Gritos de alegría, y... Bueno de alegría eran los gritos ó eso me supongo en fin. Ruidos, musica y coro de voces como:
-¡Que vivan los novios!
-¡Que vivan!
Era lo unico que se escuchaba, desde el interior de el lujoso y elegante auto; donde dentro del mismo, se encontraba una pareja de recien casados.
- ¡te amo! _. Expresó él mientras la miraba fijamente a los ojos.
-¡Gracias por eso! _. Respondió ella tímidamente mientras fijaba su vista sus manos entrelazadas. Sus nervios se hacian notorios mientras una enorme y gruesa lagrima cubria su mejilla haciendo que todo su maquillaje se volviese un desastre.
-Juro que serás la mujer mas feliz del mundo._ le dijo mientras limpiaba su mejilla. -recuerda que nos amamos_ Agregó_.
Ella sólo asintió con la cabeza y continuaron su viaje hacia su luna de miel.
Pero mas allá... Donde la noche parece ser de día se podía ver desde lo lejos una pequeña cabaña, repleta de luces, muchos arboles y un inmenso pasto era tan resplandeciente. Una hermosa sonrisa se formó en el rostro de Liliana, cuando el conductor detiene el auto justo en frente de la mencionada casa; desde que la vió deseó que fuese ahi donde ella se convirtiese en su mujer.
-Hemos llegado-. Dijo el elegante chofer._ Ambos salieron del auto y tomados de la mano se dirigieron a abrir la puerta. Una vez abierta la puerta el chofer procedió a marcharse, quedando Liliana y su esposo solos en la casa.
-Muero por hacerte mi mujer._ le dijo èl mientras la tomaba por la cintura y la cargaba para llebarle a la habitacion que habia preparado para tomar su cuerpo y convertirse, en el primer hombre que habia podido hacerlo.
Sin embargo ella solo lo abrazaba con sus manos temblorosas, en su interior tenia algo de temor; iba a vivir una experiencia que nunca habia vivido. Observaba el lugar con atencion, mientras el la paseaba por toda la habitacion dando gracias a Dios por haberle dado una esposa tan linda. -¡Eres tan lindo-, dijo Liliana con los ojos recorriendo el lugar pintado de blanco y adornado con pequeñas velas blancas, y sin mensionar la enorme cama cubierta, de sabanas también blancas.
Él la colocó en la cama pero antes, beso todo su cuello y depositó un lindo y extenso beso en su pecho. Para luego desprenderla del enorme vestido blanco que ella poseía, dejandola en ropa interior. Pero lo que mas llamó su atencion fue Liliana con su respiracion agitada, en el mismo instante se dio cuenta de su temor y cambió de estrategia.
