Ghost Love (Julie and the Phantoms)

Epilogo

Narra Elena

Despierto al oír una música algo vieja y me quejo un poco de dolor para luego levantarme del suelo. Miro a mi alrededor notando que estaba en un apartamento o suite en la que nunca había estado, pero un sitio muy bonito y espectacular a decir verdad. Me acerco a un espejo completo y noto que usaba un lindo vestido vitange rojo con detalles negros en los bordes, mi cabello estaba recogido en una coleta y el maquillaje sencillo pero solo resaltando mis labios en un color rojo.

- ¿Así que tu eres la niña que me ayudara a vencer a mi esposo? - dice una mujer apareciendo en mi campo de visión, sin duda esta tiene un gran parecido a Anne Hathaway pero vestía un hermoso vestido parecido al mio pero este era de un bello color vino.

- ¿Que? ¿quien es usted? ¿que hago aquí? - digo rápidamente llenándola de preguntas, esta estira su mano y aparece una copa de vino en sus manos.

- Soy Ophelia, niña y estas aquí para ayudarme a parar a mi esposo el cual les provoca daño a fantasmas. Lo entendiste - dice algo irritada, la miro ofendida y me cruzo de brazos.

- Mi nombre es Elena, no niña y ahora ¿que te vengo que ver con usted para detener a su esposo? - digo seria, ella me sonríe mientras se acerca, me asusto cuando termino sentada en una silla y el sitio cambia a un comedor.

- Vives con tres fantasmas y aun luces demasiado confundida, tu Elena Molina estas destinada a cambiar vidas con tu hermana pero al ser la mayor la responsabilidad es mucho mas grande - dice antes de beber de su copa, la miro incrédula y esta chasquea sus dedos haciendo que aparezca una copa en mis manos.

- ¿Una gran responsabilidad? que ¿ahora resulta que soy spider-woman? - digo irónica, esta me mira mal y bebo de un golpe el contenido de la copa porque si esto es un sueño quería despertar rápido.

- Me recuerdas mucho a mi pero tienes que tomarte en serio esto que te estoy diciendo niña - dice haciendo que mi copa se vuelva a llenar, la miro mal.

- Escucha es una locura lo que me estas diciendo solo tengo 17 casi 18 años y aparezco aqui con una desconocida diciéndome que tengo una responsabilidad contigo de detener a tu esposo que ni siquiera lo conozco - digo dando un sorbo a mi copa, no sabia a nada y frunzo el ceño notando que es agua.

- Mi esposo fue el que casi evapora a tus amigos con un sello de descargas - dice directa, me atraganto con el agua y dejo la copa en la mesa para levantarme de golpe.

- Tu maldito esposo es el tal Caleb ¿que te hace creer que tu me eres de confianza? ¿como se yo que después no me harás tu esclava o me harás daño? - digo rápidamente, esta chasquea sus dedos y grito cuando el piso se abre haciendo que caiga fuertemente contra el suelo.

- Debes aprender donde aparecer niña - dice divertida, gruño acomodándome en el suelo para levantarme.

- Bien doña presumida esposa de un demente ¿donde estamos? - digo molesta mientras acomodo el vestido, ella me mira ofendida y miro a mi alrededor notando que estoy en el estudio - ¿Que hacemos en mi casa? - finalizo confundida, ella sonríe y señala la puerta de este en el que veo a mi hermana junto a los chicos algo preocupados mirando a alguien en el suelo.

- ¿Por que no te acercas? digo te puede interesar - dice encogiéndose de hombros, chasqueo la lengua y cuando me acerco abriendo los ojos como platos cuando la persona que esta en el suelo soy yo.

Luke me tenia presionada a su pecho llamándome pero yo no parecía reaccionar ¿estoy muerta? ¿como morí? esto es una gran locura, Alex buscaba mi pulso y Reggie no paraba de llorar mientras Julie estaba en shook.

- ¿Acaso estoy muerta? - digo sorprendida mirándome, la mujer aparece a mi lado.

- No no estas muerta, solo tocaste un amplificador y te electrocutaste que terminaste desmayada. Apareciste en mi suite y sentí la conexión de la elegida para ayudarme a detener a mi esposo. Eres tu Elena, aunque claro iras descubriendo poco a poco cosas sobre como puedes ver fantasmas con Julie, llegaran muchas cosas para joderlos y tenemos que parar a los enemigos - dice seriamente, la miro incrédula.