XVIII. Talisman

18 5 2
                                    

La joyería bizantina era un trabajo que maravillaba a Sadik; sin embargo, por aspectos religiosos él no podía portar ese tipo de adornos y accesorios, por más que quisiera.
Se había sentido un poco desanimado de no poder llevar puesto un hermoso brazalete (regalo del país griego), que tenía un intricado talismán grabado en su superficie; fue difícil, todavía más que resistirse usarlo, sacar de su indignación al griego al darse cuenta que Turquía no portaba el obsequio que con tanto esmeró buscó.
—No podemos portar oro especialmente —explicó Turquía queriendo demostrarle a Grecia que apreciaba su regalo, pero que no podía usarlo por razones de su fe.
—Podrías haberlo dicho antes —se quejó Heracles, pero sin reproche real.
Sadik simplemente sonrió arrepentido; de cualquier forma, era difícil pensar que llegarían a una relación así.
Sadik no podría usar el obsequio, pero lo tenía siempre cerca.

Fictober 2020 | HetaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora