Boda arruinada II

2.9K 192 9
                                    

Cuatro años después

____'s pov

Me tome el shot de tequila mientras escuchaba la música a todo volumen, como cada fin de semana me encontraba en uno de los tantos bares de la ciudad.

Mi vida había cambiado mucho desde aquel día, ¿Cómo no lo iba a hacer? Todo lo que había planeado con la mujer que decía amarme por siempre se habían derrumbado, no había plan B, ni C mucho menos un plan D. Lo único que me quedó fue acostumbrarme a mi nueva vida.

Cuando me fui de la iglesia decidí ir a un bar para tomar y olvidar mis penas, en las primeras semanas desde ese acontecimiento mi vida fue cambiando, ir a los bares se había vuelto una costumbre al igual que el alcohol entrando en mi sistema.

En una de esas tantas noches visitando los bares y de las aventuras que había tenido, conocí a Bella Thorne, una mujer muy guapa quien siempre intentaba llevarme a su cama para tener sexo.

La empecé a conocer mejor y creció cierta atracción pero no para decir que sentía amor por ella, de todas formas nos hicimos novias.

Me enteré que ella estaba desesperada por casarse y tener una vida de lujo, ya que algunos de sus amigos habían tenido esa suerte, y ahí estaba yo, una chica de clase alta, o sea que tengo dinero que me otorga la empresa familiar en donde soy vicepresidenta.

Como cualquier otra pareja nosotras tuvimos relaciones sexuales, pero lo que hizo ella fue abrir pequeños hoyos en el condón y de esa forma quedó embarazada. Yo había buscado la causa de eso, estaba consciente que utilice condones que ella me había dado y al revisar el único que había quedado  sin usar, me pude dar cuenta de los pequeños hoyos.

Ahora soy madre de una bebé de seis meses, la verdad amo a mi hija, eso no lo puedo negar, ella es muy hermosa y adorable. No acepté casarme con Bella aunque ella utilizará la excusa de que nuestra hija Elizabeth necesitaba crecer dentro de un matrimonio, cosa que yo no creo necesaria.

Yo fui la que terminé con esa relación y quedamos en un acuerdo donde yo le daba dinero cada semana y que podía tener a Elizabeth cuando yo quisiera, tampoco quería que mi hija no tuviera presente a una de sus madres.

Elizabeth no fue planeada pero eso no disminuye mi amor por ella, mi hija tiene unos ojos grandes y hermosos, pues son una mezcla de marrón con gris y azul, sus pestañas son largas, su piel es clara y al igual que yo, ella es intersexual. Es una pequeña bolita de berrinches y amor.

¿Olvidé a Camila? No, nunca lo pude hacer, ella siempre va a ser el amor de mi vida, fue mis primeras experiencias y nunca las voy a olvidar, con respecto a mi hermana, perdí total contacto con ella y eso me tranquiliza, mis madres están muy decepcionadas de ella y dejaron de comunicarse mucho con ella, de todas formas Dua nunca se había sentido bien en nuestra familia.

Deje de caminar al observar un pequeño peluche de pingüino, deje el carrito de compras a un lado y acomode a Elizabeth en el portabebés azul con estampado de lunas.

-Mira cariño, ¿Te gusta?- Le pregunte en un susurro mostrándole el peluche, ella estiró sus pequeñas manos y lo agarro entre sus brazos. Después de esa parada en la sección de bebés, compre pañales, chupetes y una que otra prenda para mi hija.

Sentí un pequeño cuerpo chocar con el mío, baje la mirada y me encontré con la mirada de un niño moreno claro, sus ojos eran marrones y tenía el cabello castaño claro. Le calculaba unos tres años y tenía mucho parecido con alguien que yo conocía, pero no quería llegar a conclusiones ridículas.

-Hola pequeño, ¿Y tu mamá?- Él me observó y solo levanto sus hombros con una gran sonrisa mostrando sus hoyuelos.

-¡Damián vuelve aquí!- Escuché una voz conocida y al alzar la mirada pude ver a Camila corriendo por el pasillo por otro lado estaba mi hermana que la seguía.- Disculpe las molestias.- Al perecer no se había dado cuenta que era yo.

-No hay problema.- Susurre y ella subió la mirada encontrandose con la mía.

-____... pensé que nunca te iba volver a ver.- Sus ojos no se apartaban de los míos pero todo se arruinó al escuchar el carraspeo de mi hermana.

-Ya vámonos Camila, tienes que ir a preparar el almuerzo.- Le ordenó Dua sin quitar el agarre en su brazos.

-Mamá quiero esto, por favor.- El pequeño ni siquiera había prestado atención a Camila y Dua, solo le interesaba el peluche entre sus manos.

-No, dije que ya nos tenemos que ir.- Observé atentamente como el niño dejaba el peluche y agarraba de la mano a Camila.

Estaba tan concentrada en la morena que solo salí de mis pensamientos al escuchar el llanto de mi hija, me di cuenta que su chupete se había caído de su boca y estaba en su bracito, se lo volví a colocar y de inmediato dejo de llorar.

-Veo que formaste una familia.- Dijo Dua mirando a Elizabeth.

-Eh si.... nos tenemos que ir.- Quería salir de esa situación, estar hablando con tu hermana que te quito a tu futura esposa no es lo que tenía planeado para mi día.

Los primero en irse fueron Dua junto a su hijo, Camila no se había movido de su jugar y miraba atentamente a mi hija jugar con mi camisa.

-Creo que te están esperando.- Susurre sintiendo la mirada de mi hermana.

-Cierto..... me alegra que pudieras hacer tu vida sin mi.- Su voz estaba entrecortada señal que quería llorar, tenía muchas ganas de abrazarla y decirle que todo estaba bien pero no lo hice.

-Si, tenía que olvidar todo lo sucedido, además ya tienes una familia.- Ella asintió y empezó a caminar hacía su verdadera familia.

Esa fue la última vez que vi a Camila Cabello, la mujer que había amado por tantos añis y que al final terminó engañandome con alguien de mi familia, esa mujer a quien le entregué todo lo que tenía.

Por mi parte conocí a la que ahora es mi esposa, Madison Pettis, una hermosa morena que es muy comprensiva, amable, tierna y amorosa conmigo. Tuve dos hijos más con ella y ella trata a Elizabeth como una hija más, nunca la deja de lado.

One shots -Camren y tu G!P-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora