••Repetición••

5 1 10
                                    

Otró día había pasado, Mónica yacía sentada el mismo banco de piedra mirando las manecillas de su reloj de pulsera pasar.

Los últimos dísas su animo estaba mejorando un poco, tal vez porque Lucas había dicho sus primeras palabras, tal vez por el hecho de que Luna había vuelto de un viaje, tal vez por simples cambios de humor, pero se sentía más a gusto.

Movía rápidamente la pierna en forma de tick nervioso, cuando ve la misma silueta del anterior día repitiendo la acción de acercarse a ella, con la única diferencia de que esta vez traía una gran cantidad de folios y papeles en sus manos, algo poco conveniente dado el clima ventoso y humedo de otoño, no llegaba a llover, pero no era ideal.

Como dicta la ley de Murphy, todo lo que podría salir mal, saldría mal, desembocando en que el montón de folios que llevaba el chico en las manos callera desparramandose en el centro de la calle pedregosa antes de nisiquiera terminar de balbucear un hola.

- E-eeh- titibeó intentando recoger los papeles y el viento frió y juguetón quitaba cualquier posibilidad de agarre para el hombre mientras Monica lo miraba perpleja intentando no reír.

- JAJAJJAJAJ, PERDONA, deja te ayudo- rió desplomándose al rocoso suelo intentando cazar los objetos con poco éxito al igual que su par sin dejar de reír leve, contagiando así su risa al de ojos marrones.

- JAJJAJAJjajOYE NO TE RÍAS, eres cruel- hizo puchero mientras seguía intentando llegar a agarrar su papeleo.

- Si tu también te has reído tonto -
Regañó mirando al chico a su lado.

Luego de esa penosa escena de 2 abogados riendo a carcajada suelta en media calle intentando cazar un para de papeles logrando llegar a la mitad, se resignaron a volver al banco a procesar la información.

- Y.. ¿de que eran los papeles? - Rompió el hielo la azabache

- Inventaría algo que me haga parecer inteligente y culto, pero si te soy sincero, ni yo sé para que eran- dijo riendo al unisono junto a Mónica

- Pues has perdido la mitad

- Ni me lo Recuerdes, Gustavo me va a matar

- ¿Oye hoy también estás haciendo tiempo?- preguntó viendo que faltaba un rato para la hora que le había comentado Mónica ayer.

- humm, sip, aún falta un rato- rodó los ojos

- ¿entonces quieres ir a tomar un café, hay una cafetería muy muy cerca? - dijo invitando a su nueva amiga a merendar

- Claro hombre, encantada- respondió levantandose del banco y abrigandose lo más que pueda con su chaqueta por el frío.

Pasaron una media hora en la cafetería riendo y hablando de ninguna cosa en especial, del trabajo, de aficiones y gustos, de los medios, y demás temas comunes, simplemente un buen rato entre compañeros de trabajo, hasta que la mujer de cabellos negros se dió cuenta de que debía recoger a su pequeño de la guardería.

- Emm, Iván, creo que ya debo irme, nos vemos mañana- Se despediría guardando su cosas

- oh... ¿ya te vas? Dejame llevarte- ofreció animado

- pues, muchas gracias- le sonrió

¿Mate con o sin azúcar?

━• 5 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑡𝑎 •━Donde viven las historias. Descúbrelo ahora