3: Ofrecer algo que no cumplirás.

3K 336 174
                                    

Jungkook entró a casa con miedo. Tomó firmemente el pedazo de madera, trataba de identificar un olor extra pero no lo logró.

Inspeccionó su hogar; que sólo consistía en dos pequeñas habitaciones, un comedor, una pequeña cocina y el baño estaba fuera de esto. Revisó todos los lugares pero no encontró nada, salió a revisar a las cuatro gallinas que tenía pero todo estaba en orden, como lo había dejado antes de irse.

Regresando a casa, ingresó a su cuarto y la respiración se le cortó cuando sintió una mano taparle la vista. Estaba petrificado, comenzó a respirar con dificultad cerrando los ojos fuertemente encogiendo su cuerpo.

El olor a mimosa le inundó las fosas nasales, el recuerdo de la dulce primavera se presentó. Trató de aferrarse a eso para darse seguridad y poder enfrentar a la persona que le impedía ver.

—Aún no puedo concederte tus peticiones, pero si te acuestas conmigo, creo que podré satisfacerte lo suficiente —murmuró sobre su cuello, ahí supo que eso no era una persona y una parte de él se alegró por haber logrado invocar a un demonio, si es que así lo podía llamar.

—¿Quién... eres? —cuestionó tardando en pronunciar, pues el miedo seguía tan presente.

Él rió y Jungkook se separó para después voltear, abrió sus ojos y vio algo que nunca pensó encontrar.

Él era un poco más alto que el omega; su cabello, largo, rizado y color negro, se veía tan suave y perfecto.  La ropa que traía no dejaba mucho a la imaginación y el olor que desprendía hacía a Jungkook babear. Su sonrisa cuadrada era todo perfección como él y ahí es cuando Jungkook entendió porqué él no podía ser un humano.

—N-necesito que me ayudes.

—Lo sé, bonito. Como te dije, aún no puedo conceder tus peticiones —sentenció, acercando su cuerpo al ajeno y liberando más feromonas que enloquecieron al lobo de Jungkook.

—¿Por qué? —inquirió. Jungkook sentía su entrada gotear y se maldijo.

—No me has ofrecido nada a cambio —respondió, acercó su nariz al cuello del omega y éste se pegó más al cuerpo que invocó.

—¿Qué quieres? Puedo darte lo que necesites.

—No ofrezcas algo que no puedes cumplir.

—Dilo, puedo hacerlo. Al final, sé que los demonios cuando aparecen es porque han aceptado ayudar.

—Correcto pero yo no soy uno —corrigió, volteando al omega para frotarse contra el trasero de éste.

—¿Qué? Yo he invocado a uno.

Él volvió a reír, clavó ligeramente sus dientes sobre el lugar donde los alfas ponen su marca y Jungkook gimió.

—No lo hiciste, si lo hubieras hecho te aseguro que ese demonio ya te hubiera dejado preñado sin tu consentimiento.

Jungkook tragó duró y agradeció no haberlo hecho.

¿En qué se había metido?

Mordió ligeramente su labio y dijo— Entonces, ¿qué eres?

—Soy un hada.

Jungkook pensó dónde estaban sus alas.

—¿Y tus alas?

—Están aquí —señaló, Jungkook giró su rostro para observar.

—No hay nada —contestó, tratando de observar al hada pero seguía sin encontrar nada y sólo notando que tenía una erección que le hizo pasar su lengua por sus labios.

ᝰ⸙͎۪۫Bajando Por Todo Tu Ser ┋[KTH + JJK] Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora