Remember 《Mark Tuan

CAP 2

Dentro de diez minutos había demorado el chofer en llegar a un hospital.

Apenas llegaron a la chica la metieron a la sala de emergencia. Ya había pasado casi una hora y no salía nadie a informarle que pasaba con Eunji. Tenia los nervios de punta y ni siquiera contestó todas aquellas llamadas perdidas que tenia en su celular, probablemente de uno de los chicos o del manager.
No estaba disponible en este momento y menos cuando se trataba de algo así como lo sucedido.

Justo cuando cuestionaba el por qué nadie salía a decirle algo. Llegó el doctor junto con una enfermera.

— ¿Familiar de Eunji? —preguntó al aire un señor de unos cincuenta años aproximadamente.

— ¿Cómo esta ella? —interrogó rápidamente el castaño mientras se acercaba él, causándole sorpresa al señor.

— ¿Usted es amigo de la joven? —Mark no muy convencido asintió para que de una vez por todas le dijera que pasaba con ella— Al golpear el suelo sufrió una herida en su cabeza y partes del cuerpo por el choque, pero gracias a dios no obtuvo heridas graves ya que el golpe no logró fracturarle el cráneo.

Al oír aquello por fin logró respirar con más tranquilidad pero eso no le quitaba del todo la preocupación.

— Se quedará aquí por un par de días para estar pendiente de su recuperación —señaló— Le avisamos a sus demás familiares para que estén al tanto de lo sucedido.

— ¿Puedo pasar a verla ahora? —indagó el castaño. Quería verla.

— Claro, la enfermera te llevará con ella —comunicó.

— Muchas gracias señor —agradeció haciendo una reverencia repetidas veces hasta que el señor se fue.

En silencio siguió a la enfermera que tenia unos treinta y algo de edad. Caminaron por un par de pasillos hasta que se detuvieron y entraron por una puerta. Inmediatamente la pudo ver.

— Solo cinco minutos —advirtió la mujer para luego salir.

No creía que volvería a ver a Eunji de esa manera. Ella herida sobre una camilla.

Creyó que estaba dormida, pero en cuanto la enfermera habló la chica abrió los ojos y levantó la cabeza.

— Tu de nuevo —fueron las primeras palabras que dijo, pero no lo dijo de una mala manera.

— Hola —sonrió tímido acercándose un poco más a la camilla— No deberías hablar mucho para que no te esfuerces.

— Estoy bien —confesó— ¿Tu me trajiste aqui?.

Mark asintió— Apenas ví que eras tu te traje aquí —informó bajando inmediatamente la mirada. Temía a que por alguna extraña razón la chica se molestara con él.

— ¿E-estas seguro de que no eres un acosador? —preguntó frunciendo el ceño, causando que el chico la viera con sorpresa.

Ahora pensaba que la chica si era su destino. Por algo tuvo otra oportunidad y por algo la volvió a encontrar. En cuanto la vio con su mirada sobre él sintió el deseo y la necesidad de querer protegerla nuevamente.

— No —negó meneando la cabeza, nervioso.

— Tu me trajiste hasta aquí, eres como un ángel —la chica le dedicó una sonrisa.— Gracias.

Mark sintió un quisquilleo en su garganta y su corazón comenzó a latir con fuerza de la emoción. Aun estaba enamorado de ella, no tenia dudas.

— D-de nada —sonrió avergonzado.