𝚃𝚘𝚍𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚞𝚗 𝚎𝚜𝚝𝚞𝚙𝚒𝚍𝚘 𝚙𝚛𝚘𝚢𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚎𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚚𝚞𝚎𝚛𝚒𝚊 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛....
El chico que vi en el avión por primera vez... quien diría que sería hermano de la persona que más odio..-
𝙿𝚘𝚍𝚛𝚒𝚊 𝚌𝚘𝚗𝚟𝚎𝚛𝚝𝚒𝚛𝚜𝚎 𝚎𝚗...
Antes de que pudiera terminar colgué la llamada. Realmente me estresaba hablar con ella
~
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Me quede sentada viendo al piso pensando en que hacer... Me interrumpieron 3 pequeñas niñas, diferentes edades, la pequeña tenía cabello negro corto, la segunda era rubia, y la mayor castaña... aproximadamente 5, 8 y 11 años. Las cuales tenían en las manos paquetes de galletas de diferentes sabores
Xx: Hola señorita, gustaría ayudar al Orfanato Willers comprando galletas?
____: Ah... hm, claro...
Les compré 4 cajas completas, ya que no tenía nada más que perder, cierto? Ya se me habían quitado las ganas de estar en el parque.. Guarde los chuches y los cartones de jugo en mi mochila y me dirigí a casa
Tire mi mochila en el pasillo principal junto con mi chaqueta y camine hacia la cocina
Saque del refrigerador un bote de helado pequeño que había comprado, igual una cuchara
Me senté en uno de los bancos con mi mano sosteniendo mi mejilla jugando con el helado
Después de unas horas me empezó a dar demasiado sueño... otra vez estaba extremadamente cansada por la escuela...
Subí a mi habitación mientras me quitaba toda la ropa de encima, para finalmente lanzarme a mi cama, y ya sin más quedarme dormida...
(...)
Estaba ya sentada en el salón de clases, me sobresalte un poco cuando el profesor entró de la nada
P: La señorita ____, esta aquí?
___: Si...
P: Ah! Solo te quería avisar te tu compañera Ana, esta enferma, y por eso no podrá asistir a clases. Lo cual significa que no tienes compañero para el proyecto del bebé, entonces serás pareja con el señor Wolfhard
Mierda...
___: Que?
Finn me miró desde el otro lado del salón, y tampoco se veía feliz.
Intente ignorar eso el resto del día, al menos ya no tenía las clases porque tenía que ir a ver a mi madre. Solo podía asistir a las primeras. Me fui a casa, subí a mi cuarto y decidí dormir un poco...
(...)
Mi alarma sonó ya que me había olvidado de apagarla. De mala gana la apagué y me volví a quedar dormida
Las horas se pasaron de inmediato, solamente me di cuenta cuando noté la hora en la esquina de la pantalla de mi teléfono que ya eran 30 minutos tarde de lo que había acordado con mi madre
Al darme cuenta abrí los ojos como platos y me paré de inmediato. Aún me encontraba en ropa interior entonces corrí a vestirme, me puse esto:
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