Hunter x en el x Making{cancelado}

Capítulo diecinueve: Pijamadas xyx Disculpas

Después de la comida, Zeno le dio a Harry el recorrido prometido por lo que podrían considerarse las partes públicas del castillo;  esas habitaciones, pisos y pasillos que no conducían a las habitaciones privadas, oficinas u otras áreas restringidas de la familia (como las cámaras de tortura en las mazmorras).  Killua lo acompañó durante la gira, charlando constantemente con Harry sobre esto y aquello y compartiendo una serie de historias divertidas sobre sus varios hermanos.  El recorrido terminó en una de las muchas habitaciones de huéspedes que tenía el castillo y Zeno le dio las buenas noches al mago antes de dejar a Harry al cuidado de Killua.

Killua cerró la puerta en el momento en que su abuelo salió de la habitación antes de volverse hacia Harry y preguntarle: "¿Por qué estás realmente aquí y cómo no te mataron tratando de llegar a la mansión? ¿Quién te dejó entrar por la Puerta de Prueba?"

"Los cuatro vinimos para asegurarnos de que estabas bien; aunque, a decir verdad, creo que Gon planea sacarte de contrabando lejos de tu familia", respondió Harry mientras dejaba su baúl junto a la gran cama tamaño king que  ocupó gran parte de la habitación y se sentó cansado en el borde de la cama.  "En cuanto a tus otras preguntas, rompí la Puerta de Prueba en mi ira y soy un poco más difícil de matar que el matón, mercenario y asesino aficionado promedio".

"¿Rompiste la Puerta de Prueba?"  Killua repitió como un loro en estado de shock e incredulidad.

"Mmhmm," Harry tarareó en confirmación mientras se inclinaba sobre un lado de la cama y buscaba en sus provisiones de pociones un frasco de Sueño sin sueños.  "Rompí los siete juegos de puertas y astillé la pared en más de unos pocos lugares cuando las abrí. Si no hubiera estado medio exhausto cuando llegué, probablemente las habría arruinado hasta quitarles las bisagras".

"Eso no es posible."

"Uh huh; y las mariposas no muerden, no puedes encontrar donas frescas en una isla deshabitada, y realmente no estoy sentado aquí en esta cama después de irrumpir en la segunda propiedad más segura del mundo".

"¿Segundo más…? ¡No hay lugar más protegido que la Montaña Kukuroo!"

"Si insistes," murmuró Harry mientras levantaba el frasco de Sueño sin sueños al nivel de los ojos para inspeccionar la conocida poción púrpura;  el mago estaba demasiado cansado para discutir con el niño de doce años.

"¿Que es eso?"  Preguntó Killua mientras su atención se desplazaba de la discusión cercana al frasco de líquido púrpura en la mano de Harry.

"Nada importante," respondió Harry mientras guardaba el vial en su bolsillo para más tarde.  "¿Por qué no dijiste adiós antes de irte?"

"Estaba enojado y avergonzado. ¿Por qué no me dices qué fue eso?"

"¿Enojado y avergonzado por qué?"

"Estaba enojado porque te interpusiste en mi camino y avergonzado porque pudiste detenerme. ¿Qué estás tratando de esconder en ese vial? ¿Es veneno?"

"No, no es veneno; es para mí y no es importante. ¿Estás tratando de decirme que querías matar a Bodoro?"

"No me importaba a quién maté, solo quería matar a alguien; y tú podrías haber sido ese alguien. Podría haberte matado y, sin embargo, pudiste detenerme. No entiendo; cómo es que tú  ¿Fueron capaces de detenerme? ¿Quién te entrenó para moverte así? ¿Por qué me detuviste? Y si esa cosa púrpura no era importante, ¿por qué la sacaste de tu mochila? "

Harry suspiró mientras se dejaba caer en la cama para mirar al techo mientras trataba de no pensar en las pesadillas que lo habían estado atormentando por más de una semana.  Después de unos minutos, finalmente comenzó a hablar en voz baja: "Crecí solo; no me querían, no me amaban y para siempre estaba atrapado en el exterior mirando hacia adentro. No fue hasta que hice mi primer amigo poco después de mi undécimo cumpleaños.  que aprendí lo que se siente al pertenecer a algún lugar. Mis amigos se convirtieron en mi familia y todos y cada uno de los amigos que he hecho desde entonces significan mucho para mí y moriría por cualquiera de ellos. En algún lugar entre ustedes, escabulléndose sin ser invitados a mi fogata  y el día que exigiste que te sirviera donas recién hechas en medio de la nada, te convertiste en uno de esos amigos ".