La prueba

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Ya habían pasado unos cuantos minutos dede que Naruto había emprendido su carrera hacia su casa, la cual ya se encontraba a escasos metros de el. Viendo esto, el pelirrojo dejo de correr para caminar hacia la puerta de su vivienda.

Cuando estuvo delante de la puerta, el chico suspiro profundamente para relajarse y recuperar su aliento. Una vez se tranquilizó, Naruto entro a la casa con tranquilidad, para luego dirigirse hacia el comedor, dónde al llegar pudo ver a su familia cenando.

Naruto:— Ya llegué— Aviso tranquilo mientras entraba a la sala, causando impresión y alegría en los presentes.

Kushina:— Naruto ? Que haces aquí ?— Pregunto viendo a su hijo extrañada, ya que siempre solía llegar a media noche.

Naruto:— Supongo que termine mi entrenamiento un poco antes de lo esperado— Respondió sin mucha preocupación mientras se encogía de hombros.

Mito:— Eso es perfecto. Así podrás cenar junto a nosotros. — Dijo una peli rubia entusiasmada mientras se levantaba de la mesa.

Naruto:— Si, supongo que sí. Que hay para cenar ?— Pregunto mientras era arrastrado por su hermana mayor hacia su asiento.

Kushina:— Ramen!!— Exclamó alegre mientras le servía el plato, haciendo que al pelirrojo se le generará una gota de sudor en la nuca.

Naruto:— Realmente tienen una adicción a esta comida— Pensó con gracia mientras cogía los cubiertos, para luego comer junto a su familia. Tras finalizar de cenar, el rubio se despido con la escusa de que estaba cansado, lo cual era cierto, pero realmente se fue para preparar las cosas para mañana, siendo la mayoría de cosas ropa y utensilios de entrenamiento.

Al día siguiente, por la madrugada, el pelirrojo se levantó de su cama con tranquilidad, para luego ver la hora, siendo las 4 de la mañana.

Naruto:— mmh, tengo una hora antes de que mi padre se despierte, creo que me dará tiempo— Pensó mientras cogía un lápiz junto a una hoja, dónde comenzó a escribir durante media hora, siendo esto debido a los repetidas fallas que este encontraba en su redacción.— Diablos, esto de despedirse no es lo mío— Susurro viendo la nota finalizada delante de él.

Tras observarla durante algunos segundos, se levantó de su asiento para dirigirse sigilosamente hacia la cocina, dónde depósito la nota en cima de la mesa, para luego salir de la casa y poner rumbo hacia su campo de entrenamiento. Dónde al llegar se encontró con el anciano ya esperándolo.

Rikudou:— Al fin llegas. Tuviste algún problema con tus padres ?— Pregunto curioso viendo al niño.

Naruto:— Para nada, ellos ni si quiera lo saben. Tarde tanto porque hice una nota, diciendo que me iba a entrenar y que llegaría para los exámenes de la academia, solo que me costó varios intentos jeje— Se rió por lo bajo mientras se rascaba la parte de atrás de su cabeza.

Rikudou:—Esta bien, supongo que esa era la mejor opción. Pero eso no significa que tengamos mucho tiempo, en cuanto tu padre se entre de que no estás, seguramente envíen gente para buscarte. Así que demonios prisa.— Ordenó tranquilo mientras con una seña de mano cambiaba su apariencia, siendo ahora la de un anciano de pelo castaño y de ojos marrones.

Naruto:— Era bien que te ocuotes. Pero que hay de mi ?— Pregunto viendo al anciano, el cual solo hizo unas señas de manos.

Rikudou:— Tu apariencia también a Sido cambiada, si tienes curiosidad ahora eres un niño castaño de ojos marrones claros. Si alguien pregunta, eres mi nieto entendió ?— Pregunto recibiendo un asentamiento de parte del pelirrojo ahora castaño.— Bien,. Pues comencemos a caminar, el lugar donde quiero llevarte está a 4 días de aquí. Mientras, si quieres, puedes ir entrenado.— Dijo dándose media vuelta y comenzando a caminar.

Naruto el demonio de la hoja Donde viven las historias. Descúbrelo ahora