Capítulo 4 - Terapia (Parte 3) Niveles.

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Estaba por contar algo que había dejado pasar, porque no podía encontrarle una buena lógica y tampoco quería estar atormentándome, pensando en algo que no me llevaría a nada, pero en fin todo esto se trataba de compartir, debatir y de sentir.

Cándida- Se trata del malhechor que le quito la vida al padre de Orión, por más extraño que resulta ser, en el momento que me sujeto, pude sentir la brisa alrededor de mi cuerpo, es como una explosión, se siente como si acercaras un fosforo encendido hacia otro apagado, no sentí una mala vibra, él estaba encapuchado, pero pude observar su rostro por un momento, lucia triste, tenía una cicatriz en la mejilla, y lo más sorprendente era, que sus ojos eran exactamente igual al color de los míos.

Anne- Increíble, ¿Por qué dices que te causa tristeza esa persona? ¿No sientes rencor por lo que hizo? ¿Piensas que él también puede tener el mismo don que tú?

Cándida- Como le había dicho anteriormente, nada me molesta, por más barbaridades que me digan o que piensen de mí, yo estoy muy segura de lo soy. Al mismo tiempo también los entiendo, proyectan esa ira o necesidad de esa manera, para poder comunicarse o solicitar ayuda, pero obviamente no es la indicada. Entendí que las emociones negativas son autodestructivas, hay gente que son buenos verdugos, condenando a otros, pero ellos no saben que llevo a esa persona cometer ese error y cuando uno mismo comete el mismo error, ahí recién entienden al otro, o en algunos casos son hipócritas y no quieren asimilar el error. Algunos piensan que uno tiene que vivir exactamente lo mismo para entender al otro, y no es así, ese es el principal error, se juntan con las mismas clases de personas para identificarse con el mismo dolor, y lo que hacen es cavar un pozo, meterse en él, hacerlo más profundo y el resultado es que sea más complicado salir.

Recuerdo una vez que una compañera fue hacia mi casa, me conto que ya estaba cansada de su madre, porque vivían discutiendo, en un momento comenzó a llorar, resaltaba que no era de contar sus problemas, y menos de llorar en frente de alguien, yo le dije que estaba todo bien y que podía contarme lo que le pasaba, ella me decía que yo que no la entendería, porque mi entorno familiar para ella era perfecto. Le dije que intentándolo no perdía nada y que por lo menos se iba a poder desahogar. Y en ese momento fue cuando comenzó a hablar, decía que la madre últimamente se enojaba por cualquier cosa y que ella tenía la culpa de todo lo que le pasaba. Le pregunte si su madre siempre fue así. Ella contesto que no, antes del divorcio de sus padres, se llevaban bien, resulto que el padre se fue con otra mujer, y la madre quedo despechada, y en ese momento entendí, que la madre se sentía insegura por el abandono de su marido, al mismo tiempo con resentimiento y lo dirigía hacia su hija, porque obviamente la hacía recordar a él. La madre tenía miedo de que su hija en un futuro también la abandone, le pregunte por sus abuelos y me dijo que también se habían divorciado. La historia se volvió a repetir, y ella también podría repetirla en un futuro, si no cambiaba los patrones, le hice notar que los padres también pueden aprender de sus hijos, y que si ella no quería seguir el mismo camino, tendría que hablar con su madre y hacerle notar de que no está sola, ya que a ella le afecto la separación de sus padres y la manifestó en su relación. Evidentemente ella no se había dado cuenta del sufrimiento que cargaba la madre, y decidió hablar con ella. La comunicación es muy importante, y por falta de esta hay muchos conflictos. Por suerte mi compañera comenzó a comunicarse más, todo se calmó en su hogar, pudo hablar con su madre, le había dicho que siempre iba a estar con ella, pase lo que pase, porque la amaba con todo su corazón, la madre se puso a llorar, la abrazo y le pidió disculpas.

Es por eso que no puedo sentir odio o rencor hacia otras personas. Hay actitudes que no me molestan porque en algunas personas no hay malas intenciones, sino equivocaciones, solo me causa tristeza cuando no quieren salir de ese mundo de caos, que ellos mismo crearon. El asesino del padre de Orión quizás no tuvo la intención de matar, quizás todo se le fue de las manos. Uso "el quizás" porque no pude comprobarlo, por lo que había sentido hay una posibilidad de que no sea una mala persona, que por error entro en el camino de la oscuridad. Además, descubrí que toda emoción vuelve a la fuente, hay una ley universal, es como un circulo, muchos la conocen como karma, el solo hecho de sentir algo negativo solo me dañaría y eso no me serviría de nada. No sé si es un don lo que siento, solo sé que soy diferente y puede que ese sujeto también lo sea.

Anne- Por cómo eres ¿Piensas que tienes ventajas sobre otras personas? ¿Qué cambiarias si tendrías una varita mágica?

Cándida- En la posición que estoy puedo ver todo como un juego de ajedrez, podría ser una buena estratega, tener ventaja sobre los demás, manipularlos a mi manera, y beneficiarme con todo lo que quisiese, esa sería una versión oscura de mí, entrando en el mundo del materialismo. De las opciones de la dualidad, buena y mala, me quedo con la buena, mi versión de luz. Ya sé cómo funciona esto y quiero estar en el lado ganador, en el lado del amor. Si tendría una varita mágica solucionaría todo esto con un solo deseo.

Anne- ¿Cuál sería ese deseo?

Cándida- Es un deseo tan simple, pero muy complicado para muchos, con solo desear llenar de amor los corazones de cada ser humano, todos los problemas estarían solucionados. No existiría la discordia y todos podrían percibir la vida de una manera diferente. Pero creo que estaría sacándoles algo. Sacándoles la libertad de elegir y eso no sería correcto. Además, también tendrían la facilidad de llegar a un nivel superior sin pasar por los niveles inferiores.

Anne- ¿A qué te refieres con los niveles?

Cándida- Hablo de niveles solo por dar un ejemplo, ya que intento encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que siento. supongamos que tenemos un camino, a medida que vamos caminando, vamos aprendiendo, ese camino puede tener un final, para cualquiera que piense que es así. Llamémosle "el camino del aprendizaje", en el vamos pasando por varias experiencias y diferentes emociones, nosotros decidimos con que emociones aferrarnos, por más que algunos piensen que no es así, por ejemplo, muchos dicen "yo no elegí sufrir", debo decirles a ellos que, si lo hicieron, porque decidieron quedarse con dicha emoción. Es aquí donde nos podemos encontrar con el apego confundiéndolo con amor, la soberbia con la sabiduría, ósea que ese camino llega a su fin para aquellos que se apegan a emociones negativas, y el camino sigue para aquellos que deciden llenarse de emociones positivas. Yo decidí seguir aprendiendo.

Cándida - También Disponible En Físico Con La Editorial Dunken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora