Planes

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Mori terminó de vendar la herida que tenía Chuuya, esta tendría que ser tratada en un hospital con mucho más calma cuando aquella noche acabara, pero mientras tanto era lo mejor que podían hacer.

— ¿Cómo te sientes?– Preguntó Dazai viendo a su pareja.

— Como la puta mierda.

— No es muy diferente a como te sientes normalmente.

— Dices otra palabra más y te juro que te disparó en la frente.

— ¿Estás seguro de poder lograrlo? Con tu altura no llegarías ni saltando.

— ¡¿Ah?!

Ambos habían empezado una pelea, Mori solo suspiró agotado, Odasaku los ignoró y Akutagawa y Atsushi simplemente trataban de no meterse en la pelea, era lo mejor si querían mantener su integridad física sin golpes.

De reojo el azabache miró a su lado, Atsushi veía por la ventana, tratando de distraerse. Al verlo tan distraído aprovechó la situación para tomar su mano, al sentir el tacto se sus pieles encontrarse el más bajo le miró, preguntando con la mirada qué estaba haciendo.

Pero no recibió respuesta alguna, sonrió mientras reposaba su cabeza en el hombro de su pareja. Tenía sueño, a pesar de haber pasado solo unas horas estaba cansado. 

— Alguien podría decirme qué hora es, díganme qué son las cinco de la mañana y solo falta una hora para que acabe esta locura.

— Para tu desgracia Chuuya, a penas son las diez y treinta– Dijo el vendado guardando su teléfono.

— ¿Me estás jodiendo? 

— No son ni las doce y las cosas ya van lo suficientemente mal– Un suspiro escapó de sus labios– Aún faltan ocho horas y media para que se acabe esto.

Chuuya le dedicó una mirada de matame de una vez —  Y yo que pensaba que iba ser una noche tranquila.

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Odasaku se estacionó en frente de un edificio de cinco pisos.
 
— Gracias por el paseo– Dijo Dazai bajando del vehículo.
 
— Si necesitan algo llamennos, pero por favor dejen de darme problemas.
 
— Pides mucho papá.
 
— Lo sé– Dió una sonrisa cansada– También, fue un gusto en conocerte Atsushi-Kun.
 
— Lo mismo digo.
 
Con algunas palabras de despedida, Mori cerró las puertas de la ambulancia y se retiraron del lugar. Los otros cuatros subieron las escaleras que estaban frente a ellos, las cuales llevaban directo a las puertas automáticas de la edificación, pero estas estaban destruidas. Los vidrios de las puertas estaban rotos y el mecanismo no funcionaba.
 
Pasaron con mucho cuidado entre los vidrios rotos, logrando entrar a la biblioteca. El primer piso, el cual habían puros libros de bolsillo y revistas, estaba totalmente destruido. Los estantes y mesas estaban hechos pedazos, los libros y revistas por todo el piso, era un completo desastre.
 
— Por aquí– Señaló el más alto hacía una escalera.
 
Siguieron a Dazai sin cuestionarlo, subieron hasta llegar al tercer piso el cual, al igual que el primero y segundo estaba totalmente destruido.

— ¿Qué es eso?
 
— ¿Qué es que, Atsushi-Kun?
 
— Eso– Mencionó señalando un objeto de extraña forma en el suelo, no parecía libro y tampoco algún pedazo de madera.
 
El albino se acercó unos pasos al objeto que estaba cerca de él. Los otros tres se acercaron también pero iban detrás del menor. Con sumo cuidado tomó lo que parecía ser un peluche entre sus manos.
 
— ¿Un peluche?
 
— Está pegado a algo– Mencionó Akutagawa.
 
Atsushi le dio la vuelta, en la espalda tenía una lata y un teléfono pegado— Dejame verlo Atsushi-Kun– Pidió el castaño.
 
Sin ninguna objeción le entregó el muñeco, Dazai lo revisó. Los cables del teléfono estaban conectados de una forma muy específica a la lata, un pequeño sonido hecho por parte del teléfono hizo que todos se asomaron para ver de qué se trataba.
 
— ¿Qué carajos?
 
Dijo cuando un mensaje se mostró en la pantalla.
 
¡BOOM!
 
— Oh mierda– Se quejó Chuuya cuando se dio cuenta que iba a pasar.
 
El peluche explotó, soltando gas lacrimógeno no podían ver nada y les costaba respirar.
 
— ¿Dazai-San? ¿Chuuya-San? ¿Ryu?– Llamó a sus amigos con dificultad– ¿R-Ryu?
 
No era una sala tan grande, ¿Entonces por qué no les contestaba?
 
Cayó de forma abrupta al suelo, alguien le había hecho caer. Miró hacía todos lados buscando al responsable, sintió como alguien le tomó de los tobillos haciendo que su piel se erice y luego fue arrastrado mientras gritaba.
 
— ¿Jinko?– Le llamó cuando escuchó su grito.
 
Camino un poco hasta que chocó con una mesa, se recargó en ella, el ruido de unos pasos hizo que se volteara, al hacerlo alguien ya estaba detrás de él dispuesto a golpearlo.
 
¿Dazai y Chuuya?
 
Fueron los primeros en caer, Dazai al estar desorientado con el gas hizo fácil que le golpearan en el cuello haciendo que cayera desmayado. Mientras Chuuya fue dormido con cloroformo, claro no sin antes intentar luchar aunque no logró vencer al final.
 

Sobrevivir || Shin Soukoku, Soukoku ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora