Cortinas negras

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Teníamos el despertando mas grande que se pudiera en Los Santos.
*Vaya que el viejo tiene dinero*
No había podido dormir bien, sabía que esto solo lo hacía por Horacio, solamente por el.

-¿Empezamos hoy?- Recién levantado y con la cresta hecha un lío se asomo por la puerta de mi habitación.

-Al parecer si - Volkov le había mentido sobre la muerte de ambos si no hacíamos lo que Conway decía. No me matarían a mi, solo a él. Pero es mi hermano.

-Cambiate, primero iremos a comprar ropa- Horacio siempre cambiaba de ropa, cada día que pasaba escogía la más extravagante y colorida que había en la tienda, me molestaba un poco, pero empezaba a gustarme algunas prendas.

Subimos al nuevo coche y mientras íbamos camino a la tienda Horacio encendió el estéreo.

-¡Canta Gustabo!- Me sentía extraño al manejar un Audi, al tener un apartamento y al poder dormir en una cama sin pensar en que carajo haremos mañana para conseguir dinero. Me sentía bien. Despreocupado.

Empezamos a cantar varias canciones, Horacio me miraba alegre como siempre, aún que me preocupaba más por el que por mi, me hacía sentir vivo verlo con esa sonrisa siempre.

*Solo estoy aquí por el*

Al llegar a la tienda, agarro toda la ropa que pudo y pagamos en efectivo, llevamos la ropa a el apartamento y volvimos al Audi rumbo a comisaria.

- No estoy seguro de querer hacer esto, Gustabo- Se le notaba pensativo aún que con los ojos iluminados de alegría, el siempre quiso ser policía, y me daba asco solo pensarlo. Pero ya no hay vuelta a tras.

-¿Crees que yo si quiero?, No tenemos opción, es morir ya o seguir y dime Horacio, ¿Que hacemos con los problemas?-

-¿Los problemas? ¡Los problemas me los como!- Empezó a reír.

Al llegar a comisaria vimos a Volkov en la puerta, estaba solo mirando la calle

-No quiero bajar, está el ruso ahi- Horacio estaba sonrojado, no quería bajar del coche

-Puedes tranquilizate, solo baja y ya- Baje del coche corriendo dejándolo ahi.

-Antes de entrar en servicio ve a la oficina de Conway, te está esperando ahí. Yo capacitare a Horacio-

-Esta bien- Subí las escaleras y recorrí todo el pasillo, me detuve justo antes de entrar

*¿Que quiere el viejo?*

Abrí la puerta, a penas y se podía ver con tal obscuridad, al parecer para eso son las cortinas negras, dejan todo el cuarto sin un rayo de luz. Cerré la puerta y empeze a buscar el interruptor de la luz tocando la pared. Sonó un click y en ese instante perdí el conocimiento por una descarga eléctrica.

Estaba totalmente inmovilizado atado a una silla, no podía hablar, tenía un trapo en la boca y la sellaba una cinta color gris, tenía hasta los pies atados a cada pata de la silla.

*¿Pero que mierda?*

-Vaya despertaste, si que dormiste mucho, Gustabo- Aún no podía ver nada, no sabía si tenía alguna venda en los ojos o aún la luz seguía sin poder atravesar esas cortinas.

*¿Conway?*

Cuando empeze a recuperar el sentido, sentí como una venda era la que atrapaba mi vista, solo podía ver por un pequeño rabillo, si levantaba la cabeza. Si trataba de hablar, solo salían sonidos extraños de mi boca.

-Vamos, mi voz no la tiene todo el mundo, Gustabin, sabes perfectamente quien soy- Me sentía completamente confundido, no sabía dónde estaba Horacio, el hijo de perra solamente quería deshacerse de nosotros de la manera más humillante posible, acepte el trabajo, solo por Horacio y este hijo de puta me quiere restregar en la cara lo fácil que soy para el, y que ahora como todos soy un perro. No soportaba pensarlo, mi coraje crecía, solamente lo hice por Horacio.

-Horacio está con Volkov, el está bien. No es un mierdas como tú, el no necesita que lo corrija como tú, aprenderás quien es el que manda aquí, quién es tu puto superior y a quien le tienes que entregar hasta la vida, tu no eres nada más que mi perro, no vales ni una mierda ¿entendiste?- Si no me quita está puta venda, la siguiente vez que lo vea me va a importar una santa mierda y lo mataré con mi propias manos, lo veré comer del piso como un maldito cerdo. Lo humillare tanto que me pedirá que lo mate.

-No te molestes en gritar, esta parte de la comisaría siempre está vacía, nadie tiene acceso al piso de arriba más que Volkov y yo-

No podía ni balancear la silla, estaba tan pesada y la posición que tenía no era nada cómoda.

-Y dime Gustabo, ¿Recuerdas todas las cosas que hicieron en aquella fiesta?-No sabía de qué hablaba, recuerdo gran parte de lo que pasó, Horacio estaba con 1 chico en el cuarto mientras yo seguía tomando con los otros 4. Cuando me sobre pase de alcohol solo recuerdo que el policía al que le dispare el día siguiente, estaba coqueteandome de una forma bastante mierda, no podía dormir con un tipo así, no entiendo como Horacio si.

-Tengo una propuesta nueva para ti-












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