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KOOKGI

Jungkook manejaba por las transitadas calles de Seúl en completo silencio, Yoongi miraba por la ventana perdido en sus pensamientos hasta que nota que la dirección que están tomando no es la que suelen tomar para ir a casa...

—Jungkook, ¿a dónde vamos?

—Ya lo verás.

—Pero-

—No seas impaciente, precioso.

—¿Estas enojado conmigo, Kookie?

—No, mi amor...

—Entonces... ¿por qué me ignoraste hoy?

—No quise hacerlo mi vida, pero era necesario o moriría...

—¿De qué hablas?

—Hay algo que tengo que decirte... pero no es algo malo, así que no quiero que llores porque el señor Min ya me dijo que estuviste llorando...

—Es que estoy sensible... soy llorón, es tu culpa.

Jungkook ríe y extiende su mano para que Yoongi la entrelace con la suya. Cuando el menor lo hace le da un suave apretón.

—Sabes que te amo mucho, ¿verdad?

—Sip, yo también te amo mucho mi Jungkookie.

Jeon estaciona su auto y ambos chicos bajan para adentrarse a un bonito restaurante.

—¿Tiene reserva, señor?

—Si, a nombre de Jeon Jungkook.

Yoongi sonríe al ver el lugar, era muy bonito. El mesero los guía hacia su mesa y ambos chicos lo siguen. Al tomar asiento les entregan las cartas.

—¿Olvide algo importante? —pregunta Yoongi nervioso.

—¿Por qué?

—No sé, es raro que estemos en un lugar tan fino y no en nuestro local de brochetas —Jungkook sonríe.

—Hoy me dije que merecía invertir en un mejor lugar para mi chico lindo —le regala un guiño y Yoongi se sonroja—, amo que aún te sonrojes por mis palabras...

—Es que me tomas desprevenido, así no se puede —bufa Yoongi y Jungkook niega divertido.

Ellos ordenan y se disponen a tener sus conversaciones cotidianas respecto a sus trabajos y su día. Ambos tenían trabajos estables, Jungkook como diseñador de una empresa y Yoongi en un hospital como psicólogo clínico.

El lugar donde se encontraban era cómodo y eso lograba tranquilizar un poco a Jungkook. Porque Jeon estaba experimentando un nivel de nerviosismo terrible. Pero era entendible, es decir, tomar la decisión de proponer matrimonio no era una tarea fácil. Conllevaba un sinfín de pasos y preparación. Sin embargo, la gran ventaja era que estaba completamente seguro de lo que haría porque llevaba mucho tiempo pensándolo. Estuvo meses enteros pensando en ello y no había ninguna pisca de arrepentimiento. Su lugar era junto a Min Yoongi, claro, siempre que su chico aceptara. Jeon estaba siendo optimista, claro que Yoongi aceptaría. Se amaban, vivían juntos, tenían una buena relación, confianza y respeto. Lo tenían todo y el matrimonio solo era un trámite, pero el trámite más importante de su vida.

Por lo que no dudo en escoger un día para hacer la propuesta. Obviamente el día de su aniversario. Solo debía esperar la media noche para que fuera oficial. Tenía su día especial, el anillo especial, el lugar especial y por supuesto su chico especial.

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