Capitulo 16

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(Lena)

Me desperté con dolor de cabeza, ayer que llegué a Canadá me enfrasque en el trabajo que debía hacer aquí, mientras más rápido termine lo que vine a hacer más rápido podré regresar a National City, dejé muchos pendientes laborales allá además claro de que está el hecho de que necesito una reunión con Kara, que por cierto continúa con el celular apagado, igual no dejaré de insistir quizá y un día tengo suerte

Hoy es un nuevo día y necesito café para terminar de despertar, un empleado me recomendó un lugar cerca de las instalaciones de la empresa donde venden el mejor café de la zona según dicen, así que antes de llegar a la oficina pasaré por allí

Tomo un taxi para que me lleve al lugar, en el camino voy observando los edificios, las personas y todo lo que cruza por mi mirada, hace años que no venía a Vancouver de hecho la última vez que vine fue con... Samantha y de eso ya hace 5 años, ella solía decirme que cuando estuviéramos casadas viviríamos aquí, en un lugar tranquilo junto a nuestros gatos pero sin hijos, Sam nunca quiso planear tenerlos en un futuro y yo lo respeté aunque en el fondo deseo ser madre.

Lo más seguro es que de no haberse frustrado mi boda con ella, ahorita Canadá sería mi lugar de residencia, aunque  no sé si me encantaba la idea de vivir aquí o sólo era porque lo único que deseaba era estar con Sam sin importar el destino

-Señorita llegamos- me dice el taxista

Pago el servicio, agradezco y bajo del vehículo. Entro a la cafetería y con una simple observación rápida me doy cuenta que es un lugar acogedor y al parecer si venden buen café ya que está lleno, tomo mi turno y espero pacientemente, decido volver a intentar llamar a Kara y bueno sigue sin haber novedad, aún lo tiene apagado

¿Porqué no le mandas un mensaje?

Mi subconsciente me da una idea, si le escribo un mensaje cuando ella encienda su celular podrá leerlo y sabrá que la eh estado buscando y quizá ella sea la que me regrese la llamada, ay Lena aveces deja mucho que desear tu coeficiente para este tipo de casos

Escribo y borro, escribo y vuelvo a borrar, no sé que palabras utilizar correctamente para no sonar desesperada pero tampoco indiferente, estoy algo oxidada, cuando por fin decido las palabras adecuadas un ruido distrae mi atención y mi sorpresa se dispara al ver a la persona que está al otro lado del lugar, de todas las personas del mundo a la última que esperaba ver aquí es a Samantha.

Al parecer a tropezado con uno de los empleados de la cafetería e hizo que el joven tirara lo que llevaba encima, alcanzo a oír que ella no hace más que disculparse, es mi turno y pido café americano el barista me pide que espere y que en un momento me llama, así que decido ir para saber qué hace Samantha en Canadá

-Pagaré todo, lo siento- escucho que le dice al joven antes de que yo la interrumpa

-Samantha- ella voltea y en sus ojos se dibuja una enorme sorpresa

-Lena- me responde con el mismo asombro

-¿Qué haces aquí?- preguntamos al mismo tiempo y eso ocasiona risas en ambas

-Lo siento, pero enserio ¿qué haces aquí?- me vuelve a preguntar aún asombrada

-Estoy supervisando unas cosas en la empresa ¿Y tú?-

-vine a dar unas Master class en la universidad de arquitectura, llegué el domingo después de la boda-

-Lena- escucho que me llama el joven empleado -Su café está listo-

-Gracias- le digo al recogerlo y dejo 10 dólares como propina

-Café americano- me dice Sam de repente -Es el único que disfrutas tomar por las mañanas-

CONTRATANDO UNA CITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora