Capítulo 2 - Terapia

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Después de la última vez que vi a Orión, nos mudamos al antiguo barrio de mi madre, porque necesitaban una médica general cerca de allí. Es como si las cosas se hubiesen dado de esa manera para alejarme de él. Sé que fue duro conmigo, pero también entendía por lo que estaba pasando, yo había vuelto a ser quien solía ser y debido a eso el color de mis ojos se tornaron a su color natural, violeta. Mi madre noto que el cambio físico acompañaba al emocional, ella como siempre me apoyaba, pero también estaba preocupada por no saber contenerme. Me había comentado que una amiga de la infancia se encontraba nuevamente en el barrio, la señora Anne, ella había llegado de un importante viaje junto a su marido y dos matrimonios. Una experta en psicología, pero no ejercía debido a que dedicaba más su tiempo en viajar y dar conferencias. Mi madre me conto que ella le había hablado sobre mí y me pregunto si me gustaría hacer unas sesiones ya que se trataba de una persona con muchos conocimientos y reconocimientos. Al darme cuenta que eso la haría feliz y le sacaría algunas preocupaciones accedí a presenciar dichas sesiones.

Llegando a la casa de la señora Anne. Tocamos el timbre y salió, ella tiene el cabello negro oscuro, ojos celestes, usa lentes, tez blanca, estatura promedio, tenía puesto un pantalón de vestir, una camisa blanca y unos zapatos.

Emma-¡Hola Anne!-la abraza-¡Cuánto tiempo ha pasado! ¿Cómo has estado?

Anne- ¡Hola Emma! Si es verdad, Muy bien, y tú? ha pasado tanto tiempo y luces guapa como siempre, es como si los años no hubiesen pasado sobre ti.

Emma- Muy bien, y gracias lo mismo opino de ti. Luces igual de guapa como siempre. Te presento a mi hija, ella es Cándida.

Anne- Me alegro, tu hija es muy hermosa y esos ojos ¡son preciosos! ¡Un gusto Cándida! -sonriendo-

Cándida- Muchas gracias señora, es muy amable, el gusto es mío.

Anne- de nada, solo es la verdad, y por favor dime Anne.

Cándida- Bueno, un gusto Anne.- dijo sonriendo-

Emma- Anne las dejo, pasare por Cándida en una hora, ya tendremos tiempo de reunirnos y ponernos al día.

Anne- Me parece perfecto Emma, y claro ya organizaremos algo para reunirnos.

Emma- Así será, bueno ¡Hasta luego!

Anne- ¡Hasta luego!- le da un beso en la frente a Cándida-
Ya estando adentro de la casa, la señora Anne contaba con una habitación bien ambientada para hacer sesiones, tenía varios certificados en las paredes y algunos cuadros de personajes históricos, una biblioteca, un escritorio con varios papeles sobre él, una silla, un sillón y un diván de cuero. Me había ofrecido algo para beber y acepte con gusto.

Anne- Adelante Cándida, toma asiento o recuéstate. Si no te importa, te haré algunas preguntas y tomaré notas sobre lo que dices. Ah, y siéntete libre de interrumpirme en el momento que desees o dirigir la conversación hacia donde necesites. Dime ¿Qué te trae por aquí?

Cándida- Muchas gracias, bueno me recostare para sentirme más relajada, de mi parte no hay problema, puede apuntar todo lo que desee y no se preocupe no me gusta interrumpir a los demás cuando hablan, pienso que cuando alguien habla tiene que tener la libertad de expresarse libremente y decir todo lo que piensa o siente. Es la mejor manera de seguir aprendiendo, desgraciadamente hay muy pocos que saben escuchar. Y el motivo por el cual me encuentro aquí es por mi madre, se preocupa por mí y quiero que esté tranquila.

Anne- Pareces bastante cómoda y confiada al venir aquí. ¿Alguna vez has visto un psicólogo? De ser así, ¿a cuántas sesiones asististe y cuales fueron los temas a tratar?

Cándida - También Disponible En Físico Con La Editorial Dunken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora