S E I S

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Jimin había llegado a casa, saludado a sus padres y subido a su habitación lo más rápido que pudo. No tenía ganas de charlar, estaba tratando de asimilar que se había escapado del colegio... había vuelto tiempo después, pero igual era algo que jamás se imaginó hacer. Claramente fue culpa a Jungkook, por chantajearlo.

Jimin veía a Jungkook como un idiota raro. No encontraba ni pies ni cabeza a su forma de ser; un momento era agradable, al otro sarcástico y arrogante. Era la primera vez que Jimin veía a un chico con esa actitud desobediente, altanera y despreocupada. En el pueblo, todos eran tan estructurados y correctos que ver a alguien como Jungkook rondar cerca ya era suficiente razón para persignarse y advertir a los niños que no se acercaran.

Algo que le frustraba mucho de las actitudes de Jungkook era que siempre lo miraba como si fuera un estúpido, como si él no tuviera idea de la vida. Decía algo y el chico ya se estaba burlando de él, le ponía apodos ridículos como "chico twink" y "princesa". Desconocía por completo el significado del primer apodo, pero siempre que le preguntaba sobre ello, algo parecido al morbo y la burla surcaba por su mirada, y no le gustaba.

De hecho, estaba harto de recibir esa mirada. Así que, con sus objetivos bien claros, se levantó de la cama donde había estado acostado y encendió su PC, dispuesto a buscar el significado de "chico twink", como tanto le había recalcado Jungkook.

Tecleó despreocupadamente al no creer encontrar nada muy llamativo, sin embargo, en cuanto la página cargó y las imágenes a un costado del significado de la palabra se hicieron ver, su rostro se transformó en un cuadro de tonalidades rojas y rosadas entero. Ni siquiera pudo seguir bajando para ver que más hallaba, las primeras imágenes lo dejaban más que claro. 

'Twink: chicos jóvenes de aspecto aniñado sin apenas vello corporal o facial, de cuerpo esbelto y ligeramente fibrado'  

La descripción en si no tenía mucho de malo, el tema era, que aquella palabra es utilizada mucho en videos porno, que claramente Jimin no quería observar, porque ya le bastaba con las imágenes tan explicitas frente a sus ojos. Con las manos temblorosas debido a los nervios cerró la pagina y de manera literal corrió a la cama y enterró la cara en la almohada, sus mejillas ardían por el rubor. 

Él no era un chico twink. ¿Cierto? 

Es decir, era algo delgado, un poco bajito quizás, y el vello era prácticamente carente en su cuerpo; ser lampiño era algo hereditario en su familia. Sin embargo, eso no significaba que fuese necesariamente como aquellos chicos de esas fotos, que de tan solo recordarlas, su rostro ardía más en vergüenza. De repente, el sonido del timbre inundó sus oídos, pero no quiso siquiera sacar la cabeza de entre sus almohadas; ya su madre abriría por él.

Pasaron un par de minutos antes de que escuchara la voz de su madre llamándolo desde el piso de abajo. Salió de su escondite, creyendo que había escuchado mal, pero pudo confirmar que no fue así cuando el grito se escuchó una segunda vez.

─ ¡Jimin, tienes visita! ─. Las palabras le descolocaron un poco, ¿Quién podría buscarlo a las nueve de la noche?, se supone que debe irse a dormir dentro de nada. 

Reincorporándose de su cama, salió de la habitación para bajar las escaleras, con cada escalón que pisaba podía escuchar el cuchicheo de dos voces conversar y hacerse más audibles a medida que avanzaba. Al llegar, de manera automática se acercó hasta su madre quien de inmediato le sonrió y lo tomó delicadamente por los hombros. 

─ ¡Oh! cariño aquí estás─. Dijo alegremente.

 Su mirada se desvió brevemente hacia la entrada, donde estaba Jungkook, antes de volver a posarse en su madre.

J A Y U S ~ KooKminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora