¡Ámame plebeyo!

Un Instante

-¿Cómo vas ahí atrás Noelle?

-¡Mal! ¡te ordeno que vayas más despacio salvaje!

-Si vamos más lento llegaremos en un mes

-Tsk... no sé como es que acepté subir a un vehículo nefasto como este en primer lugar, además, no creí que fueras tan mal conductor

-¿Mal conductor? no hemos saltado en ningún rompemuelles y apenas hemos sobrepasado los límites de velocidad ¿qué más quieres?

-Hmmp... deberías tratar de hacer este viaje más ameno para mi; después de todo, yo soy de la clase alta

-¿Qué significa eso de "clase alta"?

-Supongo que un campesino como tu no debe estar familiarizado con esos términos. Es como si fuera de la realeza

-¿Cómo? ¿una fiereza?

-No soy una fiera

-¡Realeza!

-¿Una vil piratesa?

-No soy una pirata vil ¡RE-A-LE-ZA!

-¿Mi princesa?

-E-eres un tonto... pero puedes interpretarlo de esa manera si quieres

-Okey

Instantes después Asta se detuvo por un semáforo en rojo, probablemente sería el ultimo ya que estábamos a punto de salir de la ciudad y adentrarnos en las zonas rurales

-Oiga su majestad - llamo Asta jugando con el comentario de la conversación

-¿Su humilde siervo podría hacerle una petición?

-¿Y cuál sería tu petición plebeyo? - respondí, siguiendo el juego y sintiendo una extraña satisfacción por el "trato" que me estaba dando Asta

-¿Podrías soltar mis hombros y sujetarte de mi cintura?

-¿Q-qué?

-Es que cada vez que subo la velocidad incrustas tus uñas en mis hombros y está comenzando a lastimarme, además creo que sería mucho más cómodo para ambos

-B-bueno... pero no te hagas ideas equivocadas, solo lo hago porque de hecho si estoy bastante incomoda

Solté los hombros de Asta y de manera lenta y nerviosa envolvía mis brazos alrededor de su tonificado abdomen

Sentí como mi cara comenzaba a calentarse mientras seguía palpando su sensual abdomen sin querer

No, no, no, no debería estar pensando de esa forma; es más ¿por qué estoy pensando en eso de todas formas?

Inconscientemente dirigí mi mirada a la espalda de Asta y me percaté de que pese a su baja estatura, su espalda es bastante ancha

-¡Bien! así esta mejor, ahora sujétate bien Noelle, vamos a acelerar un poco más

-Esta bien, pero si nos detienen diré que me secuestraste

-No seas tan exagerada

-Limítate a conducir

Y sin darme cuenta Asta había comenzado a acelerar y ahora que sujetaba su cintura sentía más estabilidad y podía relajarme un poco. Conforme fue acelerando la sensación del viento ligero contra mi cuerpo se fue haciendo presente; pero no solo eso ya que las sensaciones de libertad y velocidad también eran impresionantes, solo me dejaba llevar y fluía con el ritmo que marcaba la moto

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Me sumergí tanto en esas sensaciones que no me di cuenta de cuando llegamos a la zona rural