iv. the biological alarm clock

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Durante los dos últimos años había adoptado un despertador biológico ya sea por la escuela o para terminar sus relaciones de una noche con otros estudiantes

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Durante los dos últimos años había adoptado un despertador biológico ya sea por la escuela o para terminar sus relaciones de una noche con otros estudiantes.

Tomaba su ropa y se iba sin culpa, para luego acabar en la cafetería tomando el desayuno y luego de sus labores, estudiaba todo el día en la biblioteca. Entre libros y presunciones de su masculinidad, lograba llegar la tarde y a partir de cómo le fue en clase y la calidad de su estado de ánimo, podía repetir lo de la noche anterior o volver a su habitación. Casi siempre era lo primero, repitiendo la rutina.

Desde que conoció a Kai, terminó con esas salidas nocturnas, pero no su afán por el sexo, deseando despertar el interés del mayor. La falta de responsabilidad afectiva lo llevaba a querer causar en el mayor algún tipo de reacción, un arranque de celos o algo. Lo que fuera que demostrara lo que quería. Repitiendo acciones de sus relaciones fallidas, pero que lo hacían sentir en la gloria.

Sin embargo, Kai lo tomaba con tanta madurez que parecía ignorar cada intento suyo por llevar la discusión a la cama, como si fuese un juego tonto al que no estaba interesado en participar, y a él, la espera lo estaba exasperando.

Le gustaba Kai.

Quería algo serio con él, pero la única forma de afecto que conocía era el sexo y le parecía buena idea despertarlo estando entre sus piernas, intentando sacar el cinturón para practicar una felación en él. Luego de pasar manejando toda la tarde anterior, el olor de sudor debía seguir impregnado en toda su intimidad e imaginarlo le parecía exquisito. Tenía tantas ganas de olfatearlo, sentirlo y lamerlo, todo en una sola acción sensitiva, pero su fantasía se vio interrumpida por la pesada mano que se posó en su cabello oscuro para revolverlo.

—Lo estás haciendo de nuevo —se quejó con su voz ronca por acabar de despertar. Su interior tembló al verse atrapado y por lo contrario, permaneció ahí, asentando la cabeza en una de las piernas de Kai mientras él lo acaricia, con los dedos en la raíz de su cabello.

—Pensé que sería bueno para solventar el estrés del viaje.

—Buen intento —se burló. Posteriormente lo hizo a un lado para levantarse—. Iré primero en la ducha, luego saldremos a desayunar.

—Me parece bien. ¿Puedo ducharme contigo? —alzó la voz en cuanto lo perdió de vista.

—Primero preocúpate por desempacar y buscar lo que te pondrás, jodido niño hormonal.

—Te escuche —recriminó a lo último, a la vez que una de las puertas del pasillo fue cerrada. Se permitió dejar de fingir, tensando los hombros. Sentía el cuerpo pesado, casi fatigado. Acarició su nuca y se esforzó en acomodarse en el sofá a disfrutar el sonido de la ducha que acabó por arrullarlo.

Tal vez sería saludable ajustar su reloj interno para descansar debidamente o solamente descansar, sin la presión de tener que marcharse de nuevo.

Tal vez sería saludable ajustar su reloj interno para descansar debidamente o solamente descansar, sin la presión de tener que marcharse de nuevo

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Summer Hea[r]t | HaulDabiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora