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Hongjoong se despertó repentinamente esa madrugada, eran cerca de las 3 am. No recordaba que había soñado pero se sentía un poco mareado y tenía frío, se dió vuelta para abrazar a su pareja y caer dormido nuevamente pero no pudo, su novia no se encontraba acostada a su lado, y en su lugar había un espacio vacío. Miró a su alrededor buscándola con la vista pero no la encontró, todo estaba a oscuras y aquella madrugada hacía mucho frío.
Se levantó como pudo de la cómoda cama y se dirigió hacía la cocina en busca de su pareja. Era extraño, ella estaba extraña desde hacía mucho tiempo atrás. Hace meses no sonreía como antes e intentaba evitar ciertos temas de conversación, como su cuerpo o el pasado.
Oh, el pasado, como olvidarse de cuándo se conocieron y su primer beso. Hongjoong sonreía al recordar su bella amistad con ella desde primero de secundaría y luego de su noviazgo en su último año que duró hasta la actualidad. Igual no es como si hubiera pasado mucho tiempo.
Hongjoong la vió por primera vez en la escuela, eran tan sólo unos adolescentes que asistían a el primer año de secundaria. Era el primer día de clases luego de las vacaciones de invierno y como siempre se había encontrado con sus amigos en la entrada de aquella institución, cuándo llegaron al salón vieron que la mayoría de los alumnos se encontraban murmurando entre ellos, hongjoong no se concideraba una persona metiche pero en aquel momento de enserio sentía curiosidad, así que les preguntó a sus compañeros qué pasaba y le contaron que una nueva alumna iría con ellos. No le tomo importancia al asunto ya que realmente no se sentía atraído por las chicas de su curso y nunca lo haría, así que supuso que una no haría la diferencia. Se sentó en su lugar, sacó sus cosas y espero a que el profesor llegara.
La clase había empezado, luego de unos minutos en los que hablaron de que habían hecho en las vacaciones el profesor llamó a la nueva alumna. Y entonces entró, llamó la atención de todos desde un principio, y es que ¿Cómo no hacerlo?, era increíblemente alta, seguro era la persona más alta de aquel salón, sin contar al profesor claro. Tenía el pelo cómo por los hombros y una apariencia un poco fría mezclada con un semblante tranquilo. Hongjoong tragó duro, mierda, era linda, pero prefirió ignorar a sus hormonas agitadas y prestar atención a la clase.
Los días pasaron, y con eso los meses. Hongjoong nunca había cruzado palabras con aquella chica, pero había oído que se llamaba Suni y que sus amigos le decían Sun. Una tarde de enero, en la que hacía un frío increíble, a hongjoong le tocaba limpiar el aula por lo que tuvo que quedarse. Estaba limpiando los pizarrones cuándo la vió pasar corriendo por una de las ventanas del salón, dobló en una esquina del pasillo y Hong pudo notar que estaba llorando. Sin pensarlo dos veces, la siguió, no sabía muy bien el por qué pero realmente le preocupaba ver llorar a la gente y en esos momentos lo más probable es que no hubiera nadie en la escuela, por lo que se quedaría sóla y tal vez encerrada si se quedaba mucho más tiempo allí.
La vió subir unas escaleras y luego escuchó una puerta golpearse con fuerza, había subido a la azotea. Hongjoong se asustó por lo que podría llegar a hacer la chica allí arriba, así que subió lo más rápido que pudo por las escaleras y abrió rápidamente la puerta. No la encontró, caminó un poco por el lugar y la vió en una esquina, estaba sentada llorando, con sus rodillas pegadas a su rostro, sus brazos rodeaban sus piernas, estaba hecha una bolita. Se acercó hasta ella y se sentó a su lado, pudo escucharla llorar bajito, la muchacha sintió su presencia al instante pero no le importó. Así estuvieron un rato, en silencio, hongjoong apoyó su mano despacio en el hombro de la chica y está siguió llorando un poco más.
-Me le declaré a alguien- habló por fin ella, su voz sonaba rasposa de tanto llorar, sacó su rostro de entre sus piernas para mirar a los ojos al muchacho a su lado -Me encantaba, todavía lo hace, pero ella dijo que era raro que dos chicas se gustaran y me mandó a la mierda- Hongjoong pudo ver el dolor reflejado en sus ojos y se sintió terriblemente mal. Inconscientemente la abrazó y ella pegó su cabeza en su pecho sollozando. No hablaron más por el resto de la tarde, ella se desahogo en sus brazos y el la sostuvo intentando de alguna manera consolarla.
No podría explicarlo muy bien ahora, ya que no sabe muy bien cómo o cuándo fue que terminaron siendo amigos y cómo fue que el cayó tan enamorado de ella. En un principio eran conocidos cercanos, luego se hicieron amigos y por último mejores amigos, casi como hermanos. Su amistad fue evolucionando a lo largo de los meses y años. Pero llegó un punto en el que Hongjoong empezó a sentirse horrible cuándo Suni le decía "Amigo" o "Hermano", se ponía terriblemente celoso cuando la veía con otras personas de manera coqueta y llegó hasta llorar en el baño de una casa desconocida por verla besarse con otra chica en una fiesta. Si, Hongjoong se había enamorado de la persona menos indicada y cada día sufría más al escucharla hablarle de alguna chica que le pareciera linda o como había pasado la noche con alguna. Hongjoong no podía más, todas las noches lloraba y su corazón dolía tanto, en algún momento iba a explotar.
Y una noche lo hizo, Suni solía quedarse muy seguido a dormir en su casa. Todo había empezado con una charla normal, dónde hablaban de temas randoms y se reían de cualquier cosa. Hasta que Suni le contó de una chica, que había conocido en quién sabe dónde. Hongjoong sentía su ser entero sufrir, pero en aquel momento sólo pudo reaccionar con ira, empezaron a discutir porque la muchacha siempre estaba con chicas nuevas y nunca duraba en una relación. Hong quiso ocultar sus sentimientos reprochandole que había roto muchos corazones y que trataba a las mujeres como objetos, le gritó histérico que era una mala persona. Suni se quedó en silencio y entonces la vió, fue la primera vez que pudo ver la verdad en los ojos de ella, no había ningúna máscara que ocultara lo que sentía.
Hongjoong siempre lo había sentido, Suni nunca contaba lo que de enserio sentía, nunca se había enamorado, nunca había estado conforme consigo misma y no era feliz. Luego de un rato en el que estuvieron sosteniéndose la mirada, la mayor desvío su vista, se había instalado un silencio tenso entre ellos, suni suspiró y habló en un susurro casi inaudible.
-Voy a morir sola, nadie me quiere y nunca voy a poder amar a nadie porque no puedo- sus ojos ardían, y su garganta también. Si hongjoong supiera lo que pasaba en su cabeza por aquel momento, si hongjoong la entendiera, todo sería mucho más fácil.
-No es verdad lo que dices- habló serio hongjoong, estaba enojado, ¿Cómo suni podía pensar eso de ella misma?.
-No me mientas Hongjoong- habló fuerte esta y se levantó para acercarse al balcón que se encontraba en aquella habitación, suspiró y salió a este. El aire de la ciudad le pegó de lleno en su rostro y consiguió relajarse un poco.
-¡No, no te estoy mintiendo!- Hongjoong había explotado con tan poco, aquellas palabras habían sido suficiente como para acercarse y tomarla fuertemente del rostro. La chica estaba tan sorprendida que ni siquiera atinó a separarse. -Eres tan tonta a veces. Escucha, tienes a un montón de personas que te aman y te admiran por cómo eres. Suni eres una persona increíble y te aseguro que más de una muere por ser tu novia- estaban muy cerca pero debido a la situación no se habían dado cuenta o parecían no prestarle atención.
Ella suspiró, y lágrimas silenciosas empezaron a caer. -Nadie me ama por cómo soy- dijo con la voz rota. Hongjoong sintió su corazón romperse al verla así, tan indefensa y sensible.
-Yo si lo hago, y siempre voy a hacerlo- Hongjoong habló bajo, el momento los había absorbido. Las luces de la ciudad pegando en sus rostros, la brisa casi veraniega sintiéndose en sus pieles, la luna reflejada en sus ojos. Todo era paz y tranquilidad, y en ese instante Suni pudo darse cuenta de aquello. Hongjoong siempre había estado ahí para ella, siempre la había querido y apreciado por cómo era, no por cómo se veía o cómo los demás la describían. Suni aún no estaba segura de lo que quería ser o como se sentía en realidad, pero con Hongjoong allí, a su lado, sabía que todo estaría bien.
Sus respiraciones chocaban, el menor sostuvo el rostro de la mayor entre sus manos y ella lo imitó. Juntaron sus labios lentamente, Hongjoong tuvo que ponerse en puntitas de pies y Suni tuvo que agacharse un poco, pero fue hermoso. La sensación de besar a la persona que más querían era increíble. Sus corazones latían desenfrenados y la euforia se sentía en el aire, aquel momento tan íntimo entre los dos quedaría grabado en sus recuerdos.
Luego de aquella noche empezaron una relación.
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