⸙ Capitulo 9: El fin del primer día y otra primera cosa.

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Llegué a casa, Ame y yo llegamos por separado, mi mamá salió en cuanto le avisaron que el auto hiba entrando a los terrenos de la propiedad así que cuando llegué a casa ella estaba ahí parada en la puerta. Me dió un cálido abrazo y me llenó con preguntas acerca de la escuela.

- ¿Hiciste algún amigo en la escuela? - Me preguntó.

- En realidad... - pensé en aquella chica de cabello negro - sí, creo que una.

- Genial. - Me dijo

Seguimos hablando sobre cómo había pasado ella su día, me contó que el señor Satoshi la llevó de paseo, a comer, a la plaza, por postres, y luego la dejó en casa. Me hacía feliz que ahora mi madre fuera feliz, era genial que tuviera una sonrisa en su cara al verla. Ahora siempre la veía en su bata azúl cielo de seda, natural pero hermosa igual.

Una vez la plática terminó me fui a mi cuarto a cambiarme, la señorita Shitsuke ya había terminado de desempacar mi ropa por lo que ahora tenía libre elección, me puse una blusa cómoda larga y unos shorts, tomé mis sandalias y me dirigí a la cocina.

Tomé galletas del estante, preparé algunos sandwiches de queso derretido, tomé una botella de jugo y vasos, luego lo metí todo en una pastelera y lo deje en un estante ahí mismo, con un post-it "no tocar".

Subí a mi habitación a tejer un poco, mi proyecto de ahora era un suéter... Para Ame, color rojo, creo que es un color que le quedará bien.

No pasó mucho tiempo desde que estaba tejiendo cuando apareció la señorita Shitsuke diciéndome que era la hora de la comida, y qué bien porque ya tenía demasiada hambre, Además, ya quería ver a mi pequeño.

Me puse pantuflas y salí de mi habitación para ir al comedor, en la mesa me senté junto a Ame, y lo que me sorprendió es que el señor Satoshi se encontraba sentado también en la mesa, este día había mandado a preparar la comida favorita de mi madre, Sushi.

Por debajo de la mesa Ame puso su mano sobre mi muslo, en cuanto voltee a verlo miré su cara roja, perfecto y lindísimo como siempre, el chico más lindo que había visto. Puse mi mano sobre la suya y todo se sentía perfecto.

Termino la comida y todos nos separamos, bueno, todos menos mi madre y el señor Satoshi quienes se fueron a alguna parte de la casa. Ame y yo nos fuimos a nuestros respectivos cuartos. Teji más o menos una hora más y luego bajé a la cocina por la pastelera y el bote de jugo y los dejé sobre mi cama y me decidí a revisar el piso, no había nadie a parte de mi, así que en pantuflas subí las escaleras en busca de Ame, toqué a su puerta y el abrió.

Luego miraré su cuarto, pensé, antes que pudiera decirle algo mire a los lados y lo jale fuera del cuarto, puse seguro a su puerta y la cerré sin hacer tanto ruido. Le dije que me esperara antes de bajar las escaleras y baje, revisé el piso y de nuevo, no había nadie, hiba subiendo las escaleras de nuevo y escuché una voz, era la señorita Shitsuke, Retrocedi un poco y me quedé ahí parada escuchando.

- ¿Por qué no está en su cuarto? - Dijo Shitsuke.

Ojalá se le ocurra algo realmente bueno, pensé.

- Oh, hiba por un vaso de agua - respondió sin titubear.

- ¿Y por qué no me lo pidió a mi? - ella pregunto de vuelta.

- Bueno, quería ir yo mismo para estirar las piernas. - respondió él.

Dijo algo que no escuché bien y luego la escuché bajar, sabía que era ella porque sus zapatos sonaban así. Hoy era uno de los dos días de la semana en que ella se quedaba en la casa, durante este tiempo ella buscaba que podía hacer y al terminar hiba al piso subterráneo que era dónde tenían todos los alimentos y cosas grandes, además de el cuarto de limpieza y las habitaciones de las muchachas de limpieza. Pero volviendo al punto, ella estaba bajando.

Salí tan rápido como pude y me metí al cuarto, lo dejé emparejado para no hacer ruido y bajé la pastelera a el piso de un lado en que no se viera desde la puerta.

Rato después escuché alguien tocando la puerta, seguramente era la señorita Shitsuke quien hiba a preguntar por qué no había cerrado la puerta. Me levanté y abrí pero frente a ella estaba Ame quien entró rápido al cuarto y cerró la puerta.

Me contó que le dijo a Shitsuke que fuera a recostarse ya porque hiba a grabar un proyecto para la escuela, y en cuanto bajó, él fué corriendo a mi cuarto.

Saqué la comida que había preparado y comimos juntos, se sentía bien pasar tiempo con el, me hacía feliz.

Al terminar de comer nos pusimos a jugar videojuegos, exactamente Mario kart. Una vez gané yo... En realidad todas las veces, aunque de un momento a otro Ame estaba aplastandome en la partida.

Así que ganó, su cara de felicidad era la más linda, levantaba sus brazos a manera de victoria, Mirarlo me hacía feliz, era tan perfecto.

En un momento el estaba mirándome también, un momento tan perfecto, muy perfecto.

Tomé su mejilla, con tanto cariño y tanto deseo como era posible. Me acerqué lentamente a su rostro y lo besé, lo besé como nunca había besado a nadie, era perfecto, era un beso lleno de amor y pasión.

Esto no lo hacen los hermanos, pero esto lo hacen los novios, ¿no?

˗ˋˏ Onee-san +18 ˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora