Capítulo 7

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"Eso es lo qué pasa si no obedeces mis órdenes"

Rebekah:

Me encanta intimidar a la gente. Significa superioridad, o por lo menos para mí.

Me giro en la cama, tengo una chica a mi lado. Es Mía.
La conozco hace bastante y estuvimos juntas, pero nada romántico.
Ayer vino a mi departamento, y bueno...

Me levanto con cuidado para no despertarla y me dirijo al baño para asearme.
Como veo que tengo tiempo antes de ir a la oficina, me doy una ducha rápida de agua fría.

Cuando termino, me coloco una bata encima y salgo del baño.
Mía ya está despierta, y me espera sentada al borde de la cama, mientras se coloca su ropa interior.

Me acerco y le doy un corto beso como saludo.

-Buenos días. -le digo, separándome unos centímetros de su cara.

-Hermosos. -me responde. -Y más si estás conmigo. -agrega.

Ahora, ella se deja caer de espaldas en la cama, con los brazos extendidos sobre su cabeza.

-Y, ¿qué vamos a hacer hoy? -me pregunta con una sonrisa en los labios.

-Tengo que ir a la oficina, tengo un almuerzo con los empleados. -le informo.

-¿Te puedo acompañar?

No tenía planeado llevar a nadie, pero Olivia iba a estar ahí, y con lo qué pasó el otro día, necesito mostrarle quien manda.

-Claro. -digo mientras me saco la bata de baño para colocarme la ropa interior. -Y ahora cámbiate antes de que te vuelva a arrancar lo único que llevas puesto. -la desafío.

-¿Y si eso es lo que quiero? -me pregunta con una voz sensual mientras arquea su espalda.

Doy unos pasos y me subo arriba de la cama.
Agarro sus brazos y los acorralo, mientras me coloco encima de su cintura.

-No juegues con fuego, cariño.

-Quiero arder en llamas. -responde.

Al llegar al edificio, Mía se bajó del auto, y yo la seguí.
Entramos las dos por la puerta trasera para que nadie me viera, ya que como dije, no me gusta que mis empleados me conozcan, pero sí que se intimiden ante mi presencia.

Hoy era el primer almuerzo al que asistía con los empleados de mayor categoría, y Olivia era una de ellas.
Por más de que sea la asistente de Smith, ocupa un puesto muy importante en la empresa.

Subimos a mi oficina en el último piso, y nos sentamos a esperar y hablar un poco, antes de la hora del almuerzo.

El teléfono de la oficina sonó. Me levanté del sofá en el que estaba sentada y me fui a contestar la llamada.

Era la recepcionista avisándome que en media hora empezaba el almuerzo.

-Gracias. En un rato estamos allá. -le informé.

Mía me mira y se me acerca, sentándose en frente de mi escritorio, donde yo me encontraba contestando la llamada.

Cuelgo el teléfono y dejo reposar mi espalda sobre la silla.

BELOW THE BLANKETS © [en proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora