Antes De La Boda

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Pasados unos días Horacio, teniendo tanto tiempo libre se dio a la tarea de escoger y ver todo lo necesario para preparar la boda, era el más feliz y eso se podía notar a kilómetros. Al día siguiente acompaño a Volkov a comisaría pues ahí vería a Gustabo para ir por la ropa que había comprado, cuando llegaron corrió a contarles a Michelle, Conway y Gustabo quienes estaban en una de las oficinas, cuando por fin Volkov pudo alcanzarlo Horacio les mostraba el bello anillo en su dedo, los felicitaron y deseaban lo mejor, Gustabo cuando vio a Volkov se aserco a el- ¿Te dijo Horacio lo que mande a decir? -Volkov no entendía a que se refería hasta que recordó qué gracias a ese comentario fue qué se dio la oportunidad para hacer la declaración, se rio leve para no ser escuchado- Claro, no se preocupe Gustabo, que me encargaré de que sea el más feliz, se lo puedo asegurar -Gustabo le dedico una sonrisa y un empujón en el hombro, cuando vio eso Horacio corrio abrazar a Volkov para que lo dejara de molestar haciéndole un perchero y mostrándole la lengua, como cuando eran niños.

Los amigos salieron de comisaría para ver todo lo que quería Horacio, no sin antes hablar con Michelle- ¿Quieres ser mi dama de honor? -Michelle se sonrojo y sorprendió por la propuesta, nunca había pensado en ser una dama de honor de alguien o verse con vestido amenos qué fuera por alguna junta con los más altos cargos y eso era en cenas y no siempre pues en la mayoría solía ir como parte de grupo de seguridad interna, aun así, acepto pues la insistencia de Horacio era más que su propio dominio sobre ella ¿cómo negarse a esos ojos tan brillantes y tan cálidos? Pensó mientras volteaba a ver a Conway y Volkov qué sorprendidos se le quedaron viendo tras escuchar su respuesta, pudo notar como aguantaban unas risas a lo que ella les dijo- No digan una palabra o me encargaré qué no tengan ni un segundo para descanzar y tu Volkok después de la luna de miel me encargaré de que te trasladen a California conmigo -dándole una pequeña palmada en la cabeza a ambos y saliendo del despacho, ambos hombres estaban en shock pues aun no les había dado ni oportunidad de responder.

Horacio y Gustabo habían logrado citar a Pablito, Emilio y Freddy en un café sercano, pues como los tres hombres siempre estaban ocupados con sus restaurantes no tenían tiempo de nada, pero harían una excepción por él. Cuando llegaron entraron al ludar, después de ordenar unas bebidas platicaron, reían y comentaban cosas de ambos restaurantes hasta que fueron interrumpidos por Emilio qué casi se atraganta a con el trago de café qué dio.

E - ¡Pe-Pero que chingalos!, ¡¿que te vas a casar joto?!

H - jajaja ¿lo dices por esto? -dijo mostrando su anillo a los cuatro hombres de la mesa- pues si, por eos los cite aquí, les quería decir y aparte necesito que me ayuden en algo.

Los tres hombres lo felicitaron y se alegraron junto con el, Emilio casi llora pues decía que Horacio era como su hermano pequeño y que se le iría, cuando por fin se pudieron calmar, Horacio les propuso qué fueran entre los tres quien se encargará de las bebidas y comida pues confiaba en ellos para eso, los tres hombres aceptaron en el instante y aun que Horacio quiso ofrecerse a pagar como si fuera un cliente más, ellos se negaron, pero Horacio era insistente pues no le gustaba ser una carga a lo que llegaron a la conclusión de que pagará solo el costo de las cosas, la preparación, meseros y todo iba por cuenta de sus amigos. Horacio acepto y ya hasta habían decidido qué ofrecerían, tanto en comida como en bebidas, también Pablito ofreció encargarse de la música, para sorpresa de Freddy y de Pablito contrataban al mismo Dj para sus eventos más grandes, por lo que no fue difícil decidir.

Los días pasaron y ya estaba casi todo solo tenian qué ir a ver sus trajes, lo pensó mucho y se dio cuenta que para cosas así no sabia de una buena tienda, por lo que le pidió a Gustabo qué lo llevara a comisaría, ahí busco a Conway y Volkov.

C - Qué pasa, por que la urgencia de vernos -pregunto fríamente Conway pues ya tres alumnos lo habían fastidiado mucho.

V - Es que, ya tengo casi todo para la boda peor me falta algo muy importante y yo no se mucho de eso, pero se que usted si...

C - Qué cojines dices, yo no se nada de bodas ya dilo sin rodeos

V - ¿Me ayuda a escoger nuestros trajes?

Sin responder ordenó a los tres subirse al patrulla, ordenó a Volkov qué Greco se quedara a cargo de la malla y salieron de comisaría. Fueron a otra boutique, una muy escondida serca de la zona de paleto qué era muy exclusiva, sabia que saldría caro pero por Horacio haría cualquier cosa. Al llegar le indico a la señorita qué los atendía qué venían a ver trajes para bodas, les pregunto de que color querían que fueran, Volkov y Horacio se quedaron viendo y ambos sabían muy bien, pues eso lo habían comentado anteriormente entre ellos, un traje blanco para Horacio y uno negro para Volkov.

La Señorita se fue a buscar los trajes y Conway fue tras ella para asegurarse de que fueran los mejores, Conway escogió además una camisa roja opaca para Horacio y una similar para Volkov, ya que era un color qué a ambos les combinará. Cada uno entro a un problema bador, primero vieron a Volkov, le tenían que hacer unos ajustes a las mangas pues sus brazos eran muy largos pero todo lo demás estaba bien, cuando Horacio salio, Volkov corrió al probador pues no lo quería ver vestido así hasta el día de su boda. Cuando salio Horacio había pedido qué le colocarán un pequeño velo con brillos, el traje le quedaba a la perfección, cuando se vio al espejo casi lloraba, nunca pensó que podría tener algo así, verse vestido así significaba qué había encontrado a esa persona que lo hacía feliz de verdad y que nunca lo dejaría. Cuando volteo a ver a Gustabo y Conway pudo ver como ambos no sabían que decir, Gustabo solo se tapo la cara pues no quería que lo viera con pequeñas lagrimas en sus ojos, Conway lo observaba, y Horacio le dijo- Conway, yo se que Gustabo es tu hijo, no yo, pero eres como un padre para mi y me gustaría que seas tu quien me acompañe cuando entre a la iglesia, ¿aceptas? -cuando termino de decir aquello, noto como Conway se levantaba y se asercaba a el, lo abrazo y pudo sentir como trataba de calmar su respiración, cuando se separaron pudo notar como estaba soltando pequeñas lagrimas también- Horacio, no importa qué por sangre no seas mi hijo, tu eres uno para mi, claro que te llevare yo, aun que no me lo hubieras pedido lo hubiera hecho -lo abrazo y Horacio sintió esa calidez, como si su propio padre lo abrazara. Se sentía tan querido, tan amado en ese momento, ya no podía esperar más, quería que llegara la fecha de la boda lo más rápido posible.

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