Prometiste

Entonces aceptas

Esa reconciliación fue tan única  y algo que esperaba  durante mucho tiempo, tal vez el no era para mi pero tampoco quería que fuera para nadie, aunque a decir verdad ahora el era de alguien mas. 

-Creí que jamás te volvería a ver me sentía como un pendejo por dejarte ir, dame una segunda oportunidad te prometo que no arruinare nada de nuevo- dijo el mientras lagrimas caían por sus mejillas, estábamos en la cama, acostados 

-Mario es que yo no puedo darte esa respuesta tu ya tienes a alguien a tu lado- con las yemas de mis dedos limpie sus lagrimas

-¿Y tu ya tienes a alguien más?- Me miro fijamente

-No, Mario, no tengo a nadie, no podría hacer eso después de lo que paso no es eso posible.

-Por favor, solo una oportunidad, regresa conmigo a México, que acaso esto no significo nada para ti? 

-Claro que si Mario solo que...

-Entonces no pongas un solo pretexto, regresa conmigo

-Bien- vi un brillo hermoso en sus ojos, pero no puede hacerse falsas ilusiones- Pero no voy a formar algo más que la amistad que ya teníamos antes de todo, serás padre de una niña, no voy a dejar que crezca sin una figura paterna- tenía una sonrisa débil, al menos no le disgustó la idea

-Bien, mientras estés cerca de mi todo estará bien- dijo para acomodarnos, puse mi cabeza en su pecho, escuchaba los latidos de su corazón, su respiración todavía era algo agitada

-Entonces mañana a primera hora nos vamos a México- dije con una sonrisa enorme, regresaríamos a México y seríamos los mismos viejos mejores amigos que éramos antes de todo

-Genial, entonces descansemos un rato y disfrutemos de tu última estadía aquí en España- después de eso nos relajamos hasta quedarnos dormidos, estos momentos son de mis favoritos, aunque las reconciliaciones podrían ser la mejor parte.

(...)

Estos somos el y yo, abordando el avión que nos llevaría de regreso a México. Sería un viaje largo, después de todo lo que paso, no puedo creer que voy a regresar, pasado pisado, eso creo.

14 horas después de eso, bajamos del avión y nos dirigimos a la zona de taxis, el me llevaría a mi casa, y el regresaría a la suya, todo está planeado.

el camino a casa fue muy divertido, cantamos como si estuviéramos en un carpool, golosinas, azúcar y más azúcar, todo era risas de felicidad, hasta que llegamos a mi casa, todo fue un golpe de realidad, habían 2 camionetas afuera, una patrulla y vecinos chismosos por afuera, obviamente nos bajamos del carro tan rápido como nuestras piernas nos lo permitieron, entramos a la casa y lo que escuchamos a alcanzar fue la voz de Barbara

-Juro que la última vez que lo vi fue hace tres días, no se donde está, por favor, tiene que regresarlo a casa- en ese momento entramos los dos a la sala, estaba Gloria, Carlos, Jan y Daniel, Barbara y su enorme panza, no esperaba a que estuviera mi familia realmente, ellos se quedaron realmente sorprendidos, no me había parecido en 6 meses, era algo obvio

-Parece que vieron un fantasma- bromee con eso

-DONDE ESTABAS MARIO ALBERTO- dijo Barbara enojada, que digo enojada, furiosa, parece que va a dar luz aquí mismo JAJAJAJA