Capítulo 16

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POV: Escritora

Las cosas ya estaban bien entre Laura y yo, seguíamos hablando en el aula ya que el profesor aún no había llegado.

— Laura es muy raro que el profesor no está aquí aún — estaba sentada en mi pupitre y Laura delante de mí sentado frente a frente de mi.

— ¿Por qué te lo encuentras tan raro? — pregunto jugando con su cabello.

— Bueno es del profesor de lengua española del que hablamos, ya sabes como es el con la puntualidad….

— Eso sólo son buenas noticias, si aún no a llegado quiere decir que no vendrá hoy y tendremos sus horas de clase libre para hacer lo que queramos — sonrió de lado.

— Si eso creo — mire a Luara — ¿por ué? — Laura me miró — ¿por qué me elegiste como tu mejor amiga teniendo mucha personas mas divertida e interesante a tu alrededor? — Laura tomó mi cara con ambas manos mirándome fijamente a los ojos.

— No te compares con esos idiotas, tu eres especial para mi — me sonrió.

— Que tengo de especial — pregunté.

— No eres falsa eres sincera y carismática no como las demás personas que se acercan a mi sólo por interés — paso tanto tiempo con Laura que aveces se me olvida del poder de su familia — además ¿donde podría encontrar a otra chica con la cara tan tierna como la tuya? — jalo mis cachetes mientras reía.

— OK OK ya para — le sonreí.

La puerta del aula se abrió asiendo un ruido que llamo la atención de todos en el aula, cuando vi a la persona que entraba por la puerta con un libro en la mano no lo podía creer.

— Oye _____, ¿ese no es el chico que agarraste en la calle y que no lo quisiste soltar? — pregunto Laura, solo asentí con la cabeza, estaba tan impactada como ella.

— Escuchen mocosos, su profesor no vendrá por dolor de cabeza, yo daré su clase — le chico paso su mirada por todo el salón hasta encontrarse con la mía.

Sus ojos se clavaron en mí, sentí una electricidad recorrer por todo mi cuerpo.

— ¿No eres muy joven para ser un profesor sustituto? — pregunto Laura haciendo que mi mirada se posara en ella.

— Buena pregunta, ya que eres inteligente tu darás las clase — sonrió de lado.

— Espera... ¡¿que?! — Laura parecía confundida.

Claro que lo estaba, ningún profesor estaba tan loco como para dejar a Laura dar una clase.

— ¿Eso quiere decir que puedo dar la clase que yo quiera? — dijo Laura con media sonrisa.

— Haz lo que quieras mocosa — al parecer no le importaba lo que Laura hiciera.

Me levanté de mi asiento, dejar que Laura dirija la clase es un grave error.

— Profesor yo soy más adecuada para dar la clase — el chico me miró.

— Estas castigada — dijo y todos en el aula me miraron confundido.

— Espera ¿yo que hice? — trate de saber a que se debía su castigo tan repentino.

— Acabas de o ponerte a mi, eso es suficiente para darte un castigo — me miró de lado.

— Creo que me estas malinterpretado, yo nunca qui… — no me dejo terminar de hablar.

— Está decidido, te quedaras conmigo — mire a Laura pero ella solo me sonría, esa traidora estaba feliz con el profesor sustituto sólo por que la dejo hacer lo que quiera.

No dije nada porque sentí que si lo hacía sólo empeorian las cosas, suspiro para sentarme en mi asiento.

— Muy bien hoy hablaremos de la heterosexualidad — Laura ya estaba comenzando con sus tonterías, su tema estaba muy alejado de la materia que tocaba.

Y ese tal profesor no decías nada, lo único que hacía era observarme. Luara sólo decía cosas sin sentido y palabras que no deberían decirse en clase.

¿En verdad este chico es profesor? — pensé mientras lo miraba al igual que el a mi.

Después de unos minutos de tortura escuchando a Laura, el timbre sonó, todos comenzaron a salir, vi a Laura sacándome la lengua antes de ir al descanso.

— Acércate — me dijo y hice lo que me pidió — toma esa silla del al lado y siéntate frente a mi — tome la silla la puse donde el me pidió y me senté — buena chica — acarició mi cabeza, mis megillas se tornaron a rosadas.

Dejo de acariciar mi cabeza, no se porque pero al mirarlo a los ojos lo siento tan familiar.

— Con quien vives — pregunto.

— Vivo con mi hermano — respondí al instante, me hablaba en un tono que para mi era irresistible no responder.

— Mentirosa, no vives con tu hermano, ¿acaso sabes quien es tu hermano? — levantó una de sus cejas.

— Claro que si se quien es mi hermano, mi hermano es Sean un oficial de policía y si vivo con el, ¿por qué te mentiría? — el no respondió sólo se Límite a suspirar.

— No me hagas reír, el no es tu hermano, ¿Sean? ¿que estúpido nombre es ese? — lo mire fulminante y a la vez confundida por sus palabras.

Quería saber si solo lo dejo por decir o lo dijo por que sabe que Sean no es mi hermano de sangre, solo soy una chica que fue acogidas por sus padres cuando ni siquiera se quienes son los mío o de donde vengo.

— Bien… dime donde vivías cuando tenías 12 años — su pregunto me sorprendió, ya no era conciencia que me preguntara esas cosas, el sabía algo de mi ya que a la edad de 12 perdí todos mis recuerdos.

— No recuerdo nada de mis 12 años, no tengo recuerdos de mi infancia — le respondí con la verdad para ver que tipo de expresión pondría.

El chico se rasco la barbilla mientras miraba por la ventana — Ya veo… ahora todo tiene sentido — mi miro y sonrió.

— ¿Todo tiene sentido? que quieres decir — me pare de mi asiento rápidamente

De repente la puerta del salón se abre con fuerza interrumpiendo nuestras charla, era el profesor de lengua española que el chico estaba sustituyendo, y no estaba solo estaba acompañado por dos guardias de seguridad de la escuela.

— AHÍ ESTÁ — el profesor apuntaba al chico pelinegro.

No sabia que pasaba, el profesor tenía la frente ensangrentada.

— ES EL, ESE ES EL CHICO QUE CHOCO MI CABEZA CONTRA EL MURO DE LA ESCUELA MIENTRAS ME DIRIGÍA A MI CLASE, DESPUÉS ME DEJO INCONCIENTE Y ME ENCERRÓ EN EL CUARTO DE LIMPIEZA.

Así que a este se refería cuando dijo que el profesor no vendría a clase por dolor de cabeza — no pude evitar reír un poco algo que el pelinegro noto y me sonrió.

— ATRANPENLO — le dijo el profesor a los guardias de sé seguridad.

— Creo que tendremos que dejar nuestras conversación para después — corrió hasta la ventana y se lanzó de ella.

¿Esta loco? estamos en el tercer piso — pensé y enseguida fui a la ventana de donde se tiró y mire para abajo pero no había nada.

— ______ ¿estas bien?, no te hizo nada ese sujeto — me pregunto el profesor.

— No me hizo nada estoy bien — mire la herida en la frente del profesor y en seguida me acorde lo del dolor de cabeza.

Cada vez que pensaba en eso me daban ganas de reír.

Borre mi sonrisa al darme cuanta de que me estaba riendo del dolor de otra persona, y lo peor era que me alegre que el chico no fuera atrapado por los guardias de seguridad de la escuela.

Yo no soy así, ¿por qué me reí? ¿que me esta pasando? ¿desde cuando soy una persona tan malvada? — pensé

Continuará....


¿Cómo es la novia de Bakugou? [Bakugou y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora