You really love me?

capitulo 3: ¿Cómo seguir después de aquel beso?

—Sigo pensando que Genos actuaba un poco extraño—comentó King sin apartar la mirada de la televisión.

—¿Eh? Genos siempre es algo extraño, no te preocupes, seguro está bien—contestó Saitama despreocupado, como siempre. Él sabía que la mayoría del tiempo Genos estaba en su mundo, y eso estaba bien por él, no era un niño como para que lo tuviera que estar cuidando.

—Bueno, supongo—contestó restándole importancia también, si Saitama no se preocupaba entonces él tampoco tenía porqué hacerlo, aunque bueno, Saitama no se preocupaba por nada nunca.

—¿No deberíamos preguntarle a él directamente? —preguntó Charanko algo extrañado, si a Genos le pasaba algo él pensaba que eso era importante, pero Saitama era demasiado despreocupado.

—No, no. No te angusties, después verás que Genos es así casi siempre—respondió agitando la mano despreocupadamente.

Charanko suspiró y negó con la cabeza, bueno, tendría que aceptarlo y ya, de todos modos él no tenía mucha confianza a Genos para ir y preguntarle directamente si le pasaba algo, sabía lo peligroso que podía ser, así que lo dejaría de ese tamaño.

—Bueno, yo ya me iré, Bang debe estar preguntándose dónde estoy, nos vemos luego—Charanko se despidió de Saitama y King y simplemente se fue al dojo, estaba casi seguro que Bang estaba ahí.

Genos por su parte estaba terminando de acomodar las compras, ya que la llegada de Sonic no le había permitido terminar. Intentaba evitarlo pero no podía dejar de pensar en aquello... en cómo sus brazos le tomaban, en cómo sus labios se movían con fiereza. Nunca había pensado en que algo como eso pudiera suceder. Si era sincero él no se había sentido atraído por nadie desde que había sucedido lo de su aldea, pero ahora no podía borrar de su mente a Sonic, su cabellera negra, sus ojos grises, su esbelta figura, su trase... ¡No! Tenía que sacarse ese momento de la cabeza y relajarse o tendría una erección ahí mismo y eso no era algo que quería que Saitama o King vieran.

Relajó sus hombros y exhaló mirando el techo. Sabía que debía dejar de darle tantas vueltas, además, Sonic quizás solo estaba jugando con él, no sabía si era el tipo de chico de encuentro de una sola noche, o si quizás existía la remota posibilidad de aspirar a algo más. Genos no se imaginaba a sí mismo como novio, no sabía ni si quiera como debía comportarse, qué hacer para hacer sentir feliz a su pareja, cómo mostrar su cariño, o si quiera qué hacer el día a día estando en una relación. Al parecer le tocaría averiguarlo sobre la marcha, si es que conseguía tener una relación con ese ninja que lo volvía loco.

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Llegó casi desmayándose, literalmente, se tiró en la entrada del dojo boca arriba, al parecer nunca se iba a terminar de acostumbrar a esas desgraciadas escaleras, no podía creer que Bang podía con ellas, pero claro, por algo era un héroe clase S.

—¿Qué haces ahí tirado, Charanko? —como si lo hubiera llamado con el pensamiento, Bang apareció, se lo quedó viendo fijamente.

—Oh, perdóneme, Sensei, acabo de subir—constestó Charanko sentándose—. Estaba con Saitama y King.

Bang suspiró, sabía que su discípulo aún no terminaba de acostumbrarse a las escaleras para subir al dojo, debía reconocer que Garou se había acostumbrado después de subirlas unas seis veces, pero a Charanko le tomaría mucho más tiempo, por lo visto.

—Ya veo. ¿Qué tal te ha ido? —preguntó mirándole fijamente.

—Todo bien, ha sido divertido ver cómo Saitama siempre pierde contra King en los videojuegos—le dijo riendo algo apagado por la falta de aire. Aunque entonces recordó la actitud un poco extraña de Genos y pensó en preguntarle a Bang, ahora que lo pensaba quizás se trataba de algo de héroes, algo que solo los clase S sabían o algo, aunque sería extraño que King no diese nada ya que él también pertenecía a ese rango—. Eh, sensei, sabe que Genos estaba algo extraño, cuando hemos llegado a casa de Saitama se notaba como... distraído, creo, no lo sé, no estaba concentrado. Y yo me preguntaba si tenía que ver con algún tema de héroes, ya sabe, como ambos son del mismo rango, pensé que usted podría saber algo.

—¿Un tema de héroes? Pues la verdad es que no creo que sea eso, la agencia no me ha dicho nada sobre algún problema o algo así. Quizás es algún asunto personal, Charanko. Hay mucho más en la vida de un héroe que solo enfrentarse a monstruos y bandidos, todos tenemos una vida ajena a todo esto, así que quizás lo que lo tiene extraño como dices es un problema personal, no te preocupes tanto—el viejo Bang era sabio, había mucho más que podía preocupar a un héroe que los monstruos y esas cosas, todos tenían sus temas personales y Bang sabía que Genos no era la excepción, aunque ahora le entraba algo de curiosidad acerca de qué podría tener preocupado al cyborg.

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El pelinegro estaba en su casa, pensando en lo que había pasado mientras yacía echado en la cama viendo a la nada, nunca en sus más locos pensamientos había imaginado que Genos tomaría la decisión de besarlo. Si le tocaba confesar, tenía que decir que él solo planeaba dejarle un beso tonto y separarse para ver la reacción enojada de Genos y luego solo irse contento con eso. Pero, la vida le dio una vuelta totalmente inesperada al asunto, Genos se apoderó de su boca como si fuese el legítimo dueño y le sacó de sus casillas. Nunca pensó que se sentiría tan bien en aquellos brazos, en aquella boca. Pero ahora eso lo tenía terriblemente confundido, ¿era que Genos sentía algo por él o solo fue una acción totalmente descabellada para mostrar quien era el alfa.

—Bah—seguramente era solo eso, Sonic no se complicaría la vida, no podía estarse haciendo ilusiones. Genos era un héroe clase s, era ya conocido por la gente, y no tenía tiempo para alguien como él y además, él era un asesino a sueldo, algo tan absurdo como una relación de noviecitos no podía caber en su vida. Aunque... no podía sacarse de la cabeza la manera en la que lo tomó, la manera en que movía sus labios contra los suyos y todo lo que ello le había y le seguía haciendo sentir y, aunque no lo quería admitir, eso le hacía replantearse hasta el más mínimo detalle de su vida.

La verdad es que Sonic nunca había sentido eso de aquella manera, obviamente pensar que seguramente muchas personas que se ha topado por la vida lo han visto y pensado que él era lindo, o incluso que llegó a ser el crush de alguien, era un poco obvio, pero lo que pasaba con Genos era algo diferente, realmente, ya que lo hacía sentir deseado, anhelado, como si fuera una pasión prohibida, cómo algo inalcanzable y deseable; y eso, eso si que lograba ponerlo de todos los colores en un abrir y cerrar de ojos.

El pelinegro cerró los ojos con fuerza. Bah ¿Que podía perder? Obviamente que él no tenía la menor idea de lo que era llevar una relación y dudaba mucho que su príncipe robot tuviera una mínima idea al respecto tampoco. Sus vidas no eran como la de jóvenes cualquiera, y no había un manual que te indicara cómo pasar de ser enemigos a novios, y mucho menos de lo que implicaba ser novios en sus circunstancias.

—"Novios"—dijo en voz baja, cómo burlándose de si mismo por pensar en eso tan pronto. Pero es que dentro de sí, en el fondo, aquella palabra le producía una calidez extraña. Una bonita e infantil emoción y alegría de pensar en tener una relación romántica con aquel cabeza de hojalata.

Tal cual una adolescente se sentía él, emocionado, nervioso, y la vez asustado por miedo al rechazo o al cómo saldrían las cosas.

Pero bien dicen "que el miedo no te detenga, si debes hacer algo que te asusta, entonces hazlo, con miedo, pero hazlo".

Pero la pregunta entonces era clara, sabían que había una atracción, ese beso definitivamente no fue juego de niños o de novios de manita sudada, fue algo tan cargado de pasión que por poco los lleva a la locura, así que había una puerta abierta, una señal de que ambos sentían fuego por el otro, pero ¿Ahora que debían hacer? ¿Que pasos había que tomar a ver hasta donde llegaba todo eso? ¿Cómo seguir después de aquel beso?