➹ Capítulo 3 ➷

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Primera hora de la depuración.

-Bien - suspiró - ya escucharon - miró a sus hijos - solo vayamos a comer.

Los tres se encaminaron de nuevo al comedor y se sentaron en completo silencio. El aire estaba tenso, los tres presentes en esa casa estaban aterrados, nerviosos y alarmados.

Tan solo constaban con un arma de fuego que su madre le pidió prestada a su mejor amiga y algunas cuantas balas. Cualquiera que quisiera matarlos podría hacerlo a su gusto. Después de todo vivían en un barrio de economía media, sería fácil para cualquier loco de esos llegar y romper la puerta apunta de patadas o fácilmente rellenarla de balas.

Taehyun movía su pie de forma nerviosa, comiendo en silencio. Miraba hacia todos lados alertado de que alguien quisiera entrar en su casa. Tragaba la comida lenta y pausadamente con el miedo en cada poro de su piel.

-Bien - habló su madre interrumpiendo el incómodo silencio - ¿qué les parece si luego de comer cada uno se da un baño y vemos una película en la sala? - sonrió tratando de calmar a sus hijos - ¿quieren?.

-Esta bien - le sonrió de vuelta Soobin. De repente el ambiente no era tan malo.

Una vez que todos comieron y se dieron una pequeña ducha, se sentaron en el sillón de la sala tomándose las manos. Colocaron una película cualquiera y trataron de prestar atención a eso y no al silencio sepulcral que se encontraba en su barrio.

Minutos después un estruendo se escucho por toda la casa junto con un grito de agonía. Taehyun apretó más fuerte la mano de su madre y se abrazo a ella, buscando refugio.

-Tranquilos pequeños - susurró su madre besando sus cabellos - aquí está mamá - eso los tranquilizaba un poco.

Pero esa tranquilidad no les duro mucho cuando la puerta de la reja de su casa fue abierta abruptamente y unos pasos desconocidos se acercaban a la puerta de entrada de su casa.

-¡Haneul! - habló soltando una pequeña risa - ¡tu amorcito esta aquí! - gritó soltando una desagradable carcajada.

Haneul palidecio en su lugar mientras sujetaba a sus hijos. Escuchar esa voz le erizó por completo los bellos, le heló hasta el más recondito de su ser.

Los tres se sobresaltaron al escuchar como la puerta fue pateada abruptamente moviendo un poco el techo. La mamá de ambos se levantó y corrió con sus hijos a su habitación sin hacer nada de ruido. Los golpes seguían contra la puerta cada vez más fuerte.

-Mamá... - susurró Soobin, respirando entrecortado.

-Shh, tranquilo pequeño - respondió su mamá mirando por una pequeña ranura en la puerta hacia la sala.

Taehyun preocupado, abrazó a su hermano y tomó la mano de su mamá intentando darle fuerzas a ambos. Esto se les estaba saliendo de las manos a todos.

Segundos después se escucharon algunos balazos en la puerta y como esta era abierta de una sola patada, haciendo un estruendoso ruido por todo el lugar, poniendo la piel de gallina a los que se encontraban escondidos.

-¡Llego Kangin bebé! - miró hacia todos lados - ¡y por fin haré lo que siempre quize! - empezó a gritar - ¡estoy cansado, maldita sea, de que pases al frente de mi casa y no poder hacer nada! - comenzó a caminar por los lugares - ¡de que me trates como si fuera una basura!... Pero hoy será diferente - rió - ¡hoy tendré lo que siempre quize, maldita perra!.

La mamá de Taehyun siguió mirando por la ranura hacia donde estaba Kangin caminando de un lado a otro con una escopeta en una mano y una cerveza en la otra. Llevaba una franela blanca y sucia, un pantalón negro cualquiera y unos tenis gastados. La sonrisa en su cara era tan asquerosa que las arcadas le estaban subiendo por la garganta.

The Purge (doce horas para sobrevivir); BeomHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora