Disfraz de julietta

Capítulo 91. Debut, Parte III

Simone decidió ignorar lo que pensaría el duque al respecto. Se sintió incómoda de que él se apartara después de hacer este plan.

Simone se despertó con el pensamiento, como una repentina palmada en la cabeza. ¿Quizás el Duque estaba tratando de evitarlos mientras se preparaba para emergencias, en caso de que se detectara este plan? Por supuesto, sería una imaginación ridícula, pero podría ser verdad si él no regresara a Dublín antes de su fiesta de debut.

Simone miró a Julietta, todavía brillando en sus ojos e incapaz de ocultar sus sentimientos.

A medida que sus dudas crecían, era asombroso ver que este niño al que no había conocido hacía mucho tiempo era más confiable que su hermano cuyos pensamientos ella no conocía. Cuando sucedía algo difícil, la gente decía que aprendería la verdad de las personas que los rodeaban, y ella pensó que esa era la situación ahora.

Su sobrina, a quien se había entregado en su juventud, a menudo no creía en ella y se ponía histérica con ella. La mañana de su partida a Dublín, lo que Regina le había dicho cuando la visitó para despedirse, hirió sus sentimientos cada vez que tenía tiempo para pensar en ello.

"No creo que traicionarás mi fe, tía".

Ya no podía creer la apariencia de su sobrina llorosa, ya que había cambiado más allá del reconocimiento en dos meses.

"¿Traicionar tu fe? ¿De qué estás hablando?"

"Me pregunto si estás pensando en usar a Julietta para convertirme en una sombra permanente y ganar el poder de la familia del Duque en tus manos".

"Regina, ¿cómo puedes sospechar algo así? ¡Soy tu tía, que te ha estado cuidando todos estos años! "

A pesar del enfado de Simone por la escandalosa sospecha, Regina no había cambiado ni un ápice.

"Sí. Como eres mi tía, te he encomendado esta peligrosa tarea, que puede destruir a la familia. Pero desde que esa chica entró en la mansión, tu comportamiento ha cambiado mucho".

"¿Cambio mucho?"

"Siento que te sientes demasiado cómodo con ella. Esa niña es la que se va a utilizar como sustituto y se va a tirar. Pero, ¿y si la tratas con tanta humanidad y ella se equivoca? He comenzado a dudar de tu gentil comportamiento".

Simone estaba furiosa con las palabras de Regina. "¿Cómo puedes decirme algo así, que me he confinado en este campo y te criado durante tanto tiempo?"

Simone estaba decepcionada por las dudas sobre ella y habló como si estuviera estupefacta, pero Regina continuó como si no pudiera entender lo que Simone estaba diciendo.

"No lo dijiste en serio. Tengo entendido que mi tía, que no tenía adónde ir, regresó a la familia del duque Kiellini con la condición de hacerse cargo de mí porque perdiste a tu esposo y fue expulsada por roces con el nuevo marqués Raban".

Simone sonrió con amargura. Aunque pudo volver a casarse lo suficiente, sintió pena por su sobrina que era joven y estaba enferma, y ​​dedicó su juventud a criarla y cuidarla, pero así fue como todos sus esfuerzos fueron devueltos.

Por supuesto, estaría mintiendo si no esperara ser compensada por su amor y esfuerzos cuando Regina creciera. Era cierto que quería apoderarse y sacudir el poder interno de la familia del duque que estaba sin anfitriona, pero no podía decir que no sentía afecto por su pequeña sobrina que había perdido a su madre.

En lo único que había creído era en un engaño, y Simone, que se había vuelto completamente distraída, había dejado de hablar.

Esto significaba que Regina desconfiaba de ella. Si Julietta hiciera su debut de manera segura y la anunciaran como la sucesora de la familia del duque Kiellini, sería como una declaración de guerra para recuperar su poder como anfitriona de los asuntos externos.