❥ Día a día - Asanoya

H a l l o w e e n

SON ADULTOS

Eso se repetía en las mentes de todas las personas de un vecindario que ni siquiera los conocían.

Mientras todos los adultos del lugar observaban a nuestros protagonistas, ellos ni siquiera notaban las miradas. Corrección, Noya no notaba las miradas.

¿Qué mierda estaba pasando?

Todo comienza hace tan solo unas horas, Noya y Asahi estaban tranquilamente viendo las noticias mientras descansaban de su trabajo cuando escucharon algunas risas de niños lejanos a ellos. Ambos se dirigieron a la ventana de su hogar y vieron como un montón de casas estaban decoradas con calabazas y decoraciones baratas mientras los niños recorrían las calles con llamativos disfraces.

— ¿Qué está pasando allá afuera? — Pregunto Asahi.

— ¡Asahi-san! — El más alto de sorprendió del grito pero al ver el rostro de su novio sabía que esté tenía una idea en mente, una rara idea — ¡Es halloween!

— ¿E-eh...? Ya veo, creo que es bastante obvio, lo siento por la pregunta

— ¡Eso no importa! ¡Es halloween!

— Si Noya, lo puedo notar

— ¡Hace tanto que no celebro un halloween que me olvidé completamente que era hoy!

— Yo tampoco recordaba, la última vez que celebre un halloween fue en la universidad, un poco antes de reencontramos

— ¡A mí también me pasó lo mismo! Desde la universidad no celebro halloween

— Bueno supongo que estamos un muy adultos para eso

— ¡Solo tenemos veintisiete! — Noya sonrió con orgullo, a lo cual Asahi solo respondió con otra sonrisa — Aún somos jóvenes, podemos aún disfrutar  de cosas como halloween

— Supongo...

— ¡Hay que disfrazarnos y salir a buscar dulces!

— Si quieres dulces puedo comprar unos para ti

— ¡No, no! El punto de halloween es pedir dulces de puerta en puerta

— Pero no creo que den dulces a personas de veintiocho...

— ¡No lo sabremos hasta intentarlo!

— Si es lo que tú quieres... Pero sería raro que la gente que nos conozca nos vea disfrazados

— Iremos a otro vecindario, uno lleno de familias

— Está bien... ¿Alguna idea para el disfraz?

— ¡Claro que si!

Y así llegaron a este punto, uno disfrazado de "vampiro" y otro de un "hombre lobo" qué parecía más un perro enano pero la intención contaba.

— ¿Noya, estás seguro que está bien que nosotros estemos aquí? Solo veo niños pidiendo dulces

— ¡Eso que importa! — Noya se acercó y tomó la mano de su novio para darle más confianza — Estaremos bien ¿Si?

— S-si

— ¡Ahora vamos por esos dulces!

Fueron a varias puertas, abrieron alguno padres, quienes extrañados les entregaban dulces como a los demás niños.

— ¿Dulce o Truco?

— Jóven, hmm... ¿No cree que está un poco grande para pedir dulces?