2. El socorrista

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Las tres salieron de la cabaña y siguieron a la rubia hasta la playa.

- ¿Esta es la playa? - dijo Marta - me la esperaba mejor

- Si, a que es muy guay

- Si tu lo dices

Se quitaron las chanclas al entrar a la arena para desplazarse mejor.

- Hacia mucho que no tocaba arena

Samantha, se quedó unos segundos ahí parada simplemente contemplando la belleza del lugar.

- ¡Sam! - gritó Sabela - ¡Ven, nos vamos a poner aquí!

- ¡Voy! - fue corriendo hacia ellas

Extendieron las toallas en la arena y se quedaron en bañador.

- Me voy a quemar seguro - dijo Marta

- Trae que te hecho crema - dijo Sabela

- Para que, si me voy a quemar igual

Hacía un poco de viento y había alguna que otra ola, a pesar de eso había bandera verde.

- Me voy al mar - informó Samantha

- ¿Ahora? - preguntó Marta

- Si, ahora, cuidarme las cosas por favor

- Vale, no te ahogues eh

- ¿Por qué se iba a ahogar? - preguntó Sabela extrañada

- No sé, la pregunta sería, ¿por qué no?, yo solo aviso, porque hace mucho que no venimos a la playa igual no se acuerda que las olas si son muy grandes la pueden arrastrar

- Marta, mejor cállate, tranquila te guardamos las cosas

Samantha se dirigió al mar, al principio se limitó a estar en la orilla viendo como el agua le rozaba los pies mientras movía la arena y luego volvía de nuevo hacia atrás.

Al cabo de un rato se metió más para adentro llegando así a una zona en la que le cubría prácticamente por los hombros.

Ella esquivaba perfectamente las olas, las más pequeñas simplemente las saltaba y las más grandes las buceaba.

Todo iba bien hasta que notó un alga, al no saber que era se movió nerviosa, al hacer eso no se dió cuanta de que venía una ola que para pasarla bien había que bucear.

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Era otro día de trabajo, aunque hacía apenas una semana que habían empezado las vacaciones, Flavio ya estaba un poco harto de realizar su trabajo.

Él era socorrista, bueno, solo en verano, en las demás estaciones trabajaba en una cafetería cerca de ahí, justamente era socorrista de la playa más cercana al campamento, por lo que alquilaba una cabaña de dos habitaciones, la cual compartía con su hermana Beatriz, para estar más cerca del lugar.

Era una tarde bastante tranquila, no habían pasado muchas cosas, pero en la última hora de su trabajo observó en el mar a una chica la cual tenía problemas.

Flavio fue corriendo, y luego nadando hacia ella, pues tenía que rescatarla.

- Tranquila, te voy a ayudar - dijo cogiendo a la rubia para llevarla a la orilla

Una vez en ella la dejó en la arena, en ese momento llegaron dos chicas, este supuso que eran sus amigas.

- ¿Que ha pasado? - preguntó una de ellas

- No ves que la está salvando, callate

Comprobó si estaba bien, revisando así su respiración entre otras cosas.

- No toques a mi amiga

- Marta eres tontísima

- ¿Por qué?

- Esta mirando si está bien

- Pero si...

- Mira, déjalo - la cortó

A los dos minutos abrió los ojos y empezó a toser.

- Tranquila - dijo Flavio ayudándola a sentarse - ¿estás bien?

- ¿Qué paso? - preguntó sin entender nada

- Que casi te mueres

- Exagerada, no digas eso - dijo Sabela

- Estoy bien, estoy bien

- Vale, si te encuentras mal o algo avisa a alguien - dijo él

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Hola,
Aquí tenéis el capítulo de hoy.

Mañana más.

El Amanecer En Tus Ojos [Pausada] - FlamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora