"No sabía quién era, simplemente respondí y no creía que con ese simple hola, encontraría a quien dicen ser, el amor de tu vida"
Uno de los miles de FanFincs de Tom Holland
Portada hecha por @love4holland
Historia publicada
30/03/2020
Historia final...
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Cris
"Amiga" /Enviado, leído/
"¿A qué hora pasas por mi?" /Leído/
"Estaré completamente lista en 15 minutos" /Enviado, leído/
"Tranquila" /Enviado, leído/
"Bien, aquí te espero" /Leído/
Se terminó de retocar el maquillaje, sus gotas de perfume y de nueva cuenta se miró al espejo hasta estar segura de que se veía bien y cómoda.
El vestido negro ajustado a su cuerpo se le veía bien, así que simplemente salió de casa con su pequeña cartera, el regalo del cumpleañero y las llaves del auto.
Habia empezado a conducir cuando volvio a recibir una llamada de su amiga.
—Voy en camino, estoy sobre el auto.— Hablo por el altavoz, con la vista en el camino.
—Bien, al fin.— Se escuchó por todo el auto y la llamada finalizó.
La música de fondo volvió a sonar fuerte por los altavoces, mientras apretaba el maniubro del vehículo por los nervios.
Luego de algunos minutos en los que la música la calmó un poco, llegó a casa de su amiga tocando la bocina para su salida.
--Voy a darte un premio por ser la personas más impuntual del mundo.— Cristina reclamó mientras se subía al auto.
—¿Trajiste algún regalo?.— Prefirió Maddie dar como respuesta mientras volvía a dar marcha, esta vez guiandoce por la dirección que le habían enviado.
—¿Había que traer regalo?.— Maddie río ante la respuesta negando con la cabeza.
—Es un cunpleaños, Cristina. Pero no te preocupes yo he traído uno.— Fue la última conversación que se escuchó durante el transcurso del camino.
Había llegado a la esquina de la calle, donde las casas eran grandes y bonitas, seguro era algún centro de eventos por lo grande del lugar.
Estacionó unos pasos antes por la gran cantidad de asistentes y al apagar el motor del vehículo se quedó mirando el volante.
Estaba nerviosa, asustada y ansiosa, no sabia cual de las tres era peor y simplemente por no querer ver al amigo del chico que la invitó. Respiró profundo tres veces y soltó su cinturón de seguridad.
—Bien, vamos ya, ¿Qué esperas?.— La voz de su amiga habia sonado tan lejana que tuvo que girar su vista para notar que ya estaba bajo del auto esperandola.
Solo negó con la cabeza, ya quería irse a casa. —Maddie, vamos, la pasarás bien, verás que si.—
No muy convencida se bajó del auto con la bolsa de regalo firme entre sus dedos temblorosos.
