llegar y Valentina por impulso detuvo el ascensor. 

-¿Todo esta bien?.- pregunto Juliana asustándose por la sorpresiva frenada. 

Valentina se quedo observando el suelo pensando en que acababa de hacer y en lo que deseaba hacer, pero lo que debía hacer era lo que mas la torturaba. 

Antes de robarle el alma a la mortal tal vez podría saborearla un poco, se dijo. Pero la realidad era que estaba desesperada por embriagarse de aquella joven de todas las formas posibles, Valentina no quería reconocerlo pero aun siendo ella la bruja, Juliana era quien la había hechizado.

-Te deseo.- confeso la bruja acercándose a la mortal. puso ambas manos en la mejilla de Juliana quien al oír eso sintió un calor apoderarse de su cuerpo. Sin perder el tiempo fue la humana quien comenzó con los apasionados besos.

Ambas se deseaban de la misma forma, loca y desesperadamente. 

Valentina comenzó a desabrochar los jean de Juliana y los bajo levemente un poco, llevo su boca hacia el abdomen y dejo pequeños besos sobre este. Luego miro hacia arriba, noto el deseo que sus ojos despedía miro hacia unos de lo espejos del ascensor y vio ese mismo deseo en los suyos, las pupilas estaban dilatadas de la misma forma que la humana, Sonrió a su reflejo, supo que al hacerlo perdería mas su cordura pero nada importaba. Levanto el cuerpo de Juliana y lo apoyo  sobre la barandilla esta envolvió sus piernas  alrededor de su cuerpo, llevo ambas manos hacia la camisa de Juliana y comenzó a desabrocharla sin dejar de verla, como una simple mortal podía ser tan perfecta, pero sobre todo no podía dejar de verla pensando como alguien tan inferior a ella podía tenerla a sus pies. Una vez que desabrocho la camisa la abrió exhibiendo el sostén de esta, traía uno negro de encaje, comenzó a  a pasar su lengua lentamente por  el cuello de la mortal, quien aquello la volvió completamente. Juliana tiro su cabeza hacia atrás al sentir los besos fríos de Valentina sobre su piel, vio su reflejo sobre el techo de ascensor, aquella no la olvidaría jamás. No se reconocía en el espejo pues nunca, jamás nadie la había hecho sentir como aquella chica, sentía que ardía desesperadamente y al mismo tiempo los besos de Valentina sobre ella su piel se asemejaban a la de un hielo frio y tentador recorriendo su piel, aquella sensación ambigua era sumamente placentera. Sintió como Valentina desabrochaba su corpiño para tener mas acceso a sus senos y intento ayudarla quitándose rápidamente la camisa y seguido el corpiño, el cuerpo de Juliana se había separado de unas de las paredes del ascensor y fue la bruja quien volvió a acercarla bruscamente al comenzar a besar sus pechos, su boca se  introducía cada seno con tanto cuidado y a la vez tanto desenfreno. Valentina volvió a mirar a a mortal quien parecía comenzar a desesperarse, saco su lengua y con la punta de esta solo rozo el pezón de la mortal. Quien gimió como respuesta.

-Pídemelo.- susurro Valentina a su oído. 

La excitación de Juliana era tan grande que apenas podía formular dos palabras. Es por eso que la bruja decidió tentarla un poco mas , llevo su mano hacia la ropa interior de Juliana y con sus dedos rozo circularmente el sexo de esta. 

-Sigue, por favor.- grito Juliana poniendo sus manos apoyadas a la pared en un intento de sostenerse aun mas pues parecía que se caería al vacío en cualquier momento. 

-Pídelo, dilo.- demando la bruja.

Juliana tenia las palabras justas desde el primer momento que la vio, algo en ella simplemente lo sabia. 

-Hazme tuya.- susurro Juliana mirándola fijamente. El pecho de Juliana subía y bajaba sin parar debido a su respiración agitada. 

-Siempre fuiste mía mortal.- respondió Valentina mientras su mano masajeaba el clítoris de la otra chica. 

Juliana era envestida una y otra vez llegando a mas orgasmos de los que pudiera contar. 

Mientras que Valentina supo una gran verdad una vez  que sus dedos se introdujeron dentro de la humana, al entrar en el cuerpo de ella, sentir su interior moverse una y otra vez parte de su cuerpo en el cuerpo de la otra supo que ella no era igual que las otras brujas y que había sabido aquella verdad desde siempre pues las brujas no tenían vicios, y ella si. Las brujas no eran débiles a la carne pero ella era mas que débil a Juliana. y sobre todo las brujas jamás se enamorarían de una mortal pues sin un alma es imposible amar pero ella lo supo aun antes de verla, supo que lo que sentía por aquella joven era mas que curiosidad. Lo que ambas tenían era un conexión mas allá de lo real, una conexión de corazón a corazón, el destino se burlaba de la lógica. 

-Afrodíti.- dijo en griego Valentina apodando así a la mortal refriéndose a la diosa de la belleza, del amor, la lujuria y el sexo, pues sentía que Juliana era la representación humana de aquella diosa. 

Siento las paredes del interior de Juliana contraerse con fuerza, y un grito retumbo por el ascensor.

-Vals.- dijo la mortal con sus ojos cerrados hacia el aire. 

Su nombre se oia mas especial cuando salía de los labios de la mortal. 

Hicieron el amor suspendidas en el aire, tal y como su relacion lo era. No tenían un suelo, ni un camino pero aun  así tenían ese momento, ese recuerdo. Ambas volaban desconociendo que tal vez solo podrían hacerlo por 24 horas, ambas se dejaban llevar no por lo correcto mas bien por lo inevitable.  El león iba en contra de su naturaleza y el antílope dejaba de tenerle miedo a la muerte. 









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We Fall In Love In October.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora