RED BLOOD [OliKase]

d o c e

Desde el día en que se había alejado de Oliver, no había vuelto al colegio, se encontraba algo cansado de todo.
Se encontraba durmiendo una siesta cuando sintió como su teléfono sonaba, bufó antes de ponerse de pie perezosamente y contestar.

— ¿Diga?

— ¿Usted es conocido de Oliver Shion?, en estos momentos se encuentra en el hospital X, esta en estado grave y es la única persona que hemos podido contactar.

— ¿Va a morir? —Preguntó seco.

— Eh... Estamos tratando de volverlo estable, ¿Podría venir? Necesitamos que alguien lo acompañe.

— Bien. —Cortó sin esperar una respuesta.

Se levantó tranquilo, agarró un par de cosas y salió.

(...)

Estaba inconsciente en una camilla, lleno de vendas, para Fukase la escena fue un deja vu, se le hizo incluso un poco cómica.

Se acercó a su lado sentándose junto a su cuerpo.

— Hey.

Le llamó tontamente mientras pinchaba con su dedo sus mejillas.

No se movió.

Fukase se frustró un poco.

— Sabes, te he venido a mostrar algo.—Buscó en su mochila hasta sacar una grabadora.— Pensaba mostrártelo después ya que no esta terminado, pero viendo tu condición, quizás no haya un después ¿no crees?

Su risa hizo eco en ma vacía habitación.

— ¿Quieres escucharlo?, es para tí... Me ha costado pero creo que es mi mejor obra, y tu fuiste parte de ella ¿Te sientes honrado? Deberías.

Prendió la grabadora y hecho a andar la pista.

Fueron quizás los 3 minutos con 12 segundos más largos de su vida.
Pero en realidad la pieza era preciosa.

— Oye, ¿qué opinas? Suena bien, ¿no?...

Silencio.

— Hey esto me esta hartando...—Se acercó a su oído y susurró.— ¿Realmente estas escuchando? Esto es para ti ¿Entiendes?, esto eres tu, mi creación...

Oliver no despertaba, y el pitido de la maquina no dejaba de molestarlo.

Fukase se levantó frustrado.

— ¿Sabes? no importa, al menos si tu te vas, te tendré aquí por siempre... Y al menos conseguí rescatar la parte más hermosa de ti...

Sus ojos comenzaron a humedecerse sin razón, pasó su brazo de manera agresiva en ellos.

— Suficiente... Me voy.

Caminó lento hacía la puerta, justo para mirar como entraban desesperadas las enfermeras al cuarto.

Aún en sus oídos quedó ese sonido de pitido que emanaba la máquina, eso definitivamente arruinó su obra.

Ahora todo estaba arruinado

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Quedan dos partes más creo
lol