El Amanecer En Tus Ojos [Pausada] - Flamantha

7. Ya te arrepentirás

- Hola, ya he vuelto - dijo la rubia entrando en la cabaña

Sabela estaba sentada en una esquina del sofá leyendo un libro y Marta estaba echada ocupando así el resto de este que quedaba libre.

- ¿Dónde estabas? - preguntó Sabela

- Estaba con Flavio

- Te ha preguntado donde, no con quién - dijo Marta levantándose - Bueno, ¿y qué hacías con él?

- Fuimos a comer un helado

- ¿algo más?

- Si, pero no voy a contar nada

- ¿Qué?, no, no puede ser, estás con Flavio, no hace falta que lo digas

- Yo no he dicho eso

- Lo has dicho con otras palabras, Samantha te he dicho que no te acercaras a él

- Marta, en ningún momento ha dicho nada de eso - dijo Sabela pasando la página del libro

- ¿Y a qué se refiere entonces?

- Acaba de decir que no te lo va a contar, y si ha dicho eso será por algo, pero eso no significa lo que tú crees, puede ser cualquier otra cosa

- Gracias Sabela - dijo Samantha

- Bueno, pues mejor entonces, porque no me cae bien y creo que no te haría bien

- Tú que sabes - Samantha se fue enfadada y se encerró en su habitación

- ¿Pero qué hace?

- A ver Marta, ¿se puede saber la razón por la que le has dicho eso? - le preguntó Sabela mientras cerraba el libro y lo dejaba en la mesa - Yo no se lo que pretendes diciéndole eso, pero no sé, para un poco

- Yo se lo digo por su bien

- ¿Por su bien?, mira mejor déjalo

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Al día siguiente, sobre las cuatro menos cuarto, la rubia se dirigió a la cabaña del moreno.

- ¿Estás preparado? - le preguntó

- No sé, es que no voy a poder, de verdad, yo quiero decírselo, pero no se como

- Flavio, si puedes, ya verás, ¿vale?

- Pero es que no, no soy capaz Sam, no

- ¿Quieres qué vaya contigo?

- Si, pero te quedas a mi lado, porfa

Tras unos segundos pensando la rubia finalmente aceptó, pues sabía que era la única forma de que Flavio se atreviera.

- Vale, pero si me prometes que lo vas a intentar - él asintió - lo vas a conseguir ya verás - le dió un abrazo

Los dos se dirigieron hacia el parque donde se encontró con Julia el día anterior.

A los pocos minutos apareció.

- Hola bebé - dijo - uy, tú sobras

- No, no sobra - dijo Flavio - aquí la única que sobra eres tú

- Flavio cariño, tranquilo, estás muy nervioso, tranquilizate un poco

- Mira Julia, no se que no entiendes de que no te quiero volver a ver

- ¿Qué estás diciendo?, ¿eres tonto?, me amas y lo sabes, no te vas a alejar de mi, aunque quieras, es que no puedes, no puedes, inténtalo, pero no podrás, ¿o no tengo razón?

Esas palabras cogieron por sorpresa a Flavio, Samantha le dió la mano para hacerle saber que estaba ahí con él.

- Si, si que puedo, y es lo que voy a hacer

- ¿Te crees que me voy a ir así por qué si? Porque estás muy equivocado si piensas eso - miró a Samantha - yo no sé que es lo que estás intentando, ni me interesa la verdad, pero así no vas a conquistar a Flavio como yo lo hice

- Perdona, pero no tengo esa intención, yo no soy así - dijo la rubia

- Yo me quedo - cruzó los brazos - y no me voy a ir hasta que lo vea oportuno

- Pues entonces nos vamos nosotros

- Eso es de ser cobarde, bueno no se que digo, lo eres

- Entoces vete tú, no se a que esperas, no voy a cambiar de opinión

- No me vas a remplazar en la vida, y lo sabes, nunca, pero nunca

Las palabras de Julia no le habían gustado nada a Samantha.

- ¿A si?, ¿tú crees? - le preguntó Samantha

- Si, y estoy muy segura

Miró a Flavio a los ojos, era la primera vez que lo hacía, nunca se había parado a mirar esos ojos.

Él al principio no entendió nada, pero un sutil guiño por parte ella hizo que entendiera todo.

Poco a poco sus caras se fueron acercando, cuanto más se acercaba, Samantha sentía más fuerte la rabia de Julia.

Finalmente los labios de ambos se juntaron en un pequeño beso.

Ella no sentía nada por él, ni mucho menos, pero pensó que era la única forma para que al fin lo dejara en paz.

- Mira, flipo, flipo - dijo Julia enfadada - ya te arrepentirás ya

Estaba muy enfadada, no se podía creer lo que acababa de ver, por lo que se fue muy indignada.

- Lo siento - le dijo Samantha una vez se fue ella

- No, no lo sientas, gracias de verdad

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Mañana más.