¿Dónde está Auron?

Parte #2

Salimos corriendo en dirección al patio donde se encontraban Mangel y Luzu.

Pero al llegar, al mismo tiempo que los demás, solo vemos dos cosas.

—¡MI NIÑAAAAA! —Gritó Lolito.

—E-es el gorro de Luzu y la bandana de Mangel—Dice Alex.

Las dos prendas bañadas en sangre. 

—¿Qué mierda?

—¿Dónde está Luzu y mi Mahe?

Pero algo me encandila un poco, como si algo brillara en la oscuridad.

Me giro, pero no logro ver nada más, sólo un pequeño brillo.

—Oigan, ¿Sólo yo veo ese destello?—Señalo el lugar.

Los demás se paran junto a mí para divisarla mejor.

—Yo también la veo—Afirma Vegetta.

Todos juntos tomamos el valor de irnos acercando poco a poco al lugar de donde proviene esa luz chispeante.

Y cuando estamos lo suficientemente cerca, Vegetta alumbra con el foco. 

—¡OH DIOS!—Decimos alex y yo al mismo tiempo

Willy tiene una arcada muy profunda, pero, Lolito sí se vomita en verdad.

Rubius cae de rodillas y Vegetta lo sostiene para que no se haga daño.

—M-manolo—Dice el oso en un susurro.

Todos estamos viendo lo mismo.

A manolo guindando boca abajo por una cuerda que lo sostiene de las patas.

El destello que veíamos era la sangre que estaba siendo drenada por la boca del cerdo.

—¿Qué ser tan hijo de puta pudo haber hecho esto? — Preguntó Lolito.

—Alguien que quiere ver sufrir a Luzu, sin duda alguna— Willy no podía dejar de ver a Manolo con tristeza y repulsión.

El cerdo no tenía la culpa y Luzu lo amaba más que a nada.

—Oigan—Interrumpió Vegetta—¿Ya vieron lo que hay detrás de Manolo?

—Todos dirigimos la mirada hacia atrás del cerdo.

Fuck.

Eran unas palabras escritas con sangre en un muro.

"Les dije que esto no iba a terminar así"

No puedo creerlo. 

—¿Rapitori? —Dije en un tono donde sólo Willy me pudo escuchar.

Este me miró rápidamente entre asustado y sorprendido.

Le dirigí la misma mirada y de inmediato también volteé a ver a Rubius.

Este al vernos entendió y su cara cambió de tener tristeza a sentir miedo.

—Chiqui, ¿qué pasa?—Vegetta preguntó y pasó a vernos detenidamente.

—N-nada, Veg. Osea, mira ya desaparecieron 3 amigos nuestros y Manolo está muerto, creo que deberíamos irnos y regresar más tarde, cuando haya sol—Lo miró con súplica.

—No—Intervinieron Lolito y Alex al mismo tiempo.

—Cuando sea de día ya será muy tarde.

—¡Y tenemos que encontrar a mi niña!

—Yo...—Todos voltean a verme—Estoy de acuerdo con Rubius.

—Yo también pienso igual— Willy nos apoya.

—Vale, no podemos irnos a nuestras respectivas casas, cuando nuestros amigos pueden estar en peligro, además, ¿qué les asegura que en nuestro hogar estaremos a salvo?

Maldito triple 7.

—No hay nada más que discutir, sigamos buscandolos, puede que él o los sospechosos aún se encuentren aquí—Alex habla sin miedo alguno, por algo es policía— Ahora nos dividiremos en dos equipos, que cada grupo tenga 3 personas.

—¿Sigues con tu estúpido plan de separarnos?—Me mira mal—¿Amor?

—Así es mejor, Vegetta junto con Lolito y yo irem-

—Ni sueñes con que dejaré a Doblas.

—Joder, macho que pesao, ¿no te puedes concentrar un momento en algo que no sea Rubius?

—No voy a dejarlo sólo ni un segundo, así que es eso, o me lo llevaré de aquí.

Alex resopla con pesadez.

—Vale, entonces los novios y Willy se quedarán aquí afuera revisando si encuentran algo de lo que pasó con Luzu y Mangel. Yo junto a Fargan y Lolito regresaremos adentro para seguir buscando pistas de Auron.

Y así nosotros ingresamos de nuevo a la casa.

Empezamos a revisar habitación por habitación.

Ahora estamos en el cuarto de Luzu.

Me quedo mirando todo con detalle, pero, no puedo evitar observar algo en la pared.

—Son fotos...—Llega Alex a mi lado dandome un abrazo mientras seguimos observando las fotos.

—Luzu en verdad lo amaba, míralos como se ven de felices, ojalá llegaramos a ser así.

—No—Niego con la cabeza—Yo no quiero que tu desaparezcas—Lo abrazo fuertemente como si este fuera a salir corriendo.

Nos miramos fijamente mientras nuestros rostros se van acercando.

Siento su aliento fresco chocando en mi cara.

Cierro mis ojos lentamente igual que él.

Y de pronto...

Un sonido ensordecedor.

¿Vidrios rotos?

—¿Lolito?

—Oh no no no.

Salimos corriendo a la habitación cercana de nosotros, en donde se escuchó el sonido.

Pero no hay nadie. La ventana está abierta de par en par.