Orden del superior.

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Tranquila amiga—dijo Gabrielux abrazándola—yo te apoyo...no le diré a nadie de que eres beta—le susurro.

Gracias, sé que puedo contar contigo—dijo feliz Juanex.

Princesa—dijo Boinsteins inclinándose ante Juanex—tengo algo que conversar contigo.

Bien— dijo firme—Disculpa Gaby, tengo que ir—dijo Juanex al mirar a Gabrielux.

Si princesa ve—dijo Gabrielux—Suerte...da todo amiga"—dijo telepaticámente.

"Gracias, ten cuidado si vas a cazar, aveces los animales son algo feroces"—dijo Juanex a su amiga molestándola, por su falta de concentración.

Juanex siguió al entrenador de los betas, aunque para ella al final se le suma como su entrenador— princesa...tú padre me pidió que te vigilara y te entrenará—dijo inclinándose—por la falta de lealtad a tu manada al alimentar a un vampiro.

Mi padre suele ser algo elocuente, pero bien si esa es su orden esta bien—dijo Juanex tranquila por fuera, por dentro estaba algo molesta, sabía que no podía hacer nada con respecto a la orden de Alex, su padre es la máxima autoridad.

También me ordeno cancelar los entrenamientos con mi colega Hugenteins—dijo Boinsteins con tranquilidad.

Con su permiso entrenador, debo hablar con mi padre—dijo Juanex inclinándose y salio corriendo a la casa. Al legar sus padres estaban comiendo.

Hola hija—dijo entusiasta Zelfax.

Hola madre...—dijo con frialdad, miro a Alex—Padre como se te ocurre borrar mis entrenamientos de agua control—dijo molesta— acepto que el entrenador Bointer me vigile, pero no permitiré que me reduzcan mis actividades por un capricho–dijo con voz firme Juanex.

Princesa no ves que lo hago por tu bien—dijo Alex con una sonrisa con ironía—si estas mucho rato en el bosque fantaseas.

Eso no te importaba porque cumplía con tu expectativa de la líder que algún día debo ser...pero eso cambio solo porque me hice amiga de un vampiro bondadoso...no lo ves padre, crees que todo seguirá como antes... no es así—dijo desafiante Juanex con los ojos intensos.

Estás equivocada—dijo Alex parándose molesto—no me molesto por eso...princesa, me moleste que prefieras estar con ellos que con nuestra manada, presiento que nos traicionarás.

Que patético padre, tu junto a mamá me criaron distinto...de verdad dudas de lo que siento por la manada y mi deber—dijo seria Juanex—ahora la que esta decepcionada soy yo, pude aceptar que me maltratadas con 50 azotes y te perdoné, pero esta de creer que traicionare a mi propia manada solo porque me lleve bien con una vampira, lamento decir que estás mal— dijo molesta.

Quien debería estar decepcionado soy yo, porque no nos tomas aprecio y no das su lugar a esta manada que es parte de ti—dijo Alex furioso apunto de transformarse por la rabia que sentía hacia su hija.

Te equívocas padre...te olvidas que me enfrente por un vampiro que por la manada para evitar una guerra y que salgan lastimados muchos de nuestros guerreros—dijo Juanex sin titubear—eres mas sensible de lo que espere padre...igual iré al entrenamiento hace tiempo que no voy—dijo dándose la media vuelta.

No lo harás porque es una Orden de tu superior—rugió Alex—soy tu padre y debes escucharme.

¿ Por qué?, tú no me escuchas, piensas que soy una de tus súbditos que puedas ordenar y ¡puf! se hace lo que el rey dice, no te importa su opinión o la mía...allí estas mal, pensé que nuestro reinado era justo y amable...eso creí hasta ahora—dijo decepcionada Juanex—me iré al bosque necesito pensar...—dijo con frialdad—mañana empieza mi entrenamiento y el vigilante supongo que igual estará, así que ahora quiero estar sola— desaprecio—¡maldita sea!—dijo molesta al caminar por el pasto alejándose de su manada.

Amor, eres injusto con tu propia hija—dijo Zelfax—sabes que ella lo hizo por la paz que cree poder lograr.

Lo sé, solo que me molesta que ella sea tan rebelde—dijo Alex.

No recuerdas que tú eras igual, nuestra hija tiene mas valor e inteligencia de lo que crees, cuando peleo con el rey demonio de los vampiros...ella solo me congeló para protegerme...ella tiene mucho mas poder que crees...sé que ella no se dará por vencida hasta lograr su objetivo—dijo Zelfax besándole el cuello.

Si...eso es lo que tengo miedo—dijo Alex—ella se parece mucho a mi y no quiero que salga lastimada.

Ella elige su camino... A pesar del maltrato no le intereso tu enojo, así por qué no confías en ella y la dejas ser una guerrera como ella quiere, no la obliges mas a ser como tu en la actualidad...ella es fuerte e inteligente—aconsejo Zelfax y desapareció.

Intermedio:

Juanex seguía molesta por su adaptación inmediata al orden de su padre— Maldita sea, por qué no puedo ser libre—dijo golpeando el árbol que estaba su derecha.

Que tanto enojo cariño— dijo Robertasis apareciendo al lado de ella—¿ Que sucede?— preguntó preocupada.

Nada en particular...—dijo Juanex caminado—Romea quiero estar sola plis—dijo amable.

Pero cariño— dijo preocupada Robertasis—no te siento bien, hoy es luna negra sale la mayoría de los vampiros, quizás puede que salgan o no dependiendo si creen en el acuerdo que hiciste con mi padre.

Tu ganas, vamos a la cascada y hay te explico todo—dijo Juanex corriendo de vuelta, Robertasis la siguió, cuando llego a la cascada Juanex abrió las aguas y subió, su amante se agarro de la cintura de ella para no caerse.

Romea se sentó y miro detenidamente a su amante— No estas bien cierto— dijo mirándola con preocupación.

Noo...—dijo triste, abrazo a Robertasis y se puso a llorar. Robertasis le acaricio el cabello—mi papá me ve como una traicionera por ayudar a tu manada y ver en ti una bondad—sollozo.

Cariño—dijo Robertasis—creo que el quiere protegerte y no te ve como una amenaza, tu eres la princesa mas dedicada a su manada que he conocido.

¿ Protegerme de qué?, maltratándole con un látigo es cuidar...no lo creo, ni si quiera me escucho el motivo de mi acto—dijo Juanex molesta—pero en fin, no puedo cambiar el pasado, estoy decidida a cambiar la manada y tratar de encontrar la paz entre las dos especies aunque sea difícil.

Esa es mi Julieta...no quiero volverte a ver así—dijo abrazándola con fuerza— ¿ Qué podemos hacer ahora?— preguntó mirando los labios de Juanex.

Quizás...podemos querernos—dijo Juanex sacándose la polera de Keylen.

 Romea y Julieta (Amor imprevisto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora