Estupido Yorozuya [GinHiji]

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Perdonen si cambio la portada por 2973927 vez, es que no me decido :"v y también las actualizaciones lentas, los amo uwu.

Hijikata quedó en blanco.
Sentía una mezcla de emociones, tristeza, enfado y una completa decepción. Con él mismo.

Gintoki por su parte se dio cuenta de que hizo algo mal, la había cagado. Y lo terminó de confirmar cuando las lágrimas en el contrario volvieron a salir y le dirigía una mirada de decepción. ¿Cómo es que siempre lo terminaba arruinando con él?

-Hijikata... lo siento ¿si? deja de llorar por favor.- Suplicó el albino pero no tuvo ningún efecto. El contrario creyó que lo estaba mandando a callarse pues lo sollozos del pelinegro se hicieron más fuertes. ¿Cómo terminó así? llorando por un estúpido que solo lo ve como una molestia en su vida, él ya no quería sentir más, no quería seguir ilusionándoce.

-Me voy.- Fue lo único que pudo decir después de que su llanto se calmara ante la mirada de lastima del Yorozuya.

El contrario por su parte lo miraba preocupado, no entendía que le pasaba, sospechaba que Hijikata tenía sentimientos hacia él por eso empezó a molestarlo, sabía que lo acosaba cuando iba a jugar al pachinko y de las miradas que le lanzaba al Madao, también sabía del odio o celos que le dirigía a Zura cuando estaba cerca de él, no era nada bueno ocultándolo o cuando pasa "patrullando" por la Yorozuya. Pues él también lo observaba cuando estaba con otros y las ganas de ir y llevárselo consigo y tenerlo solo para él, eran muchas. Por esos pensamientos llegó a la conclusión de que le gustaba el vice comandante del Shinsengumi, planeó en su mente el momento para decirle lo que sentía de la forma más romántica posible también, y lo único que hizo fue hacerlo llorar. Pero no se rendiría.
Se confesaría ahora.

-E-espera.-Lo retuvo otra vez de la mano y el contrario no le veía.
-No es lo que quise decir...Bueno si, si eres un ladrón de impuestos pero— Hijikata intentaba soltarse del agarre con más fuerza.

-¡¿Pero qué?!- Gritó el pelinegro ya harto de la situación y ya sin lágrimas que derramar.

-¡Pero me gusta que seas un ladrón de impuestos y adicto a la mayonesa! ¡Me gustas solo tú Hijikata-kun!- Bajó su tono de voz el Yorozuya y esperó la respuesta del contrario, con nervios.
-Así que no me rechaces y deja de llorar por favor.

A Hijikata le temblaron las piernas y casi cae al suelo si no fuera porque fue sostenido por los brazos de Gintoki. -D-detente no te creo- Apartó la mirada al suelo tenía sus mejillas sonrojadas y no quería que viera la felicidad reflejada en su sonrisa que sentía en ese momento, pero su barbilla fue levantada y sus ojos vieron los contrarios aumentando el rojo de sus mejillas al máximo.

-Créeme Hijikata, si esa confesión no fue suficiente ahí te va otra- Lo colocó mejor en sus cálidos brazos y el mencionado lo miró con toda la atención que solo le dirigía a él.
-Cuando me masturbo solo pienso en ti, en mi pe— ¡Ay!- Fue golpeado por el pelinegro.

¡Te creo idiota así que ya cállate! -Soltó con falso enojo y ocultó su rostro en el pecho del albino. -¿enserio...?- susurró bajito con una pequeña sonrisa.

Si, ayer mientras me bañaba me corrí imaginando tu cuerpo todo suda— y el perro seguía y seguía.

¡Eso no idiota!— Volvió a golpear al albino, su cara iba a explotar de la vergüenza. -Lo otro-.

-¿Lo qué? ¿Qué me gustas y solo quiero encerrarte en mi habitación y pasar todo el día contigo dándote amor? - Preguntó en un tono inocente mientras iba dejando besos en la cabellera del contrario.

-Eso no me habías dicho...-

-Pues ahora te lo digo- Sonrío y tiró al suelo a Hijikata delicadamente y fue repartiendo besos por su cuello y dejando leves marcas en alguna parte hasta subir al rostro del pelinegro y decirle.- Ahora eres solo mío y yo soy solo tuyo-

-E-eh- Exclamó él y sus labios fueron devorados por un demonio blanco.

Las personas tenemos miedo de confesar nuestros sentimientos dependiendo de la situación, consecuencias u orgullo pero ¿el que no arriesga no gana, no?

Fin

Perdonen el final tan malo :(